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                  La 
                  justicia olvidada: �Qu� pas� en Palestina?
                   
           
                  Kathleen Christison 
                  Traducido por Manuel Talens y 
                  Paloma Valverde A finales de agosto y bajo el patrocinio del 
                grupo Network of Spiritual Progressives, dirigido por 
                Michael Lerner, un grupo de dirigentes de organizaciones contra 
                la guerra celebraron una conferencia con el fin de planificar 
                una estrategia a largo plazo para el movimiento contra la 
                guerra. Los participantes, entre los que se encontraban 
                dirigentes de los grupos por la paz m�s conocidos de Estados 
                Unidos �United for Peace and Justice, Code Pink,
                Pax Christi, Department of Peace, y otros� as� 
                como el propio Lerner y los congresistas dem�cratas Lynn Woolsey 
                y Jim Moran. Hablaron de Iraq, desde luego, pero pr�cticamente 
                no hicieron m�s. Se habl� algo de �paz y justicia� en general, 
                una menci�n por encima para intentar detener una agresi�n a Ir�n 
                y muchas conversaciones sobre evitar las acciones en todos los 
                temas, lo que implica incluso Iraq, hasta que Woolsy y un par de 
                compa�eros progresistas intentaron manipular a los congresistas 
                dem�cratas indecisos para �respaldar� una retirada de Iraq. Esto 
                debe ser el nuevo concepto de oponerse a la guerra: no hacer 
                nada.  Pudiera creerse que todo est� bien en el 
                mundo. No se habl� sobre la agresi�n de Estados Unidos [EEUU] a 
                Afganist�n �lo que incluso el movimiento contra la guerra asume 
                como una �guerra buena�, pese al gran n�mero de civiles 
                inocentes, nunca recordados, que han asesinado all�. No se 
                habl� nada respecto a proteger a L�bano de los frecuentes 
                ataques israel�es y tampoco nada, desde luego, sobre apoyar los 
                derechos humanos y nacionales palestinos o luchar contra las 
                tremendas violaciones que de esos derechos comete Israel. En 
                resumen, nada sobre las tremendas injusticias que EEUU comete en 
                todo el mundo, fundamentalmente dentro de la llamada guerra 
                contra el terrorismo, y que el movimiento contra la guerra 
                ignora. Se trata de un movimiento pacifista pero, al parecer, no 
                es un movimiento por la justicia.  Curiosamente, dos de los ponentes �Lerner y 
                Rick Ufford-Chase, un representante de la Iglesia presbiteriana 
                estadounidense, que ahora dirigen organizaciones creadas tras 
                los intentos iniciales de poner encima de la mesa la cuesti�n 
                israelopalestina, salieron mal parados frente a una fuerte 
                oposici�n de los partidarios de Israel. Lerner cre� el 
                Network of Spiritual Progressives despu�s de que sus 
                Comunidades Tikkun se enfrentaran a una gran oposici�n 
                por parte de la comunidad jud�a frente a los intentos de 
                Tikkun de crear una v�a intermedia entre Israel y los 
                palestinos. Ufford-Chase fue el principal portavoz presbiteriano 
                cuando en 2004 la iglesia lanz� una campa�a para rechazar a las 
                empresas que apoyan la ocupaci�n israel�, pero en 2006 despu�s 
                de que la iglesia abandonara esa postura tras los duros ataques 
                de los partidarios de Israel, el Presbyterian Peace 
                Fellowship, liderado por Ufford-Chase, fund� una nueva 
                organizaci�n centrada espec�ficamente en Iraq, denominada 
                Christian Peace Witness for Iraq. El movimiento contra la guerra abandon� as� a 
                Palestina y a los palestinos en manos de la maquinaria de guerra 
                israeloestadounidense. Este abandono no es nuevo de ninguna 
                manera; simplemente con el paso del tiempo es cada vez m�s 
                injusto. [La organizaci�n] United for Peace and Justice [UFPJ] 
                siempre ha sido cauta al hablar en nombre de los palestinos. En 
                junio organizaron una manifestaci�n contra la ocupaci�n israel� 
                haci�ndola coincidir con el 40� aniversario de la ocupaci�n, 
                pero esto fue una mera formalidad, ya que la secci�n de la 
                p�gina web de UFPJ que se ocupa de la campa�a de paz 
                israelopalestina lleva sin actualizarse desde mediados de 2004.
                Pax Christi trabaja de modo regular el desarme nuclear, 
                de la Escuela de las Am�ricas, de Iraq, de la inmigraci�n, de 
                Hait� �como debe ser, desde luego� pero �y de Palestina? Apenas, 
                si es que se ocupa alguna vez. Y as�, salvo por algunas notables 
                excepciones, ocurre en todo el abanico de los movimientos por la 
                paz.  El �ltimo libro de Scott Ritter, titulado 
                Waging Peace, sobre la creaci�n de una estrategia para el 
                movimiento contra la guerra, no alude a la situaci�n tan 
                contraria a la paz en Palestina. MoveOn.org y otras 
                organizaciones pol�ticas apenas mencionan que alguna vez han 
                o�do hablar de Palestina. Ocurre lo mismo con emisiones 
                liberales de la radio estadounidense, en concreto con Thom 
                Hartmann y Randi Rhodes. Iniciativas populares como la 
                Declaraci�n de Paz no hacen menci�n de Palestina y la m�s que 
                previsible tragedia hacia la que se encamina. Ninguna de las 
                magn�ficas pel�culas sobre la agresi�n mundial del gobierno Bush 
                �ni Fahrenheit 9/11, ni Uncovered, ni Hijacking 
                Catastrophe, ni No End in Sight, ni ninguna de las 
                que se han estrenado en los �ltimos a�os� contiene una palabra 
                sobre el gran papel que juega Israel en la maquinaria 
                imperialista estadounidense o sobre la carta blanca que los 
                instigadores de la guerra estadounidenses han dado a Israel para 
                que intensifique su opresi�n contra los palestinos y asesine a 
                la naci�n palestina. Y �ste es el asunto clave: la maquinaria de 
                guerra de Israel forma parte esencial de la maquinaria de guerra 
                estadounidense. El asalto israel� a los palestinos forma parte 
                de la �guerra contra el terrorismo� estadounidense y EEUU e 
