El verano ha incrementado la
insistencia por el agua entre los partidarios de la huida hacia
adelante. Recapitulemos: en julio, mi admirado colega de columna
el profesor Vicent Franch public� en esta p�gina un texto (Regar,
6-07-2005) en el que le reprochaba al gobierno central su
salom�nica decisi�n de otorgarle a Murcia y Alicante s�lo la
mitad del agua del Tajo que hab�an solicitado para salvar las
cosechas. Seg�n �l, si el PSOE no hubiera cedido al chantaje de
los socialistas aragoneses y de ERC cuando derog� el trasvase
del Ebro, hoy el ejecutivo conservar�a el poder de actuar en
beneficio del inter�s general por encima de intereses
particulares opuestos, con lo que los excedentes del Ebro
descender�an canalizados hacia el sur. En agosto, Antonio M.
Rico, catedr�tico de An�lisis Geogr�fico Regional de la
Universidad de Alicante, arremeti� tambi�n aqu� contra la
pol�tica antitrasvasista del ejecutivo (Un antitrasvase
completamente inviable y disparatado,
30-08-2005). Por �ltimo, hace tres d�as el
presidente Camps azuz� una nueva manifestaci�n contra Zapatero
con las mismas argucias.
Los tres se equivocan. La actual
penuria cr�nica de agua en el litoral mediterr�neo no es un
fen�meno fortuito, sino la consecuencia directa de un modelo
econ�mico devastador. Cuando en un territorio al que la
naturaleza dot� de mucho sol y pocos recursos h�dricos se
injertan instalaciones tur�sticas para millones de visitantes y
se sobreexplota el suelo con multitud de campos de golf y con la
creaci�n en zonas des�rticas de vergeles artificiales y
complejos de ocio, lo l�gico es que el agua �un bien limitado,
no infinito� termine por escasear.
El derecho al agua es algo
consustancial a los seres humanos, pero no lo es si dicha
agua se utiliza para fomentar un desarrollismo a ultranza,
empe�ado en crecer sin fin a costa del entorno y de la
agricultura. En tales circunstancias, apelar a la hermandad
entre espa�oles y acusar de insolidarios a quienes se niegan a
cedernos parte de su agua para que sigamos sosteniendo un
crecimiento insostenible, equivale al pataleo del ni�o obeso que
se ha zampado diez pasteles y se enfada porque el hijo de la
vecina no quiere darle la mitad de su mendrugo de pan.
Camps, Franch y Rico optan por
nutrir la obesidad. En el caso del primero lo entiendo �vive del
cuento pol�tico�, pero me sorprende que los dos universitarios
del tr�o salten a los efectos sin analizar las causas de este
callej�n sin salida. El concepto neoliberal de �excedentes de
agua� mercantiliza un bien sagrado y oculta la obviedad de que
si los r�os van a la mar no es por capricho, sino porque existen
especies marinas que necesitan la riqueza org�nica que la
corriente transporta desde tierra adentro. �Habr� tambi�n ma�ana
excedentes de aire puro que exigirles a regiones menos
contaminadas que la nuestra?
Ignoro
si el PSOE cedi� a alg�n chantaje al derogar el trasvase, pero
ese argumento no lleva a ning�n sitio, pues el futuro es malo
con trasvase y sin �l. Todo lo que no sea romper con el modelo
econ�mico actual, decrecer hasta niveles sostenibles �algo que
los partidos pol�ticos, enredados en urgencias electorales, no
aceptar�n jam�s� y dar prioridad a la agricultura ecol�gica es
un remedio mucho peor que la enfermedad.