El escritorio de Manuel Talens

El traductor activista

La justicia olvidada: �Qu� pas� en Palestina?

Kathleen Christison

Traducido por Manuel Talens y Paloma Valverde

A finales de agosto y bajo el patrocinio del grupo Network of Spiritual Progressives, dirigido por Michael Lerner, un grupo de dirigentes de organizaciones contra la guerra celebraron una conferencia con el fin de planificar una estrategia a largo plazo para el movimiento contra la guerra. Los participantes, entre los que se encontraban dirigentes de los grupos por la paz m�s conocidos de Estados Unidos �United for Peace and Justice, Code Pink, Pax Christi, Department of Peace, y otros� as� como el propio Lerner y los congresistas dem�cratas Lynn Woolsey y Jim Moran. Hablaron de Iraq, desde luego, pero pr�cticamente no hicieron m�s. Se habl� algo de �paz y justicia� en general, una menci�n por encima para intentar detener una agresi�n a Ir�n y muchas conversaciones sobre evitar las acciones en todos los temas, lo que implica incluso Iraq, hasta que Woolsy y un par de compa�eros progresistas intentaron manipular a los congresistas dem�cratas indecisos para �respaldar� una retirada de Iraq. Esto debe ser el nuevo concepto de oponerse a la guerra: no hacer nada.

Pudiera creerse que todo est� bien en el mundo. No se habl� sobre la agresi�n de Estados Unidos [EEUU] a Afganist�n �lo que incluso el movimiento contra la guerra asume como una �guerra buena�, pese al gran n�mero de civiles inocentes, nunca recordados, que han asesinado all�. No se habl� nada respecto a proteger a L�bano de los frecuentes ataques israel�es y tampoco nada, desde luego, sobre apoyar los derechos humanos y nacionales palestinos o luchar contra las tremendas violaciones que de esos derechos comete Israel. En resumen, nada sobre las tremendas injusticias que EEUU comete en todo el mundo, fundamentalmente dentro de la llamada guerra contra el terrorismo, y que el movimiento contra la guerra ignora. Se trata de un movimiento pacifista pero, al parecer, no es un movimiento por la justicia.

Curiosamente, dos de los ponentes �Lerner y Rick Ufford-Chase, un representante de la Iglesia presbiteriana estadounidense, que ahora dirigen organizaciones creadas tras los intentos iniciales de poner encima de la mesa la cuesti�n israelopalestina, salieron mal parados frente a una fuerte oposici�n de los partidarios de Israel. Lerner cre� el Network of Spiritual Progressives despu�s de que sus Comunidades Tikkun se enfrentaran a una gran oposici�n por parte de la comunidad jud�a frente a los intentos de Tikkun de crear una v�a intermedia entre Israel y los palestinos. Ufford-Chase fue el principal portavoz presbiteriano cuando en 2004 la iglesia lanz� una campa�a para rechazar a las empresas que apoyan la ocupaci�n israel�, pero en 2006 despu�s de que la iglesia abandonara esa postura tras los duros ataques de los partidarios de Israel, el Presbyterian Peace Fellowship, liderado por Ufford-Chase, fund� una nueva organizaci�n centrada espec�ficamente en Iraq, denominada Christian Peace Witness for Iraq.

El movimiento contra la guerra abandon� as� a Palestina y a los palestinos en manos de la maquinaria de guerra israeloestadounidense. Este abandono no es nuevo de ninguna manera; simplemente con el paso del tiempo es cada vez m�s injusto. [La organizaci�n] United for Peace and Justice [UFPJ] siempre ha sido cauta al hablar en nombre de los palestinos. En junio organizaron una manifestaci�n contra la ocupaci�n israel� haci�ndola coincidir con el 40� aniversario de la ocupaci�n, pero esto fue una mera formalidad, ya que la secci�n de la p�gina web de UFPJ que se ocupa de la campa�a de paz israelopalestina lleva sin actualizarse desde mediados de 2004. Pax Christi trabaja de modo regular el desarme nuclear, de la Escuela de las Am�ricas, de Iraq, de la inmigraci�n, de Hait� �como debe ser, desde luego� pero �y de Palestina? Apenas, si es que se ocupa alguna vez. Y as�, salvo por algunas notables excepciones, ocurre en todo el abanico de los movimientos por la paz.

