"Digan lo que digan", estuvo diciendo esta gente hasta el d�a de
su derrota, "el Plan Hidrol�gico Nacional se llevar� a cabo, por
cojones". As�, con testosterona verbal, se quitaban de en medio
a quienes no est�bamos de acuerdo y ten�amos la desfachatez de
manifestarlo. Si
hay algo que ha caracterizado a los gobiernos con mayor�a
parlamentaria en Espa�a desde la instauraci�n de la democracia,
ha sido sin duda el desprecio absoluto del rival, relegado sin
contemplaciones al papel de simple comparsa para cumplir el
expediente. La decisi�n de llevar a cabo el hoy difunto PHN se
basaba en la certeza estad�stica de la permanencia del Partido
Popular en el poder, hasta tal punto que antes de estas �ltimas
elecciones el gobierno licit� el 20% de las obras del acueducto
que se iba a construir.
Recapitulemos. El Ministerio de Medio
Ambiente del Partido Popular, de manera muy sospechosa, tramit�
el PHN en 2001 por v�a de urgencia parlamentaria sin realizar
evaluaciones previas sobre su impacto medioambiental ni llevar a
cabo el preceptivo proceso de informaci�n p�blica. Nada se
discuti�, ni siquiera para cubrir las apariencias. Luego, una
vez con la ley en el saco, pusieron en marcha el motor de la
propaganda institucional para vendernos el plan como un asunto
solidario (v�anse, entre otras, mis columnas Muerte de un r�o
del 21 de octubre de 2003
y
Contra Blasco del 2 de diciembre de 2003).
A
veces, sin embargo, existe eso que se ha dado en llamar justicia
po�tica y los malos de la pel�cula muerden el polvo, como en los
westerns de John Ford. El 14-M no s�lo signific� la emasculaci�n
simb�lica de una clase pol�tica de obscena entrepierna, sino
tambi�n el salvamento in extremis del r�o Ebro, puesto
que el nuevo gobierno socialdem�crata decidi� de inmediato
derogar el PHN. Lo cual no impide, por desgracia, que ese 20% de
las obras ya blindadas por el Partido Popular con sus socios
constructores �de quienes son el brazo pol�tico� se pueda
evitar. He aqu� un ejemplo paradigm�tico de c�mo el dinero
p�blico se utiliza para enriquecer a unos pocos.
Pero
volvamos al lenguaje testicular: desde el 14-M, durante el
escaso mes y medio que ha transcurrido, asistimos asombrados a
un cambio en el tono discursivo de estos malos perdedores. Como
por ensalmo, los cojones desaparecieron de sus labios y los
presidentes Camps y Valc�rcel y el gran manit� Javier Arenas,
todos ellos contrariados, hablan ahora de di�logo y concertaci�n
en torno al PHN, no sin amenazar al mismo tiempo al PSOE con la
v�a judicial. Qu� miedo.
�Acaso han descubierto una nueva manera
m�s civilizada de relacionarse con los dem�s? No lo creo as�. Mi
explicaci�n es otra: la p�rdida definitiva de ese expolio
encubierto que era el PHN ha encendido todas las alarmas en los
despachos de Iberdrola, Dragados, Obras y Proyectos y otras
constructoras. Iban a ser tantos los miles de millones de euros
que esos altos empresarios pensaban embolsarse en poco tiempo y
que ten�an ya casi en la mano, que ahora, desesperados, est�n
azuzando a la peper�a �su correa natural de transmisi�n� para
que trate al menos de salvar los muebles. Pero el problema es
que no hay nada que negociar. El Ebro es de todos los espa�oles,
no de unos cuantos. Nuestro.