Dicen (�ser� verdad?) que el pasado mes de
abril, ante el insostenible naufragio econ�mico del parque
tem�tico Terra M�tica, las compa��as inmobiliarias involucradas
en la zona alicantina encargaron un informe secreto a un grupo
de expertos en pelotazos financieros. Luego, el 5 de mayo, ambas
partes se citaron con discreci�n en un b�nker del mejor hotel de
Alicante. Sin embargo, muy en el estilo de las pel�culas de
g�ngsteres, hubo un fallo en la seguridad: una p�gina suelta del
informe termin� por error humano en la papelera del lujoso
retrete del b�nker. La mujer de la limpieza se la pas� entonces
a uno de los miles de enemigos mortales que Eduardo Zaplana �el
padre de Terra M�tica� se ha ido creando en su trayectoria hacia
el poder.
Hoy, lo que son las cosas, me ha llegado
por fax. Yo, ni pincho ni corto, s�lo la transcribo:
"...la situaci�n es catastr�fica. El hecho de que durante las
�ltimas cinco d�cadas un aut�ntico secarral como la costa de
Alicante, donde el agua es escasa, se haya convertido en foco de
atracci�n de millones de ciudadanos nacionales y extranjeros,
que buscan el sol, es ya de por s� un disparate ecol�gico. El
origen de esta masificaci�n urban�stica no es achacable a
Zaplana, pues se inici� mucho antes de su entrada en funciones,
durante el desarrollismo franquista, pero s� podemos afirmar que
�l la ha culminado. Naturalmente, nuestra misi�n no es sacar
conclusiones morales y, por eso, nos centraremos en c�mo seguir
obteniendo beneficios. Durante sus casi ocho a�os al frente de
la Generalidad, la pol�tica de Zaplana se centr� en impulsar
obras fara�nicas, subvencionadas en gran parte con dinero
p�blico, con el fin de promocionar en el entorno la especulaci�n
inmobiliaria, que es donde se gana el dinero. Tanto la Ciudad de
las Artes y las Ciencias como Terra M�tica se inscriben en dicho
principio. Pero Terra M�tica, que se ha tragado casi doscientos
millones de euros del contribuyente y ni siquiera cubre los
gastos diarios de operaci�n, est� condenada a la quiebra. �sta
puede llegar ahora, si no se obtienen fondos adicionales, o m�s
tarde, cuando se termine el petr�leo, lo cual, como acaba de
reconocer el New York Times, tendr� lugar en alg�n
momento a partir de 2015. Sin petr�leo, vendr� la hecatombe: se
acabar�n la electricidad, los autom�viles, la aviaci�n, la
industria, la vida tal como la hemos conocido. Por eso, nuestro
consejo en calidad de asesores econ�micos es que ustedes, los
empresarios de la construcci�n, traten de alargar el negocio del
ladrillo hasta que llegue ese instante fat�dico. En otras
palabras, sigan apretando las clavijas del gobierno auton�mico y
expriman el erario hasta el �ltimo c�ntimo..."
Dos semanas despu�s de aquel informe
secreto, la �nica salida que le queda a la Generalidad
Valenciana para evitar la suspensi�n de pagos de Terra M�tica
consiste en ceder a los bancos acreedores los terrenos de la
antigua Partida del Moralet, donde se asienta el parque (expropiados a�os atr�s a precio de saldo cuando Zaplana era
alcalde de Benidorm, tras un incendio criminal �nunca resuelto�
del antiguo pinar). Los bancos, a su vez, traspasar�n dichos
terrenos a la industria inmobiliaria, que har� con ellos lo
�nico que sabe hacer.