El �ltimo libro de Scott Ritter, titulado Waging Peace, sobre la creaci�n de una estrategia para el movimiento contra la guerra, no alude a la situaci�n tan contraria a la paz en Palestina. MoveOn.org y otras organizaciones pol�ticas apenas mencionan que alguna vez han o�do hablar de Palestina. Ocurre lo mismo con emisiones liberales de la radio estadounidense, en concreto con Thom Hartmann y Randi Rhodes. Iniciativas populares como la Declaraci�n de Paz no hacen menci�n de Palestina y la m�s que previsible tragedia hacia la que se encamina. Ninguna de las magn�ficas pel�culas sobre la agresi�n mundial del gobierno Bush �ni Fahrenheit 9/11, ni Uncovered, ni Hijacking Catastrophe, ni No End in Sight, ni ninguna de las que se han estrenado en los �ltimos a�os� contiene una palabra sobre el gran papel que juega Israel en la maquinaria imperialista estadounidense o sobre la carta blanca que los instigadores de la guerra estadounidenses han dado a Israel para que intensifique su opresi�n contra los palestinos y asesine a la naci�n palestina. Y �ste es el asunto clave: la maquinaria de guerra de Israel forma parte esencial de la maquinaria de guerra estadounidense. El asalto israel� a los palestinos forma parte de la �guerra contra el terrorismo� estadounidense y EEUU e Israel no van a una guerra en ning�n lugar de la regi�n sin una estrecha coordinaci�n y cooperaci�n. EEUU hace posible la ocupaci�n de Israel y la opresi�n de los palestinos; Israel facilita y alienta la pol�tica de guerra de EEUU. Uno no act�a sin el otro y el sufrimiento palestino no puede separarse de ninguna de las atrocidades que esta maquinaria de guerra perpetra en cualquier parte de Oriente Pr�ximo, ya sea en Iraq, Afganist�n, L�bano o Ir�n. A pesar de que quienes apoyan a Israel condenan rotundamente cualquier intento de relacionar a Israel con la planificaci�n de la guerra de Iraq, no dudan en asociar a los palestinos con los �terroristas� contra los cuales se supone que se lucha en la guerra de Iraq y en la �guerra contra el terrorismo�.

En su nuevo libro sobre el grupo de presi�n israel�, John Mearsheimer y Stephen Walt aportan pruebas abrumadoras que demuestran el papel de Israel y sus cabilderos en empujar y apoyar de manera entusiasta la guerra de Iraq. En realidad, la guerra la anunciaron los neoconservadores como una v�a hacia la capitulaci�n palestina (�El camino de Jerusal�n pasa por Bagdad�) �la idea era que con la derrota y humillaci�n de Sadam Husein y de Iraq, EEUU intimidar�a de tal forma a los palestinos que se rendir�an con facilidad ante Israel. Pero la comunidad de la paz evita sesudamente reconocer la relaci�n de Israel con la guerra. Tambi�n ignora con aplicaci�n la realidad de los v�nculos en la relaci�n entre EEUU e Israel cuando argumenta que la guerra de Iraq es el tema urgente de esos d�as, que es donde est�n asesinando estadounidenses y que es ah� donde se deben concentrar los esfuerzos de las protestas. Una se pregunta por qu� �la paz y la justicia� no le importaba a esta comunidad pacifista antes de la guerra de Iraq, cuando los palestinos llevaban ya d�cadas sufriendo la injusticia y la opresi�n a manos de Israel y EEUU.

Fuera de EEUU, la interrelaci�n entre el conflicto israelopalestino y la agitaci�n en el resto de la regi�n se comprende perfectamente. Las encuestas de opini�n en Europa y Oriente Pr�ximo han demostrado repetidamente que el apoyo de EEUU a Israel es la causa principal del incremento del sentimiento antiestadounidense en todas partes. En Irlanda, seg�n public� en Haaretz James Bowen, presidente del Comit� de Solidaridad con Palestina, �la indignaci�n� frente a las injusticias que Israel perpetra contra los palestinos �y especialmente la confiscaci�n de tierras y el derribo de viviendas, que tanto recuerdan las pr�cticas brit�nicas de hace un siglo en Irlanda� ha alcanzado �[�] tal grado, que incluso en las m�s altas instituciones conservadoras, que normalmente intentan evitar las cuestiones pol�ticas, han llegado a expresar su preocupaci�n�. La Academia de artistas irlandeses, patrocinada por el Estado, normalmente apol�tica, emiti� a principios de este a�o un comunicado animando a los artistas irlandeses y a las instituciones culturales a �reflexionar en profundidad� antes de cooperar con los eventos culturales e instituciones patrocinadas por el Estado de Israel. �[�] El odio se extiende en todo el mundo�, escribe Bowen. Tambi�n en Reino Unido, varias organizaciones han hecho llamamientos al boicot de Israel en los �mbitos acad�micos, culturales y laborales. Pero no en EEUU. A pesar de la indignaci�n en Irlanda, los boicots en Reino Unido, el odio en todo el mundo por la opresi�n que Israel, financiado por EEUU, ejerce contra otro pueblo, la comunidad pacifista y el movimiento contra la guerra en EEUU es inmutable. Las tremendas injusticias hacia los palestinos crean poca preocupaci�n entre quienes se centran en el urgente problema en Iraq. Sin embargo, el conflicto israelopalestino, concretamente la desesperada situaci�n de los palestinos es ahora, y lo ha sido mucho antes de que Iraq se convirtiera en un tema urgente, la cuesti�n central en la pol�tica de Oriente Pr�ximo, el inestable centro de la regi�n m�s inestable del mundo. [Palestina] Supone el mayor agravio de los pueblos �rabes, un agravio contra Israel como causante, y contra EEUU como proveedor de armas y benefactor de Israel contra los dirigentes de los estados �rabes que no han sido capaces de ayudar o defender a los palestinos. El movimiento contra la guerra ignora el tema m�s explosivo, el �nico que subraya todos los dem�s, cuando apoya a los palestinos e ignora el tratamiento cada vez m�s brutal de Israel. Apartar la mirada de Palestina es apartar la mirada de la justicia hacia una paz falsa, y como poco, incompleta.

