El escritorio de Manuel Talens

El traductor activista

JOHN LENNON, H�ROE DE LA CLASE OBRERA [1]

(M�S UN ADDENDUM DEL TRADUCTOR)

John Tomson

Traducido para Rebeli�n por Manuel Talens

 

Los socialistas consideran la canci�n Imagine de John Lennon como un himno de esperanza universal. Pocas otras canciones, y quiz� ninguna tan famosa, han descrito la visi�n socialista con tanta exactitud y emotividad. Aparecida originalmente en el �lbum Imagine de 1971, lleg� en tres ocasiones a los primeros puestos de las listas de �xitos de Inglaterra (primero entre los discos sencillos en 1975; luego en 1981 a los pocos meses de la muerte de Lennon (ocup� el n�mero 1 durante varias semanas) y, por fin, durante las Navidades de 1999, tras haber sido votada como letra favorita nacional y elegida segunda canci�n preferida de todos los tiempos en una gran encuesta sobre la mejor m�sica del milenio.

Imagine es una canci�n humanista por excelencia, que niega a los humanos el lugar que a menudo se adjudican a s� mismos en el universo espiritual y que, en cambio, los relega a su material y exquisitamente hermoso hogar terrenal. Lennon hace esto para impulsar a sus pr�jimos a unirse en la creaci�n de un mundo que valga la pena, sin pa�ses, guerras, religi�n ni propiedad privada. Su deseo de compartir este mundo juntos como una aut�ntica �hermandad de los seres humanos� ha hecho que m�s de un miembro del Movimiento Socialista Mundial se haya preguntado si acaso Lennon no escribir�a esta canci�n despu�s de haber le�do el Socialist Standard, lo cual no es una idea descabellada, puesto que despu�s de la separaci�n de los Beatles empez� a frecuentar con avidez la prensa radical, pero no se sabe con certeza si lleg� a leer el Standard, un peri�dico que desde 1904 tambi�n aboga por una sociedad de propiedad compartida, sin naciones, sin clases y sin dinero.

Junto con Paul MacCartney, Lennon fund� y dio nombre a los Beatles, pero a menudo se sinti� inc�modo de la fama y del significado que el grupo lleg� a alcanzar. De hecho, fue tambi�n Lennon quien fusion� el grupo poco antes de que saliera a la venta su single en solitario Instant Karma, cuando les comunic� a los otros miembros que pensaba marcharse.

La trayectoria personal de John Lennon est� mucho m�s cerca del esp�ritu de lo que m�s tarde se llamar�a punk rock que del pop tradicional. En primer lugar, la manera en que �l y miles de otros j�venes abrazaron el skiffle [2] en Inglaterra recuerda el camino que las bandas punk siguieron en los a�os setenta, a menudo de un modo similar, sin ni siquiera saber tocar sus instrumentos. En segundo lugar, las famosas payasadas de John Lennon cuando los Beatles actuaron en Alemania inclu�an la burla del saludo nazi y su aparici�n en escena con una tapa de retrete en el cuello a modo de collar. Intentos como �stos de escandalizar a menudo se asocian con la posterior era del punk. De hecho, una de las travesuras de John Lennon en su juventud hab�a consistido en orinar desde el tejado de una iglesia de Liverpool sobre las monjas que pasaban por abajo. En tercer lugar, los chaquetones de cuero y el aspecto desali�ado de los Beatles iniciales estaban tambi�n mucho m�s cerca los punk rebeldes y radicales de los a�os setenta que la limpia imagen posterior, con trajes de ejecutivo, que exhib�a el grupo.

