Los
s�ntomas son indicios de que algo funciona mal en el organismo,
pero unos son m�s graves que otros, seg�n la enfermedad que los
origine. As�, no es lo mismo el dolor de una faringitis que el
de una �lcera de est�mago. Por otro lado, hay quienes parecen ir
en pos de la enfermedad: los psicoanalistas saben que algunas
actitudes se deben a un mecanismo suicida inconsciente. No ser�
yo quien diga que Michael Schumacher o El Juli desean poner fin
a sus d�as, pero me parece que hacer profesi�n de la velocidad o
ponerse ante un toro es flirtear con la muerte. La �nica
diferencia entre eso y pegarse un tiro es que el gatillo de la
pistola se deja en manos del azar.
Lo
que ha venido ocurriendo aqu� desde hace d�cadas con el
temerario desarrollismo del ladrillo forma parte de las
actitudes suicidas. La suspensi�n de pagos del parque tem�tico
Terra M�tica, aceptada ahora a tr�mite por una juez a pesar de
las maniobras de la corte zaplanera de los milagros �que medr�
hasta el �ltimo segundo en su desesperado esfuerzo por
sobrevivir�, ha sido el primer s�ntoma de la dolencia
autoinfligida que aqueja a la Comunidad Valenciana, un tumor del
tejido territorial que, en t�rminos cl�nicos, podr�amos
denominar "carcinoma ladrilloso".
El
cuerpo de la Comunidad Valenciana, v�ctima de la dinerofagia de
pol�ticos y especuladores, ha empezado ya a dar s�ntomas
preocupantes. Los an�lisis histol�gicos del �rgano
medioambiental y la radiograf�a del gasto p�blico indican que el
absceso de Terra M�tica amenaza con provocar la necrosis del
aparato endocrino presupuestario y necesita con urgencia un
drenaje quir�rgico del pus cartagenero, antibioterapia
intravenosa contra el bacilo del chanchullo y erradicaci�n de la
mala hierba Zaplanus vulgaris, que produce anemia estival
del erario por transfusi�n hemorr�gica de gl�bulos euros en el
mes de julio hacia iglesias de para�sos fiscales. El pron�stico
es grav�simo.
Pero
los caminos de la medicina son imprevisibles. Algunos onc�logos
especialistas en pelotazolog�a parecen haber escogido la
estrategia parad�jica de alimentar el c�ncer en vez de atajarlo,
con la esperanza de que su previsible implosi�n cure la
enfermedad: en la deshidratada e hipotensa Benidorm, donde
surgieron las primeras c�lulas ladrilleras malignas, se va a
construir el edificio residencial m�s alto del universo, Torre
Lugano, cuya erecci�n lo elevar� hasta los 238 metros de altura.
La base te�rica de una quimioterapia tan arriesgada es que
cuanto peor, mejor. Dado que la Comunidad Valenciana es ya el
ed�n terrenal del cemento armado con urbanizaciones sin fin, el
Oceanogr�fic y la Ciudad de las Artes y las Ciencias, se espera
que este nuevo falo profanador del cielo, con su irresistible
poder libidinoso, inyecte en la zona afectada un gotero continuo
de hormonas inversionistas que mantengan las constantes vitales
de la plusval�a.
Sin embargo, los m�dicos natur�patas
opinan lo contrario. Dicen que Benidorm es un cad�ver ambulante
condenado sin remisi�n a la insuficiencia tur�stica congestiva
con infarto agudo de ladrillocardio y andan ya redactando el
informe de la autopsia, en el que Torre Lugano aparecer� como la
�ltima met�stasis del carcinoma ladrilloso. Dios bendito.