Por lo tanto, el movimiento contra la guerra b�sicamente se contenta a s� mismo con protestar contra la guerra de Iraq por razones egoc�ntricas, por el asesinato de [soldados] estadounidenses y por el desv�o de enormes sumas de dinero correspondientes a asuntos nacionales. El movimiento contra la guerra refleja de muchas formas y ampliamente el pensamiento y la percepci�n de la sociedad y el miedo entre los activistas �as� como entre los pol�ticos dem�cratas� de que se considere que no �apoyan a las tropas�, no apoyan de manera adecuada a EEUU y, consecuentemente, no son debidamente patri�ticos, es intenso y omnipresente porque la sociedad en general ha establecido este tema como asunto central.

Pero un problema incluso mayor para el movimiento contra la guerra es el miedo de que lo etiqueten f�cilmente de terrorista e islamista. En una era en la que la derecha inventa �el choque de civilizaciones� entre Occidente y el mundo �rabe, y un discurso p�blico te�ido cada vez m�s de prejuicios antimusulmanes, es sencillamente demasiado inc�modo para muchos en la izquierda que los pillen en el lado equivocado de las barricadas, exigiendo justicia para los palestinos o �rabes y musulmanes. Los activistas contra la guerra temen que se les asocie con la resistencia iraqu� e incluso m�s con los palestinos, todos ellos considerados �resistentes� y �terroristas� contra Israel. Muchos que nunca pusieron reparos a que los tacharan de comunistas por apoyar al Viet Cong durante la guerra de Vietnam ahora temen que se los etiquete de islamofascistas (sea eso lo que sea) o de terroristas o, horror de los horrores, de partidarios de la OLP. Que a uno lo consideren partidario de los derechos de los musulmanes o de los �rabes en un momento en el que los musulmanes se enfrentan a los estadounidenses en Iraq y a los israel�es en Palestina y en cualquier parte es sencillamente intolerable para la mayor parte de la izquierda. Y de esta manera, la actitud de los neoconservadores de Bush de nosotros contra ellos ha sobrepasado de muchas formas tambi�n al movimiento contra la guerra, incluso cuando ello implica permitir que florezca la injusticia.

Lo primero, justicia

Algunas personas lo llaman racismo. El m�sico de jazz y activista israelobrit�nico Gilad Atzmon, un irreverente antisionista que con frecuencia comenta sobre asuntos de Oriente Pr�ximo, dio una conferencia en la Universidad de Denver en abril [de 2007] [1] en la que castig� a la sociedad occidental en general por su �indiferencia colectiva� frente a los cr�menes cometidos en Oriente Pr�ximo �[�] de nuestra parte y en nuestro nombre� y acus� al movimiento contra la guerra de una autocomplacencia que los hace indiferentes tambi�n a la peor de las injusticias. Remarc� que existe un �[�] denominador com�n entre Palestina, Iraq y Afganist�n� fundamentalmente atribuible a la influencia que ejerce Israel y sus partidarios sobre la pol�tica estadounidense. �[�] EEUU ha estado trabajando oficialmente como una fuerza de Israel (�) que actualmente se enfrenta a �ltimos reductos soberanos de la resistencia musulmana�. Atzmon acus� c�usticamente a los estadounidenses y a los europeos en general de preocuparse por los musulmanes s�lo �si dejan de ser musulmanes�. La noci�n de una lucha de culturas y civilizaciones, afirm�, tiene repercusi�n incluso dentro del movimiento de solidaridad.

�[�] De manera natural, tendemos a esperar que el sujeto de nuestra solidaridad asuma nuestros puntos de vista mientras tiramos a la basura los suyos. De la misma manera que Blair y Bush insisten en la democratizaci�n del mundo musulm�n, nosotros, los denominados humanistas de izquierda, tenemos diversos planes para la regi�n y sus pueblos. En Europa, algunos marxistas arcaicos est�n convencidos de que 'la pol�tica de la clase obrera' es la �nica postura posible ante el conflicto y su soluci�n. Otros socialistas ilusos e igualitarios hablan de liberar a los musulmanes de sus peculiaridades religiosas. Los cosmopolitas dentro del movimiento de solidaridad dir�an a los palestinos que el nacionalismo y la identidad nacional pertenecen al pasado. Evidentemente, muchos de nosotros queremos a los musulmanes y �rabes mientras act�en como blancos europeos posilustrados�.

La sociedad occidental, incluido el movimiento contra la guerra, denunci� Atzmon, �[�] se las ha arreglado continuamente para no actuar por el pueblo de Iraq, Palestina y Afganist�n�. Apoyar a los musulmanes es �[�] probablemente una opci�n muy lejana para la mayor�a de los occidentales�. No podemos aceptar �la alteridad� de los musulmanes y, por lo tanto, �nos contentamos con ideolog�as de paz a expensas del dolor de otros pueblos�.