Desde luego, John Lennon expresaba su c�lera y su sentido del absurdo en las mordaces letras de sus canciones. Resulta interesante constatar que, si se dejan de lado sus breves nueve a�os como beatle famoso, el car�cter pol�tico de sus �ltimos a�os es una extensi�n l�gica de su �poca anterior a los Beatles y de la de los Beatles iniciales. Lo cierto es que a menudo se encuentran rastros de su rebeld�a en las entrevistas que concedi� como beatle, y su declaraci�n de que eran m�s famosos que Jesucristo fue un raro aunque involuntario uso de la fama para poner patas arriba el statu quo, probablemente sin parang�n alguno hasta que los Sex Pistols empezaron a blasfemar en la televisi�n brit�nica doce a�os despu�s. Por eso resulta posible arg�ir que, incluso si la escritura de John Lennon contribuy� enormemente a la melod�a y al m�rquetin de la m�sica pop en el siglo XX, fue una especie de �capitulaci�n� y un alejamiento de su potencial como creador y, en particular, de su aut�ntica naturaleza pol�tica y cr�tica. Qui�n sabe si los admiradores de los Beatles se ofender�n al leer esto que digo, pero tratemos de imaginar lo que pensar�an si, por ejemplo, una banda contempor�nea de grunge como Nirvana hubiese cambiado en los a�os noventa su aspecto agresivo y el estilo de su m�sica por trajes bien cortados, pelo corto y relamidas canciones de amor que les garantizaran un p�blico internacional y la cercan�a de la familia real, es decir, si hubieran adoptado un aspecto de �ricos� como hicieron los Beatles en 1962.

Es curioso que la primera canci�n de Lennon en un �lbum de los Beatles �Please Please Me (1963)� fuese Misery, que empezaba con las palabras �el mundo me trata mal�. La verdad es que Lennon lanzaba a menudo estas peque�as bombas l�ricas de su aut�ntico yo en canciones que, por otra parte, eran perfectas gemas de la m�sica pop que se hac�an eco de las sensibilidades musicales del pop estadounidense (Beach Boys, Buddy Holly, Motown). Dado que ten�a el mundo rendido a su alrededor, es posible que Lennon disfrutara utilizando sus canciones como una oportunidad para ponerle el pie encima o, tal como sugiere el t�tulo de un libro que escribir�a a�os m�s tarde, para �joderlo todo� (juego de palabras que termin� por convertirse en A Spaniard In The Works) [3].

Aquellas �cidas contribuciones contrastaban bruscamente con las edulcoradas de MacCartney, cuyas canciones de amor (como la mayor�a de las que cantaban los Beatles) se ocupaban de las banalidades del coraz�n. A pesar de que casi todas las canciones de los Beatles iban firmadas por el t�ndem Lennon-MacCartney, la autor�a de uno y otro qued� clara cuando tras la ruptura del grupo las canciones de Lennon empezaron de inmediato (ya en 1970) a explorar temas profundamente pol�ticos, psicol�gicos y existenciales, mientras que el trabajo en solitario de MacCartney sigui� investigando la nostalgia y el romanticismo y, en general resulta mucho menos interesante de analizar y demasiado aburrido, con las posibles excepciones de algunas declaraciones pol�ticas como Give Ireland Back To The Irish.

En el LP Please Please Me, Misery contrastaba con Love Me Do y P.S. I Love You, que aparec�an en el mismo �lbum. Incluso en una canci�n de amor de lo m�s tradicional como Ask Me Why, Lennon canta: �Si lloro no es porque est� triste, sino porque t� eres el �nico amor que he tenido. No puedo creer que me haya pasado esto, no puedo imaginarme un sufrimiento igual.� As�, incluso en una canci�n en la que el objeto de su amor est� conquistado, Lennon canta desde su lado oscuro, como el pobre hombre que se asombra de haber encontrado el amor, o de que lo amen, mientras deja planear una nube incierta de duda y dolor sobre su amante. La idea general de que Lennon cantaba las canciones m�s cortantes queda confirmada cuando �stas se analizan, y como al parecer es verdad que MacCartney y Lennon ten�an tendencia a cantar las canciones que hab�an escrito en solitario, no queda m�s remedio que deducir que fue el esp�ritu rebelde de Lennon quien imbuy� aquella lucha y aquel malestar en sus propias creaciones y, por extensi�n, en el repertorio de los Beatles.