                Israel no van a una guerra en ning�n lugar de la regi�n sin una 
                estrecha coordinaci�n y cooperaci�n. EEUU hace posible la 
                ocupaci�n de Israel y la opresi�n de los palestinos; Israel 
                facilita y alienta la pol�tica de guerra de EEUU. Uno no act�a 
                sin el otro y el sufrimiento palestino no puede separarse de 
                ninguna de las atrocidades que esta maquinaria de guerra 
                perpetra en cualquier parte de Oriente Pr�ximo, ya sea en Iraq, 
                Afganist�n, L�bano o Ir�n. A pesar de que quienes apoyan a 
                Israel condenan rotundamente cualquier intento de relacionar a 
                Israel con la planificaci�n de la guerra de Iraq, no dudan en 
                asociar a los palestinos con los �terroristas� contra los cuales 
                se supone que se lucha en la guerra de Iraq y en la �guerra 
                contra el terrorismo�. En su nuevo libro sobre el grupo de presi�n 
                israel�, John Mearsheimer y Stephen Walt aportan pruebas 
                abrumadoras que demuestran el papel de Israel y sus cabilderos 
                en empujar y apoyar de manera entusiasta la guerra de Iraq. En 
                realidad, la guerra la anunciaron los neoconservadores como una 
                v�a hacia la capitulaci�n palestina (�El camino de Jerusal�n 
                pasa por Bagdad�) �la idea era que con la derrota y humillaci�n 
                de Sadam Husein y de Iraq, EEUU intimidar�a de tal forma a los 
                palestinos que se rendir�an con facilidad ante Israel. Pero la 
                comunidad de la paz evita sesudamente reconocer la relaci�n de 
                Israel con la guerra. Tambi�n ignora con aplicaci�n la realidad 
                de los v�nculos en la relaci�n entre EEUU e Israel cuando 
                argumenta que la guerra de Iraq es el tema urgente de esos d�as, 
                que es donde est�n asesinando estadounidenses y que es ah� donde 
                se deben concentrar los esfuerzos de las protestas. Una se 
                pregunta por qu� �la paz y la justicia� no le importaba a esta 
                comunidad pacifista antes de la guerra de Iraq, cuando los 
                palestinos llevaban ya d�cadas sufriendo la injusticia y la 
                opresi�n a manos de Israel y EEUU.  Fuera de EEUU, la interrelaci�n entre el 
                conflicto israelopalestino y la agitaci�n en el resto de la 
                regi�n se comprende perfectamente. Las encuestas de opini�n en 
                Europa y Oriente Pr�ximo han demostrado repetidamente que el 
                apoyo de EEUU a Israel es la causa principal del incremento del 
                sentimiento antiestadounidense en todas partes. En Irlanda, 
                seg�n public� en Haaretz James Bowen, presidente del 
                Comit� de Solidaridad con Palestina, �la indignaci�n� frente a 
                las injusticias que Israel perpetra contra los palestinos �y 
                especialmente la confiscaci�n de tierras y el derribo de 
                viviendas, que tanto recuerdan las pr�cticas brit�nicas de hace 
                un siglo en Irlanda� ha alcanzado �[�] tal grado, que incluso en 
                las m�s altas instituciones conservadoras, que normalmente 
                intentan evitar las cuestiones pol�ticas, han llegado a expresar 
                su preocupaci�n�. La Academia de artistas irlandeses, 
                patrocinada por el Estado, normalmente apol�tica, emiti� a 
                principios de este a�o un comunicado animando a los artistas 
                irlandeses y a las instituciones culturales a �reflexionar en 
                profundidad� antes de cooperar con los eventos culturales e 
                instituciones patrocinadas por el Estado de Israel. �[�] El odio 
                se extiende en todo el mundo�, escribe Bowen. Tambi�n en Reino 
                Unido, varias organizaciones han hecho llamamientos al boicot de 
                Israel en los �mbitos acad�micos, culturales y laborales. Pero 
                no en EEUU. A pesar de la indignaci�n en Irlanda, los boicots en 
                Reino Unido, el odio en todo el mundo por la opresi�n que 
                Israel, financiado por EEUU, ejerce contra otro pueblo, la 
                comunidad pacifista y el movimiento contra la guerra en EEUU es 
                inmutable. Las tremendas injusticias hacia los palestinos crean 
                poca preocupaci�n entre quienes se centran en el urgente 
                problema en Iraq. Sin embargo, el conflicto israelopalestino, 
                concretamente la desesperada situaci�n de los palestinos es 
                ahora, y lo ha sido mucho antes de que Iraq se convirtiera en un 
                tema urgente, la cuesti�n central en la pol�tica de Oriente 
                Pr�ximo, el inestable centro de la regi�n m�s inestable del 
                mundo. [Palestina] Supone el mayor agravio de los pueblos 
                �rabes, un agravio contra Israel como causante, y contra EEUU 
                como proveedor de armas y benefactor de Israel contra los 
                dirigentes de los estados �rabes que no han sido capaces de 
                ayudar o defender a los palestinos. El movimiento contra la 
                guerra ignora el tema m�s explosivo, el �nico que subraya todos 
                los dem�s, cuando apoya a los palestinos e ignora el tratamiento 
                cada vez m�s brutal de Israel. Apartar la mirada de Palestina es 
                apartar la mirada de la justicia hacia una paz falsa, y como 
                poco, incompleta. Por lo tanto, el movimiento contra la guerra 
                b�sicamente se contenta a s� mismo con protestar contra la 
                guerra de Iraq por razones egoc�ntricas, por el asesinato de 
                [soldados] estadounidenses y por el desv�o de enormes sumas de 
                dinero correspondientes a asuntos nacionales. El movimiento 
                contra la guerra refleja de muchas formas y ampliamente el 
                pensamiento y la percepci�n de la sociedad y el miedo entre los 
                activistas �as� como entre los pol�ticos dem�cratas� de que se 
                considere que no �apoyan a las tropas�, no apoyan de manera 
                adecuada a EEUU y, consecuentemente, no son debidamente 
                patri�ticos, es intenso y omnipresente porque la sociedad en 
                general ha establecido este tema como asunto central.  Pero un problema incluso mayor para el 
                movimiento contra la guerra es el miedo de que lo etiqueten 
                f�cilmente de terrorista e islamista. En una era en la que la 
                derecha inventa �el choque de civilizaciones� entre Occidente y 