Es una denuncia cruel, pero de hecho, la verdad es que el movimiento contra la guerra hoy se preocupa muy poco de la injusticia que sufren quienes son diferentes, de aquellos considerados �el otro� y esto socava seriamente el impacto del movimiento. Apenas se preocupa de todo lo relativo a la justicia de quienes Israel considera sus enemigos. Finalmente, se produce una peque�a atrocidad. El movimiento contra la guerra necesita un nuevo planteamiento, centrado en lograr una justicia universal alrededor del primer mundo, como un requisito previo para una paz verdadera. S�lo este nuevo enfoque puede lograr los objetivos de la comunidad pacifista.

Cuando el 27 de agosto CounterPounch public� el art�culo de Bill Christison's A Global Justice Movement [2], recibi� numerosos comentarios favorables que indicaban que el concepto de �justicia como requisito previo a la paz� o �justicia antes que paz� era una idea nueva y revolucionaria, que para mucha gente surg�a como una especie de epifan�a. Esto indica hasta qu� punto la justicia no tiene cabida en el pensamiento de los ciudadanos de a pie y de los activistas por la paz. No deber�a ser un concepto nuevo.

Hubo pocos cr�ticos que manifestaran que la idea de situar la paz en una posici�n secundaria tras la justicia era err�nea, porque Gandhi y Martin Luther King siempre hab�an trabajado por la paz. Pero esto supone un malentendido respecto al pensamiento y los objetivos gandhianos. Ghandi, de forma muy evidente, no lucho por la paz a expensas de la injusticia, por la paz a cualquier precio. Ya hab�a hecho eso; en India hab�a paz bajo el gobierno brit�nico, pero no era s�lo eso. La esencia del satyagraha [3] de Gandhi y del movimiento por los derechos civiles de [Martin Luther] King, era la resistencia a la injusticia mediante la desobediencia civil no violenta; exactamente y en otras palabras, alterar la paz llevando a cabo acciones no violentas contra leyes injustas.

Pero la idea de justicia en primer lugar es una idea nueva para la mayor�a de las personas. Pensemos en cuantas organizaciones contra la guerra mencionan s�lo paz o �paz y justicia�, y en qu� orden, en los nombres de sus organizaciones. Me viene a la cabeza United for Peace and Justice. Pero �qu� ocurre si alteramos las prioridades y por el contrario hablamos de �justicia y paz�? Pensemos en el tan promocionado �proceso de paz� de Oriente Pr�ximo como en el �proceso de justicia� de Oriente Pr�ximo y tendremos una nueva visi�n sobre el asunto, lo que nos obligar� a reconocer que �sin importar cu�nto podamos hablar de �paz y justicia�� a pocos de nosotros nos ha importado en demas�a la justicia, la otra mitad de la ecuaci�n; y la justicia deja de ser una preocupaci�n cuando quien comete la injusticia es Israel; pocos, incluso en la activa comunidad por la paz y contra la guerra, se ocupar�n de alguna manera de la injusticia israel�. El movimiento contra la guerra es una �comunidad por la paz a cualquier precio�, y para la mayor�a de los activistas lograr la paz sin conseguir una justicia verdadera para todos los pueblos del mundo ser�a suficiente.

Pero el mero alto el fuego no es la paz. La justicia no acompa�a simplemente a la paz como una especie de beneficio colateral; hay que trabajar activamente por la justicia y se debe conseguir antes de que pueda existir una paz verdadera. La paz es un concepto vac�o sin la justicia. Los oprimidos nunca apelar�n a la paz; su lucha es siempre por la justicia. Terminar la guerra en Iraq sin lograr justicia para el pueblo iraqu� no traer� una paz verdadera y, los que es m�s importante todav�a, acabar con el papel de EEUU en Iraq definitivamente no llevar� justicia o paz verdadera al pueblo palestino.

El concepto de �injusticia� no es f�cil de definir, pero hay desde luego m�nimos de justicia en las leyes y costumbres internacionales que limitan el concepto y establecen una definici�n consensuada f�cilmente comprensible. El cuerpo de la leyes internacionales sobre Derechos Humanos, aprobado tras la Segunda guerra mundial es una gu�a esclarecedora para asegurar la dignidad y valor de los individuos y para garantizar los derechos que �[�] se consideran vitales para la vida en una sociedad justa�, como afirma B�Tselem, la organizaci�n israel� por los derechos humanos [4]. Esas leyes incluyen la Declaraci�n Universal de los Derechos Humanos de 1948, que define los derechos de los individuos y las obligaciones de los Estados hacia esos individuos, as� como varias cl�usulas y convenciones sobre derechos pol�ticos y civiles. Adem�s, las leyes humanitarias, tales como las Convenciones de La Haya y de Ginebra, regulan las pr�cticas en guerra, concretamente el comportamiento de los combatientes y los poderes ocupantes en tiempo de guerra.

M�nimos similares para la �paz� no existen ni en la ley ni en la costumbre. �Paz� significa una cosa diferente para cada uno y la paz de una persona es con frecuencia la injusticia de otra. Para Israel la paz significa seguridad, incluso si �y sobre todo� si se desfavorece a los palestinos y se les niega la justicia. Para los palestinos la paz significa la reparaci�n de las injusticias cometidas contra ellos durante casi 60 a�os.