Las canciones que escribi� Lennon para el �lbum With The Beatles (1963) eran todas de amor y as� fue generalmente en todos los LP iniciales. En el �lbum de 1964 A Hard Day�s Night, (el primer �cl�sico� de los Beatles) Lennon declara en la canci�n del mismo t�tulo que ha estado �trabajando como un perro�, lo cual es toda una brev�sima referencia a nuestras vidas laborales, incluso si a continuaci�n el amor de la mujer hace que �se sienta bien�. En la canci�n Help! del �lbum hom�nimo de 1965, John parece describir su propio dolor en el seno de los Beatles, con la p�rdida de su independencia, el aumento de su inseguridad y su necesidad de alguien que lo calme y le indique una nueva direcci�n (resulta interesante se�alar que Yoko Ono tuvo al parecer ese efecto positivo que �l buscaba en una relaci�n).

Nowhere Man, del �lbum Rubber Soul (1965), trata asimismo de la alienaci�n, incluso si no est� situada en el mundo del trabajo o del poder, pero amonesta por su pasividad a quienes se permiten ser invisibles para pasar inadvertidos y los urge (a ellos y a todos nosotros, ��acaso �l no es como t� o yo?�) a que tomen el control del mundo que los rodea.

En I�m Only Sleeping, de Revolver (1966), Lennon habla otra vez de nuestras vidas precipitadas y exhibe sin reparos su pereza (los socialistas promueven �el derecho a la pereza�, en contraposici�n con el �derecho al trabajo� de los capitalistas).

En los �lbumes Sgt. Pepper�s Lonely Hearts Club Band y Magical Mystery Tour (ambos de 1967), las letras de John Lennon empezaron a volverse cada vez m�s surrealistas (I Am The Walrus) bajo la influencia de las drogas, la cultura oriental y una obvia liberaci�n personal, reflejada en esta declaraci�n art�stica. Revolution, del White Album (1968) fue la primera canci�n abiertamente pol�tica de Lennon, a menudo mal entendida como apol�tica o conservadora, pero que es m�s bien una cr�tica sobre todo de los mao�stas y otros grupos de la izquierda radical de su tiempo, defensores de una revoluci�n que s�lo �habla de la destrucci�n�. Al fin y al cabo, una revoluci�n triunfante no s�lo trata de la destrucci�n de un viejo orden, sino tambi�n de la construcci�n de un orden nuevo.

Para entonces, la influencia de Yoko Ono ya se hac�a sentir en su m�sica y en sus acciones. A pesar de que ella a menudo ha sido retratada como una influencia negativa en su vida, un estudio de aquel periodo sugiere lo contrario, es decir, que de verdad le proporcion� la influencia intelectual, pol�tica y est�tica y el permiso que necesitaba para llegar a la plenitud de su potencial creativo. A partir del momento en que la encontr�, sus canciones empezaron realmente a examinar el mundo interior de los dolorosos sentimientos que experiment� de ni�o al perder a su madre y a mostrarlo como un genio quiz� obstaculizado por los Beatles y el mundo exterior que todos debemos soportar. De hecho, incluso cuando los Beatles todav�a estaban juntos, �l ya public� tres �lbumes experimentales con Yoko Ono (los dos Unfinished Music y el Wedding Album, en 1968 y 1969).

Tan pronto como los Beatles fueron historia, John Lennon empez� a hacer historia con sus canciones dolorosamente honradas y pol�ticas. En 1970, el �lbum John Lennon/Plastic Ono Band fue un ejemplo. Adem�s del par de canciones que tratan de la p�rdida de su madre y de Love, una de las dos melod�as m�s hermosas que se puedan escuchar en cualquier �lbum, sea o no sea de los Beatles (la otra es Oh My Love en Imagine), empez� a explorar a lo grande temas humanistas y pol�ticos. La convicci�n lennoniana de que viv�a en un universo ateo se revela en diferentes lugares. Por ejemplo, en I Found Out, declara: �No hay ning�n Jes�s venido del cielo� y en God va un poco m�s lejos, pues la afirmaci�n de que �Dios es un concepto con el que medimos nuestro dolor� hunde sus ra�ces en la psicolog�a humana y en el materialismo de Feuerbach [4] y Marx. La canci�n Working Class Hero es un cl�sico ejemplo de la humillaci�n de los obreros en entornos tales como el hogar, la escuela y el trabajo. Incluso si �l era multimillonario, en ella se identific� con la situaci�n de las masas trabajadoras y tom� plenamente conciencia de clase al cantar �Te dicen que puedes llegar a la cima / pero antes has de aprender a matar sonriendo / si deseas triunfar como los de all� arriba�.