                el mundo �rabe, y un discurso p�blico te�ido cada vez m�s de 
                prejuicios antimusulmanes, es sencillamente demasiado inc�modo 
                para muchos en la izquierda que los pillen en el lado equivocado 
                de las barricadas, exigiendo justicia para los palestinos o 
                �rabes y musulmanes. Los activistas contra la guerra temen que 
                se les asocie con la resistencia iraqu� e incluso m�s con los 
                palestinos, todos ellos considerados �resistentes� y 
                �terroristas� contra Israel. Muchos que nunca pusieron reparos a 
                que los tacharan de comunistas por apoyar al Viet Cong durante 
                la guerra de Vietnam ahora temen que se los etiquete de 
                islamofascistas (sea eso lo que sea) o de terroristas o, horror 
                de los horrores, de partidarios de la OLP. Que a uno lo 
                consideren partidario de los derechos de los musulmanes o de los 
                �rabes en un momento en el que los musulmanes se enfrentan a los 
                estadounidenses en Iraq y a los israel�es en Palestina y en 
                cualquier parte es sencillamente intolerable para la mayor parte 
                de la izquierda. Y de esta manera, la actitud de los 
                neoconservadores de Bush de nosotros contra ellos ha sobrepasado 
                de muchas formas tambi�n al movimiento contra la guerra, incluso 
                cuando ello implica permitir que florezca la injusticia.  
                Lo 
                primero, justicia Algunas personas lo llaman racismo. El m�sico 
                de jazz y activista israelobrit�nico Gilad Atzmon, un 
                irreverente antisionista que con frecuencia comenta sobre 
                asuntos de Oriente Pr�ximo, dio una conferencia en la 
                Universidad de Denver en abril [de 2007] [1] en la que castig� a 
                la sociedad occidental en general por su �indiferencia 
                colectiva� frente a los cr�menes cometidos en Oriente Pr�ximo 
                �[�] de nuestra parte y en nuestro nombre� y acus� al movimiento 
                contra la guerra de una autocomplacencia que los hace 
                indiferentes tambi�n a la peor de las injusticias. Remarc� que 
                existe un �[�] denominador com�n entre Palestina, Iraq y 
                Afganist�n� fundamentalmente atribuible a la influencia que 
                ejerce Israel y sus partidarios sobre la pol�tica 
                estadounidense. �[�] EEUU ha estado trabajando oficialmente como 
                una fuerza de Israel (�) que actualmente se enfrenta a �ltimos 
                reductos soberanos de la resistencia musulmana�. Atzmon acus� 
                c�usticamente a los estadounidenses y a los europeos en general 
                de preocuparse por los musulmanes s�lo �si dejan de ser 
                musulmanes�. La noci�n de una lucha de culturas y 
                civilizaciones, afirm�, tiene repercusi�n incluso dentro del 
                movimiento de solidaridad.  �[�] De manera natural, tendemos a esperar 
                que el sujeto de nuestra solidaridad asuma nuestros puntos de 
                vista mientras tiramos a la basura los suyos. De la misma manera 
                que Blair y Bush insisten en la democratizaci�n del mundo 
                musulm�n, nosotros, los denominados humanistas de izquierda, 
                tenemos diversos planes para la regi�n y sus pueblos. En Europa, 
                algunos marxistas arcaicos est�n convencidos de que 'la pol�tica 
                de la clase obrera' es la �nica postura posible ante el 
                conflicto y su soluci�n. Otros socialistas ilusos e igualitarios 
                hablan de liberar a los musulmanes de sus peculiaridades 
                religiosas. Los cosmopolitas dentro del movimiento de 
                solidaridad dir�an a los palestinos que el nacionalismo y la 
                identidad nacional pertenecen al pasado. Evidentemente, muchos 
                de nosotros queremos a los musulmanes y �rabes mientras act�en 
                como blancos europeos posilustrados�.  La sociedad occidental, incluido el 
                movimiento contra la guerra, denunci� Atzmon, �[�] se las ha 
                arreglado continuamente para no actuar por el pueblo de Iraq, 
                Palestina y Afganist�n�. Apoyar a los musulmanes es �[�] 
                probablemente una opci�n muy lejana para la mayor�a de los 
                occidentales�. No podemos aceptar �la alteridad� de los 
                musulmanes y, por lo tanto, �nos contentamos con ideolog�as de 
                paz a expensas del dolor de otros pueblos�.  Es una denuncia cruel, pero de hecho, la 
                verdad es que el movimiento contra la guerra hoy se preocupa muy 
                poco de la injusticia que sufren quienes son diferentes, de 
                aquellos considerados �el otro� y esto socava seriamente el 
                impacto del movimiento. Apenas se preocupa de todo lo relativo a 
                la justicia de quienes Israel considera sus enemigos. 
                Finalmente, se produce una peque�a atrocidad. El movimiento 
                contra la guerra necesita un nuevo planteamiento, centrado en 
                lograr una justicia universal alrededor del primer mundo, como 
                un requisito previo para una paz verdadera. S�lo este nuevo 
                enfoque puede lograr los objetivos de la comunidad pacifista.
                 Cuando el 27 de agosto CounterPounch public� 
                el art�culo de Bill Christison's A Global Justice Movement 
                [2], recibi� numerosos comentarios favorables que indicaban que 
                el concepto de �justicia como requisito previo a la paz� o 
                �justicia antes que paz� era una idea nueva y revolucionaria, 
                que para mucha gente surg�a como una especie de epifan�a. Esto 
                indica hasta qu� punto la justicia no tiene cabida en el 
                pensamiento de los ciudadanos de a pie y de los activistas por 
                la paz. No deber�a ser un concepto nuevo. Hubo pocos cr�ticos que manifestaran que la 
                idea de situar la paz en una posici�n secundaria tras la 
                justicia era err�nea, porque Gandhi y Martin Luther King siempre 
                hab�an trabajado por la paz. Pero esto supone un malentendido 
                respecto al pensamiento y los objetivos gandhianos. Ghandi, de 
                forma muy evidente, no lucho por la paz a expensas de la 
                injusticia, por la paz a cualquier precio. Ya hab�a hecho eso; 
                en India hab�a paz bajo el gobierno brit�nico, pero no era s�lo 