Muchas de las batallas hist�ricas m�s �picas por el bien no han sido luchas por la paz sino por la justicia. �Por qu�, por ejemplo, los humanistas se han opuesto a la intolerancia y al racismo en la �poca moderna? Fundamentalmente no porque esas violaciones b�sicas de la dignidad humana impidan la paz, sino porque violan los m�nimos comunes [establecidos] de justicia. La Sud�frica blanca vivi� pac�ficamente durante la mayor parte del per�odo del apartheid. Los esclavistas sure�os en la preguerra civil de EEUU viv�an en paz mientras oprim�an a los negros. Israel ha disfrutado de paz durante casi 60 a�os, incluso mientras despose�a al pueblo palestino, ocupaba territorio palestino, asesinaba y llevaba a cabo una limpieza �tnica. Pero los negros de Sud�frica, los esclavos de EEUU no tuvieron justicia a pesar de vivir en paz. Los palestinos no han tenido justicia desde la creaci�n de Israel.

Si consideramos la justicia como la prioridad fundamental y permitimos que los principios de justicia sean la gu�a en la consecuci�n del fin justo y pac�fico del conflicto israelopalestino, obtendremos un punto de vista m�s claro de la situaci�n y de la �nica v�a de soluci�n. Volveremos inevitablemente a 1948 y a la limpieza �tnica de palestinos, el �nico momento y acontecimiento donde la justicia reestablecida podr�, en �ltima instancia, resolver este conflicto. La privaci�n [de la tierra] a los palestinos es una injusticia fundamental de la que han emanado todas las subsiguientes injusticias, una injusticia que �nicamente se puede reparar con un acuerdo mutuo sobre el derecho al retorno de los palestinos. �sta es la �nica v�a para la paz verdadera. Es importante comprender que Israel existe como un Estado jud�o s�lo porque se fund� en 1948 sobre una tremenda injusticia contra el pueblo palestino. Tambi�n es b�sico entender que los jud�os no van a ser �arrojados al mar� si se pone fin al sionismo y a sus injusticias �desmantelar el apartheid en Sud�frica ya no signific� arrojar a los blancos al mar (v�ase el ap�ndice para una descripci�n m�s espec�fica sobre la manera en la que Israel comete injusticias contra los palestinos).

El historiador israel� Ila Pappe, en su libro de 2004 A History of Modern Palestine �una historia de lucha en Palestina desde la perspectiva de los palestinos, que destaca como un tipo de versi�n Israel� de la cl�sica A People�s History of the United Status de Howard Zinn� afirma que: �[�] Para que cualquier iniciativa de paz tenga �xito, el capitulo de la expropiaci�n palestina tiene que cerrarse�. Lejos de cerrar este cap�tulo, se�ala, el proceso de paz de Oslo ped�a a los palestinos que se olvidaran de esta expropiaci�n, �[�] la �nica raz�n para su lucha desde 1948�. Pappe, que es un historiador con un extra�o sentido de la compasi�n e incluso un raro sentido de la justicia, sigue vislumbrando un futuro de justicia y paz para los palestinos y jud�os en Palestina: �[�] reconocer el verdadero acto de desposeimiento �con la aceptaci�n por principio del derecho al retorno de los refugiados palestinos� ser�a el acto crucial que abrir�a la puerta de la resoluci�n del conflicto. Un di�logo directo entre los despose�dos y el Estado que los expuls� podr�a avivar el discurso de paz y podr�a llevar a las personas e igualmente a sus dirigentes a reconocer la necesidad de buscar una estructura pol�tica de unidad que, en diferentes momentos de hist�ricos de este proceso, ha parecido posible�.

Esta es la esperanza y la promesa de justicia acordada por ambas partes.

En este pa�s [EEUU], Palestina supone un reto para el movimiento contra la guerra. La situaci�n palestina es una cat�strofe humana monstruosa de alcance literalmente impresionante. Hasta que el movimiento contra la guerra no empiece a buscar justicia para los palestinos y no simplemente alg�n tipo de �paz� vaga, indefinida y muy politizada, nunca ser� respetado en el mundo. �nicamente cuando empiece a protestar sinceramente contra la injusticia perpetrada contra todos los pueblos del mundo, con independencia de su etnia y religi�n �sean palestinos, iraqu�es, israel�es, estadounidenses, o cualesquiera que sean� el mundo no considerar� a los estadounidenses personas honradas. Hasta que llegue ese d�a, el mundo tiene que esperar que la injusticia aumente. La cat�strofe producida, creada por las pol�ticas de EEUU, s�lo empeorar�, las guerras no tendr�n fin y nunca se lograr� la paz. 

Ap�ndice: Un cat�logo de injusticias

Por decirlo de manera sencilla, Israel �animado y apoyado moral, pol�tica y econon�micamente por EEUU� est� cometiendo una grave injusticia con el pueblo palestino, y lo lleva haciendo desde hace 60 a�os. La primera y m�s dolorosa injusticia acaeci� en 1948, cuando 750.000 palestinos fueron obligados a abandonar sus hogares �ya fuera por los combates en sus ciudades y pueblos o porque fueron expulsados deliberadamente por las fuerzas israel�es/sionistas � y ni se les permiti� volver a sus casas ni se les compens�. Ilan Pappe, en su �ltimo libro The Ethnic Cleansing of Palestine, describe de forma cruda los detalles la cuidadosa puesta en escena y la eficaz puesta en marcha de los planes para la expulsi�n de los palestinos y su desposeimiento. Hasta que esos refugiados, que ahora con sus descendientes superan los cuatro millones, reciban justicia permiti�ndoles volver o se les compense mediante una f�rmula acordada por ambas partes, ni los palestinos ni los israel�es gozar�n de una verdadera paz y estabilidad.