La canci�n Imagine, seleccionada como himno oficial por Citizens of the World, pertenece al �lbum Imagine (1971). Otras canciones pol�ticas a se�alar son I Don�t Want To Be A Soldier (�no quiero morir�) y Give Me Some Truth (�ya estoy harto de leer chorradas de pol�ticos neur�ticos, psic�ticos y est�pidos, lo que quiero es la verdad, ahora�).

El LP m�s abiertamente pol�tico de John Lennon fue la cara A de Some Time in New York City (1972). La cara B inclu�a extractos de un concierto con Frank Zappa). En este �lbum se encuentra su famosa declaraci�n feminista �la mujer es el negro del mundo� (�hacemos que tenga y eduque a nuestros hijos y luego la dejamos porque se ha convertido en una clueca gorda y vieja. Le decimos que su lugar est� en la casa y luego nos quejamos de que es demasiado ignorante para ser nuestra amiga.�). Lennon nos pide que �pensemos en eso y hagamos algo�. La siguiente canci�n, Sisters, O Sisters, de Yoko Ono, es otra canci�n feminista que llama a sus hermanas de sexo a construir un mundo nuevo porque �perdimos nuestra verde tierra, perdimos nuestro aire limpio�. La tercera canci�n, Attica State, contra el sistema carcelario y en favor de la libertad, nos incita a �liberar a los presos, encarcelar a los jueces, liberar a todos los presos de todas partes, [pues] lo �nico que quieren es verdad y justicia, lo �nico que necesitan es amor y cuidados�. Sunday Bloody Sunday y The Luck Of The Irish ridiculiza al gobierno brit�nico (�deber�as tener la suerte del irland�s y entonces desear�as ser ingl�s�). Por �ltimo, John y Yoko contribuyeron con canciones sobre los presos John Sinclair (condenado a 10 a�os por vender marihuana a un topo de la polic�a) y Angela Davis, activista negra. No fue un LP musicalmente meritorio para ser de un hombre que en otro tiempo hab�a sido capaz de escribir Strawberry Fields Forever, pero hizo posible que Lennon le dedicase un �lbum a las noticias de actualidad.

Abundan las conjeturas sobre el porqu� del asesinato de John Lennon. En febrero de 2002, Klint Finlay afirm� en el sitio web www.technocult.net que Sean, el hijo de Lennon, hab�a declarado que �quien se crea que Mark Chapman era s�lo un loco que mat� a mi padre debido a sus problemas personales es un idiota. O un ingenuo. O no se ha parado a pensar. A Estados Unidos le interesaba sobremanera que asesinasen a mi padre. Sin la menor duda.�

Existen diversas teor�as, que van desde la conspiraci�n al loco solitario. Las de la conspiraci�n se�alan la hip�tesis de que John Lennon hab�a sido considerado varias veces como una amenaza para la seguridad nacional, primero con Nixon y m�s tarde con el nuevo presidente Reagan. Varios casos documentados de vigilancia por parte del FBI y de arrestos bajo acusaciones falsas en los a�os setenta sirven para sostener dicha teor�a. Desde luego, es verdad que John Lennon fue una figura nacional de importancia que en diferentes momentos de su vida se implic� p�blicamente en diversas causas pol�ticas radicales, incluido su apoyo al IRA, un grupo trotskista, y en la defensa de varios presos.

