Traducido
        para Rebeli�n por Manuel Talens
        
        
        
        
        
         
        
        
          
          Los socialistas 
          consideran la canci�n Imagine de John Lennon como un himno de 
          esperanza universal. Pocas otras canciones, y quiz� ninguna tan 
          famosa, han descrito la visi�n socialista con tanta exactitud y 
          emotividad. Aparecida originalmente en el �lbum Imagine de 
          1971, lleg� en tres ocasiones a los primeros puestos de las listas de 
          �xitos de Inglaterra (primero entre los discos sencillos en 1975; 
          luego en 1981 a los pocos meses de la muerte de Lennon (ocup� el 
          n�mero 1 durante varias semanas) y, por fin, durante las Navidades de 
          1999, tras haber sido votada como letra favorita nacional y elegida 
          segunda canci�n preferida de todos los tiempos en una gran encuesta 
          sobre la mejor m�sica del milenio.
          
          Imagine 
          es una canci�n humanista por excelencia, que niega a los humanos el 
          lugar que a menudo se adjudican a s� mismos en el universo espiritual 
          y que, en cambio, los relega a su material y exquisitamente hermoso 
          hogar terrenal. Lennon hace esto para impulsar a sus pr�jimos a unirse 
          en la creaci�n de un mundo que valga la pena, sin pa�ses, guerras, 
          religi�n ni propiedad privada. Su deseo de compartir este mundo juntos 
          como una aut�ntica �hermandad de los seres humanos� ha hecho que m�s 
          de un miembro del Movimiento Socialista Mundial se haya preguntado si 
          acaso Lennon no escribir�a esta canci�n despu�s de haber le�do el 
          Socialist Standard, lo cual no es una idea descabellada, puesto 
          que despu�s de la separaci�n de los Beatles empez� a frecuentar con 
          avidez la prensa radical, pero no se sabe con certeza si lleg� a leer 
          el Standard, un peri�dico que desde 1904 tambi�n aboga por una 
          sociedad de propiedad compartida, sin naciones, sin clases y sin 
          dinero. 
          
          Junto con Paul 
          MacCartney, Lennon fund� y dio nombre a los Beatles, pero a menudo se 
          sinti� inc�modo de la fama y del significado que el grupo lleg� a 
          alcanzar. De hecho, fue tambi�n Lennon quien fusion� el grupo poco 
          antes de que saliera a la venta su single en solitario Instant 
          Karma, cuando les comunic� a los otros miembros que pensaba 
          marcharse.
          
          La trayectoria 
          personal de John Lennon est� mucho m�s cerca del esp�ritu de lo que 
          m�s tarde se llamar�a punk rock que del pop tradicional. En primer 
          lugar, la manera en que �l y miles de otros j�venes abrazaron el 
          skiffle [2] en Inglaterra recuerda el camino que las 
          bandas punk siguieron en los a�os setenta, a menudo de un modo 
          similar, sin ni siquiera saber tocar sus instrumentos. En segundo 
          lugar, las famosas payasadas de John Lennon cuando los Beatles 
          actuaron en Alemania inclu�an la burla del saludo nazi y su aparici�n 
          en escena con una tapa de retrete en el cuello a modo de collar. 
          Intentos como �stos de escandalizar a menudo se asocian con la 
          posterior era del punk. De hecho, una de las travesuras de John Lennon 
          en su juventud hab�a consistido en orinar desde el tejado de una 
          iglesia de Liverpool sobre las monjas que pasaban por abajo. En tercer 
          lugar, los chaquetones de cuero y el aspecto desali�ado de los Beatles 
          iniciales estaban tambi�n mucho m�s cerca los punk rebeldes y 
          radicales de los a�os setenta que la limpia imagen posterior, con 
          trajes de ejecutivo, que exhib�a el grupo. 
          