La resoluci�n de la Asamblea General de Naciones Unidas 194 de diciembre de 1948 �que declara que a los refugiados palestinos �[...] que deseen volver a sus hogares y vivir en paz con sus vecinos, se les debe permitir hacerlo en la fecha m�s pronta posible� o se les debe compensar� fue la primera de las numerosas declaraciones internacionales de lo que ha venido denominando el derecho al retorno de los palestinos. Ni se impartir� justicia ni se lograr� la paz hasta que este asunto se resuelva de manera equitativa y democr�tica, de una forma satisfactoria en relaci�n con los derechos humanos y a las aspiraciones nacionales tanto de los palestinos, incluidos los que viven en campos de refugiados fuera de Palestina, como de los israel�es jud�os.

Desde la creaci�n de Israel en 1948, la justicia para los israel�es se ha producido a costa de una sucesi�n de injusticias para los palestinos. En la actual Palestina-Israel, son los palestinos quienes viven sin justicia. Simplemente en virtud del hecho de que Israel goza de un absoluto dominio sobre los palestinos y sobre toda la tierra palestina, no puede existir una completa e imparcial justicia para los palestinos. La falta de justicia en la dominaci�n de Israel sobre los palestinos es patente cuando se examinan los aspectos individuales de la situaci�n palestina. La exigencia de la comunidad internacional, por ejemplo, de que la autoridad palestina en el gobierno acepte tres precondiciones para la negociaci�n �reconocimiento del derecho a la existencia de Israel, renuncia a la violencia y adhesi�n a los acuerdos israelopalestinos pasados� sin una rec�proca aceptaci�n por parte de Israel de las mismas condiciones no es justicia imparcial. La paz verdadera no se puede lograr hasta que a Israel no se le exija que imparta una justicia equitativa a los palestinos sobre estos aspectos a trav�s del reconocimiento del derecho a existir del pueblo palestino como una naci�n viable, la renuncia a su propia violencia y el pacto de adherirse a todos los acuerdos del pasado.

Mientras Israel mantenga en Cisjordania el control de la tierra y de la propiedad expropiada, a personas y comunidades palestinas de manera unilateral y sin compensaci�n, para la construcci�n de asentamientos y carreteras para uso exclusivo de los ciudadanos jud�os de Israel, tambi�n se viola la justicia. La confiscaci�n de la tierra de un individuo sin indemnizaci�n, para cualquier uso, y concretamente para el uso exclusivo de una poblaci�n concreta �tnica o religiosa, no puede definirse como justicia imparcial. La paz no ser� posible hasta que esta terrible injusticia se rectifique primero. La organizaci�n israel� Peace Now public� el noviembre de 2006 un informe, actualizado en marzo de 2007, sobre la construcci�n de colonias o asentamientos israel�es, en tierras de propiedad privada palestinas. El informe, titulado G-U-I-L-T-Y!: Construction of Settlements upon Private Land � Official Data [5], concluye que casi un 32% de la tierra incautada para asentamientos es en realidad tierra de propiedad individual palestina. Un total de 131 colonias israel�es se asientan total o parcialmente en tierra palestina de propiedad privada. Un informe anterior de Peace Now, titulado Apartheid Roads [6], publicado en octubre de 2005, describe la extensa red de carreteras de acceso limitado en toda Cisjordania construidas tambi�n en tierra palestina, y accesibles s�lo para los israel�es, que comunican las colonias israel�es entre s�.

Pr�cticamente todos los aspectos de la continuada presencia y del control de Israel en los [territorios] ocupados Jerusal�n Este, Cisjordania y Gaza, priva en �ltima instancia a los palestinos de justicia tal y como se define en la legislaci�n internacional sobre Derechos Humanos. La legalidad internacional exige, por ejemplo, que Israel como poder ocupante respete el derecho de los palestinos a la libre circulaci�n en los Territorios Ocupados. La Declaraci�n Universal de los Derechos Humanos reconoce este derecho, as� como la Convenci�n internacional sobre derechos pol�ticos y civiles. La organizaci�n de derechos humanos israel� B�Tselem ha publicado un informe titulado Restricciones de Movimiento [7] relativo a estos y a otros derechos que les son negados a los palestinos. El informe tambi�n contiene enlaces a las leyes internacionales pertinentes. En agosto de 2007, se public� un informe m�s reciente titulado Ground to a Halt: Denial of Palestinians' Freedom of Movement in the West Bank [8].