                eso. La esencia del satyagraha [3] de Gandhi y del 
                movimiento por los derechos civiles de [Martin Luther] King, era 
                la resistencia a la injusticia mediante la desobediencia civil 
                no violenta; exactamente y en otras palabras, alterar la paz 
                llevando a cabo acciones no violentas contra leyes injustas. Pero la idea de justicia en primer lugar es 
                una idea nueva para la mayor�a de las personas. Pensemos en 
                cuantas organizaciones contra la guerra mencionan s�lo paz o 
                �paz y justicia�, y en qu� orden, en los nombres de sus 
                organizaciones. Me viene a la cabeza United for Peace and 
                Justice. Pero �qu� ocurre si alteramos las prioridades y por 
                el contrario hablamos de �justicia y paz�? Pensemos en el tan 
                promocionado �proceso de paz� de Oriente Pr�ximo como en el 
                �proceso de justicia� de Oriente Pr�ximo y tendremos una nueva 
                visi�n sobre el asunto, lo que nos obligar� a reconocer que �sin 
                importar cu�nto podamos hablar de �paz y justicia�� a pocos de 
                nosotros nos ha importado en demas�a la justicia, la otra mitad 
                de la ecuaci�n; y la justicia deja de ser una preocupaci�n 
                cuando quien comete la injusticia es Israel; pocos, incluso en 
                la activa comunidad por la paz y contra la guerra, se ocupar�n 
                de alguna manera de la injusticia israel�. El movimiento contra 
                la guerra es una �comunidad por la paz a cualquier precio�, y 
                para la mayor�a de los activistas lograr la paz sin conseguir 
                una justicia verdadera para todos los pueblos del mundo ser�a 
                suficiente. Pero el mero alto el fuego no es la paz. La 
                justicia no acompa�a simplemente a la paz como una especie de 
                beneficio colateral; hay que trabajar activamente por la 
                justicia y se debe conseguir antes de que pueda existir una paz 
                verdadera. La paz es un concepto vac�o sin la justicia. Los 
                oprimidos nunca apelar�n a la paz; su lucha es siempre por la 
                justicia. Terminar la guerra en Iraq sin lograr justicia para el 
                pueblo iraqu� no traer� una paz verdadera y, los que es m�s 
                importante todav�a, acabar con el papel de EEUU en Iraq 
                definitivamente no llevar� justicia o paz verdadera al pueblo 
                palestino.  El concepto de �injusticia� no es f�cil de 
                definir, pero hay desde luego m�nimos de justicia en las leyes y 
                costumbres internacionales que limitan el concepto y establecen 
                una definici�n consensuada f�cilmente comprensible. El cuerpo de 
                la leyes internacionales sobre Derechos Humanos, aprobado tras 
                la Segunda guerra mundial es una gu�a esclarecedora para 
                asegurar la dignidad y valor de los individuos y para garantizar 
                los derechos que �[�] se consideran vitales para la vida en una 
                sociedad justa�, como afirma B�Tselem, la organizaci�n israel� 
                por los derechos humanos [4]. Esas leyes incluyen la Declaraci�n 
                Universal de los Derechos Humanos de 1948, que define los 
                derechos de los individuos y las obligaciones de los Estados 
                hacia esos individuos, as� como varias cl�usulas y convenciones 
                sobre derechos pol�ticos y civiles. Adem�s, las leyes 
                humanitarias, tales como las Convenciones de La Haya y de 
                Ginebra, regulan las pr�cticas en guerra, concretamente el 
                comportamiento de los combatientes y los poderes ocupantes en 
                tiempo de guerra.  M�nimos similares para la �paz� no existen ni 
                en la ley ni en la costumbre. �Paz� significa una cosa diferente 
                para cada uno y la paz de una persona es con frecuencia la 
                injusticia de otra. Para Israel la paz significa seguridad, 
                incluso si �y sobre todo� si se desfavorece a los palestinos y 
                se les niega la justicia. Para los palestinos la paz significa 
                la reparaci�n de las injusticias cometidas contra ellos durante 
                casi 60 a�os. Muchas de las batallas hist�ricas m�s �picas 
                por el bien no han sido luchas por la paz sino por la justicia. 
                �Por qu�, por ejemplo, los humanistas se han opuesto a la 
                intolerancia y al racismo en la �poca moderna? Fundamentalmente 
                no porque esas violaciones b�sicas de la dignidad humana impidan 
                la paz, sino porque violan los m�nimos comunes [establecidos] de 
                justicia. La Sud�frica blanca vivi� pac�ficamente durante la 
                mayor parte del per�odo del apartheid. Los esclavistas 
                sure�os en la preguerra civil de EEUU viv�an en paz mientras 
                oprim�an a los negros. Israel ha disfrutado de paz durante casi 
                60 a�os, incluso mientras despose�a al pueblo palestino, ocupaba 
                territorio palestino, asesinaba y llevaba a cabo una limpieza 
                �tnica. Pero los negros de Sud�frica, los esclavos de EEUU no 
                tuvieron justicia a pesar de vivir en paz. Los palestinos no han 
                tenido justicia desde la creaci�n de Israel. Si consideramos la justicia como la prioridad 
                fundamental y permitimos que los principios de justicia sean la 
                gu�a en la consecuci�n del fin justo y pac�fico del conflicto 
                israelopalestino, obtendremos un punto de vista m�s claro de la 
                situaci�n y de la �nica v�a de soluci�n. Volveremos 
                inevitablemente a 1948 y a la limpieza �tnica de palestinos, el 
                �nico momento y acontecimiento donde la justicia reestablecida 
                podr�, en �ltima instancia, resolver este conflicto. La 
                privaci�n [de la tierra] a los palestinos es una injusticia 
                fundamental de la que han emanado todas las subsiguientes 
                injusticias, una injusticia que �nicamente se puede reparar con 
                un acuerdo mutuo sobre el derecho al retorno de los palestinos. 
                �sta es la �nica v�a para la paz verdadera. Es importante 
                comprender que Israel existe como un Estado jud�o s�lo porque se 
                fund� en 1948 sobre una tremenda injusticia contra el pueblo 
                palestino. Tambi�n es b�sico entender que los jud�os no van a 