          Desde luego, 
          John Lennon expresaba su c�lera y su sentido del absurdo en las 
          mordaces letras de sus canciones. Resulta interesante constatar que, 
          si se dejan de lado sus breves nueve a�os como beatle famoso, el 
          car�cter pol�tico de sus �ltimos a�os es una extensi�n l�gica de su 
          �poca anterior a los Beatles y de la de los Beatles iniciales. Lo 
          cierto es que a menudo se encuentran rastros de su rebeld�a en las 
          entrevistas que concedi� como beatle, y su declaraci�n de que eran m�s 
          famosos que Jesucristo fue un raro aunque involuntario uso de la fama 
          para poner patas arriba el statu quo, probablemente sin 
          parang�n alguno hasta que los Sex Pistols empezaron a blasfemar en la 
          televisi�n brit�nica doce a�os despu�s. Por eso resulta posible arg�ir 
          que, incluso si la escritura de John Lennon contribuy� enormemente a 
          la melod�a y al m�rquetin de la m�sica pop en el siglo XX, fue una 
          especie de �capitulaci�n� y un alejamiento de su potencial como 
          creador y, en particular, de su aut�ntica naturaleza pol�tica y 
          cr�tica. Qui�n sabe si los admiradores de los Beatles se ofender�n al 
          leer esto que digo, pero tratemos de imaginar lo que pensar�an si, por 
          ejemplo, una banda contempor�nea de grunge como Nirvana hubiese 
          cambiado en los a�os noventa su aspecto agresivo y el estilo de su 
          m�sica por trajes bien cortados, pelo corto y relamidas canciones de 
          amor que les garantizaran un p�blico internacional y la cercan�a de la 
          familia real, es decir, si hubieran adoptado un aspecto de �ricos� 
          como hicieron los Beatles en 1962.
          
          Es curioso que 
          la primera canci�n de Lennon en un �lbum de los Beatles �Please 
          Please Me (1963)� fuese Misery, que empezaba con las 
          palabras �el mundo me trata mal�. La verdad es que Lennon lanzaba a 
          menudo estas peque�as bombas l�ricas de su aut�ntico yo en canciones 
          que, por otra parte, eran perfectas gemas de la m�sica pop que se 
          hac�an eco de las sensibilidades musicales del pop estadounidense (Beach 
          Boys, Buddy Holly, Motown). Dado que ten�a el mundo rendido a su 
          alrededor, es posible que Lennon disfrutara utilizando sus canciones 
          como una oportunidad para ponerle el pie encima o, tal como sugiere el 
          t�tulo de un libro que escribir�a a�os m�s tarde, para �joderlo todo� 
          (juego de palabras que termin� por convertirse en A Spaniard In The 
          Works) [3]. 
          
          Aquellas �cidas 
          contribuciones contrastaban bruscamente con las edulcoradas de 
          MacCartney, cuyas canciones de amor (como la mayor�a de las que 
          cantaban los Beatles) se ocupaban de las banalidades del coraz�n. A 
          pesar de que casi todas las canciones de los Beatles iban firmadas por 
          el t�ndem Lennon-MacCartney, la autor�a de uno y otro qued� clara 
          cuando tras la ruptura del grupo las canciones de Lennon empezaron de 
          inmediato (ya en 1970) a explorar temas profundamente pol�ticos, 
          psicol�gicos y existenciales, mientras que el trabajo en solitario de 
          MacCartney sigui� investigando la nostalgia y el romanticismo y, en 
          general resulta mucho menos interesante de analizar y demasiado 
          aburrido, con las posibles excepciones de algunas declaraciones 
          pol�ticas como 
          Give Ireland 
          Back To The Irish.
          
          
          En el LP 
          Please Please Me, Misery contrastaba con Love Me Do 
          y P.S. I Love You, que aparec�an en el mismo �lbum. Incluso en 
          una canci�n de amor de lo m�s tradicional como Ask Me Why, 
          Lennon canta: �Si lloro no es porque est� triste, sino porque t� eres 
          el �nico amor que he tenido. No puedo creer que me haya pasado esto, 
          no puedo imaginarme un sufrimiento igual.� As�, incluso en una canci�n 
          en la que el objeto de su amor est� conquistado, Lennon canta desde su 
          lado oscuro, como el pobre hombre que se asombra de haber encontrado 
          el amor, o de que lo amen, mientras deja planear una nube incierta de 
          duda y dolor sobre su amante. La idea general de que Lennon cantaba 
          las canciones m�s cortantes queda confirmada cuando �stas se analizan, 
          y como al parecer es verdad que MacCartney y Lennon ten�an tendencia a 
          cantar las canciones que hab�an escrito en solitario, no queda m�s 
          remedio que deducir que fue el esp�ritu rebelde de Lennon quien imbuy� 
          aquella lucha y aquel malestar en sus propias creaciones y, por 
          extensi�n, en el repertorio de los Beatles. 
          