Otros muchos tambi�n apoyan la teor�a del loco solitario, pues desde ni�o Mark Chapman hab�a estado recibiendo tratamiento para su esquizofrenia paranoide y sufr�a asimismo de numerosas ideas delirantes sobre John Lennon y Todd Rundgren. Cabe preguntarse lo siguiente: �Y si en realidad Mark Chapman no hubiera sido un �candidato manchurio� para un grupo secreto de funcionarios gubernamentales? [5]

La explicaci�n m�s probable es otra: Lennon y los Beatles aparecieron en el momento en que acababa de interrumpirse la ceremonia de la posguerra y de la guerra fr�a dirigida por Kennedy de Camelot, en la cual los estadounidenses se hab�an unido como una pi�a tras un presidente m�stica y m�ticamente considerado como uno de los suyos, a la espera del futuro glorioso lleno de programas sociales que les hab�a prometido. Y, justo cuando la naci�n estaba de luto por la p�rdida no s�lo de un hombre, sino tambi�n de sus sue�os, los Beatles sirvieron de b�lsamo para calmar el dolor de aquella sociedad y ayudarla a olvidar, como s�lo puede hacerlo el poder del espect�culo.

Durante los a�os que siguieron al asesinato de Kennedy, el oponente m�s visible y escuchado en aquella tierra hasta entonces unida fue John Lennon. �l hab�a sido el arc�ngel de la nueva sociedad y ahora se hab�a convertido en el archienemigo, cuyos discos ard�an en la hoguera de los cristianos en castigo por sus declaraciones sobre Jesucristo y que m�s tarde apoy� a las diversas fuerzas de oposici�n y de aparente destrucci�n. Para un joven esquizofr�nico que ya sufr�a de ideas delirantes paranoides, John Lennon pudo haber representado el s�mbolo obvio de la ruptura hist�rica dentro de su mundo y, desde luego, es posible que todas las ideas delirantes paranoides no sean m�s que la proyecci�n contra los dem�s �malvados� del rencor que quien las padece experimenta contra s� mismo ante la vulnerabilidad de su propia ruptura mental. La proyecci�n hacia el exterior de dicho rencor evitar�a as� asumir responsabilidades personales. Todas las ideas delirantes paranoides se basan en algo de verdad. Por ejemplo, John Lennon era, de hecho, tanto el principal creador de la m�sica pop como su mayor cr�tico. �l la elev� a dimensiones que incluso empeque�ecieron a Elvis y luego ayud� a destruirla. �l se convirti� en una figura p�blica con quien se identificaban millones de seres, pero tambi�n enajen� a otros muchos millones. �l convirti� a la estrella del rock en una figura que expresaba las palabras y los sentimientos de toda una generaci�n y lleg� a ser su rostro y su objetivo, su liberador y su maldici�n. Una vez que entr� en los hogares de cien millones de j�venes como el s�mbolo del espect�culo de los nuevos medios de comunicaci�n, tambi�n introdujo en el recinto de los padres �hasta entonces sacrosanto� la ruptura generacional, el movimiento pacifista y la amenaza comunista. Encarn� m�s que nadie la dial�ctica de los a�os sesenta �por un lado la tensi�n entre el liberalismo y la libertad para explotar y por el otro el anticapitalismo y la libertad frente a la explotaci�n, entre el principio del placer de Estados Unidos (ejemplificado en los Beatles) y su principio de la realidad (el mundo de la desinformaci�n, de la riqueza imposible y del todav�a m�s imposible poder), entre la m�sica como entretenimiento y la m�sica como el coro para la revoluci�n.

Seguramente no es ninguna coincidencia que con el advenimiento de la era de Reagan, que quiz� m�s que cualquier otra sirvi� para ocultar las matanzas en el exterior y los excesos est�ticos y pol�ticos en el interior, las libertades fuesen amputadas al mismo tiempo que la mano que hab�a ayudado a derribar el castillo de naipes. A menudo hacen falta locos para ver con extrema agudeza la locura que los rodea. S�, Mark Chapman estaba probablemente loco, pero el asesinato de John Lennon expres� de manera inconsciente el deseo social de asesinar a otros como �l (en el mundo real o s�lo en la fantas�a). Por eso, en la actualidad es tan f�cil caer en la (a menudo falsa) teor�a de la conspiraci�n, pues la clase dirigente conspira a diario para proteger sus dominios y la clase obrera todav�a no conspira para subvertirlos con m�s de unos pocos miles de activistas por aqu� y otros pocos miles por all�. Por muchas razones, John Lennon era el objetivo perfecto, incluso si su asesinato no fue un esfuerzo concertado por el poder para quit�rselo de en medio.