                ser �arrojados al mar� si se pone fin al sionismo y a sus 
                injusticias �desmantelar el apartheid en Sud�frica ya no 
                signific� arrojar a los blancos al mar (v�ase el ap�ndice para 
                una descripci�n m�s espec�fica sobre la manera en la que Israel 
                comete injusticias contra los palestinos). El historiador israel� Ila Pappe, en su libro 
                de 2004 A History of Modern Palestine �una historia de 
                lucha en Palestina desde la perspectiva de los palestinos, que 
                destaca como un tipo de versi�n Israel� de la cl�sica A 
                People�s History of the United Status de Howard Zinn� afirma 
                que: �[�] Para que cualquier iniciativa de paz tenga �xito, el 
                capitulo de la expropiaci�n palestina tiene que cerrarse�. Lejos 
                de cerrar este cap�tulo, se�ala, el proceso de paz de Oslo ped�a 
                a los palestinos que se olvidaran de esta expropiaci�n, �[�] la 
                �nica raz�n para su lucha desde 1948�. Pappe, que es un 
                historiador con un extra�o sentido de la compasi�n e incluso un 
                raro sentido de la justicia, sigue vislumbrando un futuro de 
                justicia y paz para los palestinos y jud�os en Palestina: �[�] 
                reconocer el verdadero acto de desposeimiento �con la aceptaci�n 
                por principio del derecho al retorno de los refugiados 
                palestinos� ser�a el acto crucial que abrir�a la puerta de la 
                resoluci�n del conflicto. Un di�logo directo entre los 
                despose�dos y el Estado que los expuls� podr�a avivar el 
                discurso de paz y podr�a llevar a las personas e igualmente a 
                sus dirigentes a reconocer la necesidad de buscar una estructura 
                pol�tica de unidad que, en diferentes momentos de hist�ricos de 
                este proceso, ha parecido posible�. Esta es la esperanza y la promesa de justicia 
                acordada por ambas partes.  En este pa�s [EEUU], Palestina supone un reto 
                para el movimiento contra la guerra. La situaci�n palestina es 
                una cat�strofe humana monstruosa de alcance literalmente 
                impresionante. Hasta que el movimiento contra la guerra no 
                empiece a buscar justicia para los palestinos y no simplemente 
                alg�n tipo de �paz� vaga, indefinida y muy politizada, nunca 
                ser� respetado en el mundo. �nicamente cuando empiece a 
                protestar sinceramente contra la injusticia perpetrada contra 
                todos los pueblos del mundo, con independencia de su etnia y 
                religi�n �sean palestinos, iraqu�es, israel�es, estadounidenses, 
                o cualesquiera que sean� el mundo no considerar� a los 
                estadounidenses personas honradas. Hasta que llegue ese d�a, el 
                mundo tiene que esperar que la injusticia aumente. La cat�strofe 
                producida, creada por las pol�ticas de EEUU, s�lo empeorar�, las 
                guerras no tendr�n fin y nunca se lograr� la paz.  Ap�ndice: Un cat�logo de injusticias Por decirlo de manera sencilla, Israel 
                �animado y apoyado moral, pol�tica y econon�micamente por EEUU� 
                est� cometiendo una grave injusticia con el pueblo palestino, y 
                lo lleva haciendo desde hace 60 a�os. La primera y m�s dolorosa 
                injusticia acaeci� en 1948, cuando 750.000 palestinos fueron 
                obligados a abandonar sus hogares �ya fuera por los combates en 
                sus ciudades y pueblos o porque fueron expulsados 
                deliberadamente por las fuerzas israel�es/sionistas � y ni se 
                les permiti� volver a sus casas ni se les compens�. Ilan Pappe, 
                en su �ltimo libro The Ethnic Cleansing of Palestine, 
                describe de forma cruda los detalles la cuidadosa puesta en 
                escena y la eficaz puesta en marcha de los planes para la 
                expulsi�n de los palestinos y su desposeimiento. Hasta que esos 
                refugiados, que ahora con sus descendientes superan los cuatro 
                millones, reciban justicia permiti�ndoles volver o se les 
                compense mediante una f�rmula acordada por ambas partes, ni los 
                palestinos ni los israel�es gozar�n de una verdadera paz y 
                estabilidad.  La resoluci�n de la Asamblea General de 
                Naciones Unidas 194 de diciembre de 1948 �que declara que a los 
                refugiados palestinos �[...] que deseen volver a sus hogares y 
                vivir en paz con sus vecinos, se les debe permitir hacerlo en la 
                fecha m�s pronta posible� o se les debe compensar� fue la 
                primera de las numerosas declaraciones internacionales de lo que 
                ha venido denominando el derecho al retorno de los palestinos. 
                Ni se impartir� justicia ni se lograr� la paz hasta que este 
                asunto se resuelva de manera equitativa y democr�tica, de una 
                forma satisfactoria en relaci�n con los derechos humanos y a las 
                aspiraciones nacionales tanto de los palestinos, incluidos los 
                que viven en campos de refugiados fuera de Palestina, como de 
                los israel�es jud�os.  Desde la creaci�n de Israel en 1948, la 
                justicia para los israel�es se ha producido a costa de una 
                sucesi�n de injusticias para los palestinos. En la actual 
                Palestina-Israel, son los palestinos quienes viven sin justicia. 
                Simplemente en virtud del hecho de que Israel goza de un 
                absoluto dominio sobre los palestinos y sobre toda la tierra 
                palestina, no puede existir una completa e imparcial justicia 
                para los palestinos. La falta de justicia en la dominaci�n de 
                Israel sobre los palestinos es patente cuando se examinan los 
                aspectos individuales de la situaci�n palestina. La exigencia de 
                la comunidad internacional, por ejemplo, de que la autoridad 
                palestina en el gobierno acepte tres precondiciones para la 
                negociaci�n �reconocimiento del derecho a la existencia de 
                Israel, renuncia a la violencia y adhesi�n a los acuerdos 
                israelopalestinos pasados� sin una rec�proca aceptaci�n por 
                parte de Israel de las mismas condiciones no es justicia 
                imparcial. La paz verdadera no se puede lograr hasta que a 
                Israel no se le exija que imparta una justicia equitativa a los 