Otro informe m�s completo de B�Tselem, titulado Internacional Law [9], describe c�mo se aplica la legalidad internacional en los Territorios Ocupados. El informe aporta enlaces a un abanico de leyes internacionales humanitarias y de Derechos Humanos, incluidas las cuatro Convenciones de Ginebra de 1949, que establecen la protecci�n de los civiles durante la guerra y bajo la ocupaci�n (y que Israel firm�). La IV Convenci�n de Ginebra relativa a la protecci�n de los civiles en tiempos de guerra es de aplicaci�n concreta a los palestinos que viven en los Territorios Ocupados y a la conducta del ocupante israel�. [La convenci�n] Proh�be, entre otras pr�cticas, el castigo colectivo, la deportaci�n de la poblaci�n ocupada, el asentamiento de poblaci�n ocupante en el territorio ocupado y la confiscaci�n de la propiedad que pertenece a la poblaci�n ocupada �todo lo que Israel ha llevado a cabo en los ocupados Jerusal�n Este, Cisjordania y Gaza.

El muro de separaci�n que Israel lleva construyendo desde 2002 dentro de la Cisjordania ocupada constituye una grave violaci�n de los derechos humanos de los palestinos y una injusticia. El muro �que en su mayor parte abarca una extensi�n de entre 47 y 94 metros, con caminos para las patrullas, trincheras y alambradas de espino a ambos lados de una barrera electrificada, y en las zonas urbanas un muro de hormig�n armado de algo m�s de ocho metros de altura�est� construido en su totalidad en tierra palestina dentro de los Territorios Ocupados. El muro ha incautado aproximadamente el 10% de Cisjordania, que ha pasado al lado israel�, la mayor parte de la cual resulta inaccesible para los palestinos. Muchos pueblos palestinos han quedado aislados de sus tierras de cultivo a causa del muro. Alrededor de unas 50 comunidades palestinas, compuestas por 245.000 personas, est�n rodeadas por el muro por tres partes, en algunos casos por cuatro; s�lo est� permitido entrar o salir de alguna de estas comunidades andando, mientras que al resto [de las comunidades] s�lo se puede acceder por una carretera controlada por los israel�es. M�s de la mitad �hasta el 90% seg�n algunas estimaciones� de los pozos de agua potable palestinos han quedado en el lado israel�. Se han demolido muchos hogares palestinos para la construcci�n del muro.

El muro rodea la Jerusal�n �rabe ocupada, lo que deja a unos 200.000 palestinos jerusalemitas en el lado israel� del muro y los a�sla del interior de Cisjordania. El muro que rodea Jerusal�n tambi�n a�sla a la mayor�a de los palestinos de Cisjordania de su capital religiosa, pol�tica y econ�mica en Jerusal�n. Adem�s, el muro afecta directamente a medio mill�n de palestinos, porque a�sla a la gente de los colegios, de sus trabajos, hospitales y destruye el comercio. La organizaci�n israel� de derechos humanos B�Tselem ha publicado un detallado informe titulado Separation Barrier [10], que consta de varios apartados sobre las consecuencias del muro.

En julio de 2004, el Tribunal Internacional de Justicia de Naciones Unidas declar�, por 14 votos a 1 (el �nico en contra fue el juez estadounidense) que la construcci�n del muro es �[�] contraria a la legislaci�n internacional� [11]. Israel ha desafiado el mandamiento judicial del Tribunal Internacional de Justicia. La paz no es posible mientras se mantenga la injusticia del muro. La paz no puede existir cuando un pueblo considera que necesita un muro de cualquier tipo entre ellos y sus vecinos. La construcci�n del muro bien adentrado en territorio vecino es una injusticia a�n mayor y el muro seguir� siendo un obst�culo insuperable para la paz a menos que se destruya o a menos que se reubique completamente dentro de las fronteras reconocidas de Israel.

Adem�s un muro rodea el diminuto territorio de Gaza, de algo m�s de 336 kil�metros cuadrados, y as� ha sido desde el inicio del �proceso de paz� de Oslo, a principios de la d�cada de 1990. A pesar de la llamada retirada de Israel de Gaza en 2005 y del levantamiento de los colonos y soldados israel�es, Israel mantiene un control total sobre Gaza y literalmente mantiene en prisi�n a 1,3 millones de habitantes. La densidad de la poblaci�n de Gaza hace de ella uno de los lugares m�s poblados de la tierra. Israel controla los cuatro puntos cardinales, no s�lo las fronteras norte y este con Israel, sino adem�s la frontera sur con Egipto y la l�nea de costa mediterr�nea. El espacio a�reo de Gaza tambi�n lo controla Israel y no hay ning�n puerto ni aeropuerto en servicio. Ni la gente ni las mercanc�as pueden entrar o salir de Gaza sin permiso israel� y en per�odos de tiempo que Israel considera de crisis, los pasos de entrada y salida se cierran absolutamente, a veces durante semanas enteras, de manera que las importaciones fundamentales como los alimentos, se retienen; los productos para la exportaci�n, hechos por encargo, se retienen; los habitantes de Gaza no pueden salir por ninguna circunstancia, lo que incluye tratamiento m�dico o asistir al colegio. Israel controla, y a veces retiene, el suministro de gas y electricidad de Gaza. BT�selem ha publicado un detallado informe sobre la situaci�n de Gaza titulado The Gaza Strip after Disengagement [12].