Lo que dej� tras de s� fue la imaginaci�n ut�pica que todos compartimos, que todav�a existe en un mill�n de cerebros y que se niega a que nadie la silencie. La canci�n Imagine fue incuestionablemente el momento m�s elevado de Lennon. Su claridad l�rica y conceptual arroj� luz sobre nuestro mundo oscuro y violento. Nos impuls� a imaginar un mundo sin propiedad, sin religi�n, sin naciones, que viva en paz. Postul� un orden econ�mico en el que tanto la avaricia como el hambre ser�an algo imposible.

Los socialistas tambi�n comparten dicha visi�n. Apoyan todas las causas que acercan a la humanidad hacia el objetivo de un orden econ�mico sin clases en donde el trabajo asalariado, el dinero y la compraventa sean substituidos por personas libres que trabajan juntas para subvenir a sus necesidades, sin las coacciones impuestas por el sistema de mercado, en pocos palabras, un mundo de paz, de igualdad, de abundancia y de ecolog�a sostenible: �Podr�s pensar que somos unos so�adores, pero no somos los �nicos. Ojal� un d�a te unas a nosotros. Y el mundo ser� de todos.�

 

Notas del traductor

[1] A Tribute to John Lennon, Working Class Hero (http://irelandsown.net/lennon.html). El autor, John Tomson, es miembro de http://www.worldsocialism.org

[2] Skiffle, amalgama del folk estadounidense, el jazz y el rock.

[3] En el original ingl�s, a spanner in the works, juego de palabras intraducible. Es de se�alar que la expresi�n popular brit�nica to throw a spanner in the Works, literalmente �tirar una llave inglesa en el curro� �o �en el laburo�, para que me entiendan en Am�rica Latina�, significa en realidad �joderlo todo�. Lennon utiliz� las similitudes fon�ticas entre spanner y Spaniard para alterar la expresi�n en el t�tulo de este libro que public� en 1965.

[4] Ludwig Feuerbach (1804-1872), fil�sofo alem�n situado entre Hegel y Marx. Te�rico del ate�smo y cr�tico de la religi�n.

[5] Se refiere a la pel�cula The Manchurian Candidate (1962), de John Frankenheimer, con Frank Sinatra y Lawrence Harvey, rodada en plena guerra fr�a y basada en la novela hom�nima de Richard Condon, que estuvo retenida y sin estrenar durante casi veinticinco a�os tras el asesinato del presidente Kennedy.

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Addendum del traductor

Sobre personajes y discursos

 

Cuando inici� la traducci�n de este art�culo, cuya lectura me hab�a parecido de inter�s por el sesgo poco habitual con que estudia al personaje, estuve tentado por el deseo de cambiarle el t�tulo en castellano, y ello para no herir la susceptibilidad de algunos lectores de Rebeli�n, pues no cabe duda de que vestir la imagen p�blica de John Lennon con el traje de h�roe de la clase obrera puede parecer no s�lo excesivo, sino incluso una provocaci�n. Al final, se impuso el respeto por el autor y traduje literalmente el t�tulo original A Tribute to John Lennon, Working Class Hero, pero deseo a�adir ahora un breve comentario.

Durante los d�as que siguieron al asesinato de John Lennon (acaecido el 8 de diciembre de 1980, hoy hace veinticuatro a�os), la prensa aire� los aspectos m�s diversos de la vida privada del m�sico, entre ellos la aparente contradicci�n de que un activista como �l, que hab�a puesto su carrera al servicio de causas consideradas radicales en EEUU, hubiese elegido domicilio en el Dakota, uno de los edificios m�s caros y emblem�ticos de Nueva York, junto al Central Park. Se supo tambi�n que no s�lo pose�a all� un apartamento, sino dos, y que el segundo estaba refrigerado y serv�a para guardar los abrigos de pieles del matrimonio. En cuanto a la fortuna personal de los Lennon, fue estimada en unos trescientos millones de d�lares.