                palestinos sobre estos aspectos a trav�s del reconocimiento del 
                derecho a existir del pueblo palestino como una naci�n viable, 
                la renuncia a su propia violencia y el pacto de adherirse a 
                todos los acuerdos del pasado.  Mientras Israel mantenga en Cisjordania el 
                control de la tierra y de la propiedad expropiada, a personas y 
                comunidades palestinas de manera unilateral y sin compensaci�n, 
                para la construcci�n de asentamientos y carreteras para uso 
                exclusivo de los ciudadanos jud�os de Israel, tambi�n se viola 
                la justicia. La confiscaci�n de la tierra de un individuo sin 
                indemnizaci�n, para cualquier uso, y concretamente para el uso 
                exclusivo de una poblaci�n concreta �tnica o religiosa, no puede 
                definirse como justicia imparcial. La paz no ser� posible hasta 
                que esta terrible injusticia se rectifique primero. La 
                organizaci�n israel� Peace Now public� el noviembre de 
                2006 un informe, actualizado en marzo de 2007, sobre la 
                construcci�n de colonias o asentamientos israel�es, en tierras 
                de propiedad privada palestinas. El informe, titulado G-U-I-L-T-Y!: Construction of Settlements upon 
                Private Land � Official Data [5], 
                concluye que casi un 32% de la tierra incautada para 
                asentamientos es en realidad tierra de propiedad individual 
                palestina. Un total de 131 colonias israel�es se asientan total 
                o parcialmente en tierra palestina de propiedad privada. Un 
                informe anterior de Peace Now, titulado Apartheid 
                Roads [6], publicado en octubre de 2005, describe la extensa 
                red de carreteras de acceso limitado en toda Cisjordania 
                construidas tambi�n en tierra palestina, y accesibles s�lo para 
                los israel�es, que comunican las colonias israel�es entre s�. Pr�cticamente todos los aspectos de la 
                continuada presencia y del control de Israel en los 
                [territorios] ocupados Jerusal�n Este, Cisjordania y Gaza, priva 
                en �ltima instancia a los palestinos de justicia tal y como se 
                define en la legislaci�n internacional sobre Derechos Humanos. 
                La legalidad internacional exige, por ejemplo, que Israel como 
                poder ocupante respete el derecho de los palestinos a la libre 
                circulaci�n en los Territorios Ocupados. La Declaraci�n 
                Universal de los Derechos Humanos reconoce este derecho, as� 
                como la Convenci�n internacional sobre derechos pol�ticos y 
                civiles. La organizaci�n de derechos humanos israel� B�Tselem ha 
                publicado un informe titulado Restricciones de Movimiento 
                [7] relativo a estos y a otros derechos que les son negados a 
                los palestinos. El informe tambi�n contiene enlaces a las leyes 
                internacionales pertinentes. En agosto de 2007, se public� un 
                informe m�s reciente tituladoGround to a Halt: Denial of Palestinians' Freedom 
                of Movement in the West Bank [8]. Otro informe m�s completo de B�Tselem, 
                titulado Internacional Law [9], describe c�mo se aplica 
                la legalidad internacional en los Territorios Ocupados. El 
                informe aporta enlaces a un abanico de leyes internacionales 
                humanitarias y de Derechos Humanos, incluidas las cuatro 
                Convenciones de Ginebra de 1949, que establecen la protecci�n de 
                los civiles durante la guerra y bajo la ocupaci�n (y que Israel 
                firm�). La IV Convenci�n de Ginebra relativa a la protecci�n de 
                los civiles en tiempos de guerra es de aplicaci�n concreta a los 
                palestinos que viven en los Territorios Ocupados y a la conducta 
                del ocupante israel�. [La convenci�n] Proh�be, entre otras 
                pr�cticas, el castigo colectivo, la deportaci�n de la poblaci�n 
                ocupada, el asentamiento de poblaci�n ocupante en el territorio 
                ocupado y la confiscaci�n de la propiedad que pertenece a la 
                poblaci�n ocupada �todo lo que Israel ha llevado a cabo en los 
                ocupados Jerusal�n Este, Cisjordania y Gaza. El muro de separaci�n que Israel lleva 
                construyendo desde 2002 dentro de la Cisjordania ocupada 
                constituye una grave violaci�n de los derechos humanos de los 
                palestinos y una injusticia. El muro �que en su mayor parte 
                abarca una extensi�n de entre 47 y 94 metros, con caminos para 
                las patrullas, trincheras y alambradas de espino a ambos lados 
                de una barrera electrificada, y en las zonas urbanas un muro de 
                hormig�n armado de algo m�s de ocho metros de altura�est� 
                construido en su totalidad en tierra palestina dentro de los 
                Territorios Ocupados. El muro ha incautado aproximadamente el 
                10% de Cisjordania, que ha pasado al lado israel�, la mayor 
                parte de la cual resulta inaccesible para los palestinos. Muchos 
                pueblos palestinos han quedado aislados de sus tierras de 
                cultivo a causa del muro. Alrededor de unas 50 comunidades 
                palestinas, compuestas por 245.000 personas, est�n rodeadas por 
                el muro por tres partes, en algunos casos por cuatro; s�lo est� 
                permitido entrar o salir de alguna de estas comunidades andando, 
                mientras que al resto [de las comunidades] s�lo se puede acceder 
                por una carretera controlada por los israel�es. M�s de la mitad 
                �hasta el 90% seg�n algunas estimaciones� de los pozos de agua 
                potable palestinos han quedado en el lado israel�. Se han 
                demolido muchos hogares palestinos para la construcci�n del 
                muro. El muro rodea la Jerusal�n �rabe ocupada, lo 
                que deja a unos 200.000 palestinos jerusalemitas en el lado 
                israel� del muro y los a�sla del interior de Cisjordania. El 
                muro que rodea Jerusal�n tambi�n a�sla a la mayor�a de los 
                palestinos de Cisjordania de su capital religiosa, pol�tica y 
                econ�mica en Jerusal�n. Adem�s, el muro afecta directamente a 
                medio mill�n de palestinos, porque a�sla a la gente de los 
                colegios, de sus trabajos, hospitales y destruye el comercio. La 