Los palestinos cometen injusticias contra los israel�es, fundamentalmente con atentados suicidas contra los civiles y con el lanzamiento de cohetes en zonas de civiles israel�es, actos que deben condenarse, pero sin una autoridad soberana que gobierne, sin control de seguridad o judicial sobre Israel o los israel�es y muy pocos medios para de ejercer un control de seguridad, incluso sobre la poblaci�n palestina, los palestinos son incapaces de cometer la clase de sistem�ticas violaciones de la justicia que Israel perpetra contra ellos. A pesar de los ataques palestinos contra los civiles se han de condenar, la justicia y la equidad dictan que el terrorismo contra los civiles que perpetra el gobierno de Israel debe ser igualmente condenado, junto con las violaciones israel�es de los derechos humanos de los palestinos.

Como un principio de justicia, los palestinos tienen derecho a resistir la dominaci�n de Israel. El Protocolo adicional 1 de las Convenciones de Ginebra considera leg�tima la lucha contra la �[�] dominaci�n colonial y la ocupaci�n extranjera y contra los reg�menes racistas� como parte del derecho de cualquier pueblo a su autodeterminaci�n [13]. John Quigley, abogado de Ohio experto en legalidad internacional, en su libro de 2005 titulado The Case for Palestine: An Inetrnational Law Perspective, fundamenta legalmente el caso de la resistencia palestina. Quigley se�ala sin lugar a dudas que la legalidad internacional, tal y como se refleja en la Carta de Naciones Unidas y que se repite en las resoluciones del Consejo de Seguridad y de la Asamblea de Naciones Unidas, reafirma el derecho de los pueblos a su autodeterminaci�n y a resistir contra las violaciones de ese derecho por todos los medios necesarios, lo que incluye la fuerza, pero excluye los ataques a civiles. Considerando otros casos de dominaci�n extranjera sobre pueblos coloniales, el Consejo de Seguridad ha reconocido incluso un derecho superior de las organizaciones guerrilleras para utilizar la fuerza contra los poderes coloniales y en resoluciones de la d�cada de 1970, respecto a represalias israel�es contra las incursiones de la guerrilla palestina, el Consejo consider� a esta �ltima estar dentro de la ley y �[�] considerarlos como ataques de un pueblo colonizado investido del derecho a la autodeterminaci�n�, seg�n Quigley.

Baruch Kimmerling, el �ltimo soci�logo y comentarista pol�tico israel�, que escrib�a en Haaretz poco despu�s de que empezara la intimada de al-Aqsa en 2000, afirmaba el derecho de los palestinos a oponerse a la ocupaci�n por la fuerza. Las �[�] permanentes circunstancias de ocupaci�n y represi�n, les da [a los palestinos], el derecho, se mire por donde se mire, a resistir esa ocupaci�n por cualquier medio a su disposici�n y a levantarse con violencia contra esa ocupaci�n. Es un derecho moral inherente a la ley natural y a la legislaci�n internacional�.

Notas de la autora y de los traductores:

1. El texto original en ingl�s puede consultarse en: http://www.gilad.co.uk/html%20files/jazz&jihad.html
2. El texto original en ingl�s puede consultarse en: http://www.counterpunch.org/christison09202007.html
3. Literalmente la fuerza de la verdad o la b�squeda de la verdad.
4. El texto original en ingl�s puede consultarse en:
http://www.btselem.org/English/International_Law/Index.asp
5. El texto original en ingl�s puede consultarse en: www.peacenow.org.il/data/SIP_STORAGE/files/6/2846.doc
6. El texto original en ingl�s puede consultarse en: http://www.peacenow.org.il/site/en/peace.asp?pi=195&docid=1513
7. El texto original en ingl�s puede consultarse en: http://www.btselem.org/English/Freedom_of_Movement/
8. El texto original en ingl�s puede consultarse en: http://www.btselem.org/english/Publications/Summaries/20070807_Ground_to_a_Halt.asp
9. El texto original en ingl�s puede consultarse en: http://www.btselem.org/English/International_Law/Index.asp
10. El texto original en ingl�s puede consultarse en: http://www.btselem.org/English/Separation_Barrier/
11. El texto original en ingl�s puede consultarse en: http://www.icj-cij.org/docket/index.php?pr=71&code=mwp&p1=3&p2=4&p3=6&case=131&k=5a
12. El texto original en ingl�s se puede consultar en: http://www.btselem.org/English/Gaza_Strip
13. El texto original en ingl�s se puede consultar en: http://www.unhchr.ch/html/menu3/b/93.htm

 


Fuente: http://www.counterpunch.org/christison09202007.html

Art�culo original publicado el 20 de septiembre de 2007

Sobre la autora

Paloma Valverde es miembro de Cubadebate, Rebeli�n e IraqSolidaridad, Manuel Talens es miembro de Cubadebate, Rebeli�n y 
Tlaxcala, la red de traductores por la diversidad ling��stica. Esta traducci�n se puede reproducir libremente a condici�n de respetar su integridad y mencionar a sus autores y la fuente.

URL de este art�culo en Tlaxcala:
http://www.tlaxcala.es/pp.asp?reference=3833&lg=es

 

Kathleen Christison en espa�ol (4 de octubre de 2007)

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