Con tales datos en la mano, es verdad que resulta embarazoso calificar de h�roe de la clase obrera a un artista que, desde su acceso al estrellato a principios de los a�os sesenta, no padeci� nunca las vicisitudes de dicha clase social, pues no es lo mismo ser pobre que rico, y Lennon era muy, muy rico. Sin embargo, dicho razonamiento, de tufo �tico, moral, humanista o religioso, poco o nada tiene que ver con el an�lisis materialista que a mi entender busca el autor en su texto. El mundo en que vivimos nos ha acostumbrado subliminalmente a meter en un mismo saco la vida y la obra de los personajes p�blicos �una prueba de ello es el equ�voco t�tulo de este art�culo�, como si ambas coincidiesen siempre, tuvieran igual importancia ante la historia y se pudiesen juzgar seg�n id�ntico rasero, lo cual es un rasgo t�pico del pensamiento burgu�s. El materialismo hist�rico est� en las ant�podas de dicha tendencia, pues se interesa �nica y exclusivamente por las consecuencias sociales de cada acto humano y deja a un lado las consideraciones personales, que s�lo incumben al individuo� y a nadie m�s. Por eso, a ning�n marxista deber�a importarle si Marx dej� embarazada a su sirvienta, si Althusser asesin� a su mujer, si Picasso era un hombre insufrible o si los hijos del Che sufrieron psicol�gicamente a causa de la ausencia de un padre que los abandon� por la revoluci�n, pues todo eso pertenece a la esfera de la vida privada, que cada cual gestiona como quiere� o como puede.

El caso de John Lennon no escapa a dicha l�gica. Por eso, me atrevo a pedir a los lectores que se hayan sentido inc�modos ante el t�tulo que por un momento olviden al personaje y se centren en Working Class Hero, esa maravillosa canci�n de aire dylaniano cuya letra es a mi entender mucho m�s valiosa desde el punto de vista pol�tico que el ut�pico canto a la bondad de Imagine, musicalmente hermos�sima pero de un angelismo ineficaz. En Working Class Hero, muy al contrario, el cantante de Liverpool plasm� a la perfecci�n los males del mundo y ofreci� el �nico remedio que parece posible, la lucha. Por eso, aunque �l no fuese de ning�n modo un h�roe de la clase obrera �a lo sumo se lo podr�a etiquetar de rebelde �til, en el estilo de Michael Moore�, el �discurso� de su canci�n s� que es, sin duda alguna, una peque�a obra maestra de arte revolucionario y, como tal, perdurar� junto a otros himnos destinados a unir a las masas contra la opresi�n, a la misma altura que La internacional, Bella ciao, Le temps des cerises o Nicarag�ita.

 

John Lennon

 

H�roe de la clase obrera

Ya desde que naces hacen que te sientas peque�o

Porque no te dan tiempo en vez d�rtelo todo

Hasta que el dolor es tan grande que no sientes nada

Podr�as ser un h�roe de la clase obrera

 

Te hacen da�o en casa y te pegan en la escuela

Te odian si eres listo y te toman por loco

Hasta que est�s tan atontado que no entiendes nada

Podr�as ser un h�roe de la clase obrera

 

Despu�s de veinte a�os de horror y tortura

Se supone que has de elegir un trabajo

Pero ya no puedes funcionar del miedo que tienes

Podr�as ser un h�roe de la clase obrera

 

Te drogan con la religi�n, el sexo y la televisi�n

Y te crees ingenioso, apol�tico y libre

Pero no eres m�s que un jodido ignorante

Podr�as ser un h�roe de la clase obrera

 

Te dicen que puedes llegar a la cima

Pero antes has de aprender a matar sonriendo

Si deseas triunfar como los de all� arriba

Podr�as ser un h�roe de la clase obrera

Si quieres ser un h�roe, s�gueme

 

Rebeli�n, 8 de diciembre de 2004


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