                organizaci�n israel� de derechos humanos B�Tselem ha publicado 
                un detallado informe titulado Separation Barrier [10], 
                que consta de varios apartados sobre las consecuencias del muro.
                 En julio de 2004, el Tribunal Internacional 
                de Justicia de Naciones Unidas declar�, por 14 votos a 1 (el 
                �nico en contra fue el juez estadounidense) que la construcci�n 
                del muro es �[�] contraria a la legislaci�n internacional� [11]. 
                Israel ha desafiado el mandamiento judicial del Tribunal 
                Internacional de Justicia. La paz no es posible mientras se 
                mantenga la injusticia del muro. La paz no puede existir cuando 
                un pueblo considera que necesita un muro de cualquier tipo entre 
                ellos y sus vecinos. La construcci�n del muro bien adentrado en 
                territorio vecino es una injusticia a�n mayor y el muro seguir� 
                siendo un obst�culo insuperable para la paz a menos que se 
                destruya o a menos que se reubique completamente dentro de las 
                fronteras reconocidas de Israel.  Adem�s un muro rodea el diminuto territorio 
                de Gaza, de algo m�s de 336 kil�metros cuadrados, y as� ha sido 
                desde el inicio del �proceso de paz� de Oslo, a principios de la 
                d�cada de 1990. A pesar de la llamada retirada de Israel de Gaza 
                en 2005 y del levantamiento de los colonos y soldados israel�es, 
                Israel mantiene un control total sobre Gaza y literalmente 
                mantiene en prisi�n a 1,3 millones de habitantes. La densidad de 
                la poblaci�n de Gaza hace de ella uno de los lugares m�s 
                poblados de la tierra. Israel controla los cuatro puntos 
                cardinales, no s�lo las fronteras norte y este con Israel, sino 
                adem�s la frontera sur con Egipto y la l�nea de costa 
                mediterr�nea. El espacio a�reo de Gaza tambi�n lo controla 
                Israel y no hay ning�n puerto ni aeropuerto en servicio. Ni la 
                gente ni las mercanc�as pueden entrar o salir de Gaza sin 
                permiso israel� y en per�odos de tiempo que Israel considera de 
                crisis, los pasos de entrada y salida se cierran absolutamente, 
                a veces durante semanas enteras, de manera que las importaciones 
                fundamentales como los alimentos, se retienen; los productos 
                para la exportaci�n, hechos por encargo, se retienen; los 
                habitantes de Gaza no pueden salir por ninguna circunstancia, lo 
                que incluye tratamiento m�dico o asistir al colegio. Israel 
                controla, y a veces retiene, el suministro de gas y electricidad 
                de Gaza. BT�selem ha publicado un detallado informe sobre la 
                situaci�n de Gaza titulado The Gaza Strip after Disengagement 
                [12]. Los palestinos cometen injusticias contra los 
                israel�es, fundamentalmente con atentados suicidas contra los 
                civiles y con el lanzamiento de cohetes en zonas de civiles 
                israel�es, actos que deben condenarse, pero sin una autoridad 
                soberana que gobierne, sin control de seguridad o judicial sobre 
                Israel o los israel�es y muy pocos medios para de ejercer un 
                control de seguridad, incluso sobre la poblaci�n palestina, los 
                palestinos son incapaces de cometer la clase de sistem�ticas 
                violaciones de la justicia que Israel perpetra contra ellos. A 
                pesar de los ataques palestinos contra los civiles se han de 
                condenar, la justicia y la equidad dictan que el terrorismo 
                contra los civiles que perpetra el gobierno de Israel debe ser 
                igualmente condenado, junto con las violaciones israel�es de los 
                derechos humanos de los palestinos.  Como un principio de justicia, los palestinos 
                tienen derecho a resistir la dominaci�n de Israel. El Protocolo 
                adicional 1 de las Convenciones de Ginebra considera leg�tima la 
                lucha contra la �[�] dominaci�n colonial y la ocupaci�n 
                extranjera y contra los reg�menes racistas� como parte del 
                derecho de cualquier pueblo a su autodeterminaci�n [13]. John 
                Quigley, abogado de Ohio experto en legalidad internacional, en 
                su libro de 2005 titulado The Case for Palestine: An 
                Inetrnational Law Perspective, fundamenta legalmente 
                el caso de la resistencia palestina. Quigley se�ala sin lugar a 
                dudas que la legalidad internacional, tal y como se refleja en 
                la Carta de Naciones Unidas y que se repite en las resoluciones 
                del Consejo de Seguridad y de la Asamblea de Naciones Unidas, 
                reafirma el derecho de los pueblos a su autodeterminaci�n y a 
                resistir contra las violaciones de ese derecho por todos los 
                medios necesarios, lo que incluye la fuerza, pero excluye los 
                ataques a civiles. Considerando otros casos de dominaci�n 
                extranjera sobre pueblos coloniales, el Consejo de Seguridad ha 
                reconocido incluso un derecho superior de las organizaciones 
                guerrilleras para utilizar la fuerza contra los poderes 
                coloniales y en resoluciones de la d�cada de 1970, respecto a 
                represalias israel�es contra las incursiones de la guerrilla 
                palestina, el Consejo consider� a esta �ltima estar dentro de la 
                ley y �[�] considerarlos como ataques de un pueblo colonizado 
                investido del derecho a la autodeterminaci�n�, seg�n Quigley. Baruch Kimmerling, el �ltimo soci�logo y 
                comentarista pol�tico israel�, que escrib�a en Haaretz 
                poco despu�s de que empezara la intimada de al-Aqsa en 2000, 
                afirmaba el derecho de los palestinos a oponerse a la ocupaci�n 
                por la fuerza. Las �[�] permanentes circunstancias de ocupaci�n 
                y represi�n, les da [a los palestinos], el derecho, se mire por 
                donde se mire, a resistir esa ocupaci�n por cualquier medio a su 
                disposici�n y a levantarse con violencia contra esa ocupaci�n. 
                Es un derecho moral inherente a la ley natural y a la 
                legislaci�n internacional�.  Notas de la autora y 
                de los traductores:1. El texto 
                original en ingl�s puede consultarse en:
                
                
                
                http://www.gilad.co.uk/html%20files/jazz&jihad.html 2. El texto 
                original en ingl�s puede consultarse en:
                
                
                
                http://www.counterpunch.org/christison09202007.html
 3. Literalmente la 
                fuerza de la verdad o la b�squeda de la verdad.
 4. El texto original en ingl�s puede consultarse en:
                
                
                
                http://www.btselem.org/English/International_Law/Index.asp
 5. El texto original 
                en ingl�s puede consultarse en:
                
                
                
                www.peacenow.org.il/data/SIP_STORAGE/files/6/2846.doc
 6. El texto original 
                en ingl�s puede consultarse en:
                
                
                
                http://www.peacenow.org.il/site/en/peace.asp?pi=195&docid=1513
 7. El texto original 
                en ingl�s puede consultarse en:
                
                
                
                http://www.btselem.org/English/Freedom_of_Movement/
 8. El texto original 
                en ingl�s puede consultarse en:
                
                
                
                http://www.btselem.org/english/Publications/Summaries/20070807_Ground_to_a_Halt.asp
 9. El texto original 
                en ingl�s puede consultarse en:
                
                
                
                http://www.btselem.org/English/International_Law/Index.asp
 10. El texto 
                original en ingl�s puede consultarse en:
                
                
                
                http://www.btselem.org/English/Separation_Barrier/
 11. El texto original en 
                ingl�s puede consultarse en: 
                
                
                http://www.icj-cij.org/docket/index.php?pr=71&code=mwp&p1=3&p2=4&p3=6&case=131&k=5a
 12. El texto 
                original en ingl�s se puede consultar en:
                
                
                http://www.btselem.org/English/Gaza_Strip
 13. El texto 
                original en ingl�s se puede consultar en:
                
                
                http://www.unhchr.ch/html/menu3/b/93.htm
 
 
 
 
                
                Fuente: 
                
                
                
                http://www.counterpunch.org/christison09202007.html
 Art�culo original 
                publicado el 20 de septiembre de 2007
 
 Sobre la autora
 
 Paloma Valverde es miembro de Cubadebate, 
                Rebeli�n e IraqSolidaridad, Manuel Talens es miembro de 
                Cubadebate, Rebeli�n y Tlaxcala, 
                la red de traductores por la diversidad ling��stica. Esta 
                traducci�n se puede reproducir libremente a condici�n de 
                respetar su integridad y mencionar a sus autores y la fuente.
 
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                http://www.tlaxcala.es/pp.asp?reference=3833&lg=es
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        Kathleen Christison en espa�ol (4 de octubre de 2007) |  |