          Las canciones 
          que escribi� Lennon para el �lbum With The Beatles (1963) eran 
          todas de amor y as� fue generalmente en todos los LP iniciales. En el 
          �lbum de 1964 A Hard Day�s Night, (el primer �cl�sico� de los 
          Beatles) Lennon declara en la canci�n del mismo t�tulo que ha estado 
          �trabajando como un perro�, lo cual es toda una brev�sima referencia a 
          nuestras vidas laborales, incluso si a continuaci�n el amor de la 
          mujer hace que �se sienta bien�. En la canci�n Help! del �lbum 
          hom�nimo de 1965, John parece describir su propio dolor en el seno de 
          los Beatles, con la p�rdida de su independencia, el aumento de su 
          inseguridad y su necesidad de alguien que lo calme y le indique una 
          nueva direcci�n (resulta interesante se�alar que Yoko Ono tuvo al 
          parecer ese efecto positivo que �l buscaba en una relaci�n).
          
          Nowhere Man, 
          del �lbum Rubber Soul (1965), trata asimismo de la alienaci�n, 
          incluso si no est� situada en el mundo del trabajo o del poder, pero 
          amonesta por su pasividad a quienes se permiten ser invisibles para 
          pasar inadvertidos y los urge (a ellos y a todos nosotros, ��acaso �l 
          no es como t� o yo?�) a que tomen el control del mundo que los rodea.
          
          
          En I�m Only 
          Sleeping, de Revolver (1966), Lennon habla otra vez 
          de nuestras vidas precipitadas y exhibe sin reparos su pereza (los 
          socialistas promueven �el derecho a la pereza�, en contraposici�n con 
          el �derecho al trabajo� de los capitalistas). 
          
          En los �lbumes
          Sgt. Pepper�s Lonely Hearts Club Band y Magical Mystery Tour
          (ambos de 1967), las letras de John Lennon empezaron a volverse 
          cada vez m�s surrealistas (I Am The Walrus) bajo la influencia 
          de las drogas, la cultura oriental y una obvia liberaci�n personal, 
          reflejada en esta declaraci�n art�stica. Revolution, del 
          White Album (1968) fue la primera canci�n abiertamente pol�tica de 
          Lennon, a menudo mal entendida como apol�tica o conservadora, pero que 
          es m�s bien una cr�tica sobre todo de los mao�stas y otros grupos de 
          la izquierda radical de su tiempo, defensores de una revoluci�n que 
          s�lo �habla de la destrucci�n�. Al fin y al cabo, una revoluci�n 
          triunfante no s�lo trata de la destrucci�n de un viejo orden, sino 
          tambi�n de la construcci�n de un orden nuevo. 
          
          Para entonces, la influencia de Yoko Ono ya se 
          hac�a sentir en su m�sica y en sus acciones. A pesar de que ella a 
          menudo ha sido retratada como una influencia negativa en su vida, un 
          estudio de aquel periodo sugiere lo contrario, es decir, que de verdad 
          le proporcion� la influencia intelectual, pol�tica y est�tica y el 
          permiso que necesitaba para llegar a la plenitud de su potencial 
          creativo. A partir del momento en que la encontr�, sus canciones 
          empezaron realmente a examinar el mundo interior de los dolorosos 
          sentimientos que experiment� de ni�o al perder a su madre y a 
          mostrarlo como un genio quiz� obstaculizado por los Beatles y el mundo 
          exterior que todos debemos soportar. De hecho, incluso cuando los 
          Beatles todav�a estaban juntos, �l ya public� tres �lbumes 
          experimentales con Yoko Ono (los dos Unfinished Music y el 
          Wedding Album, en 1968 y 1969).
          
          
          Tan pronto como 
          los Beatles fueron historia, John Lennon empez� a hacer historia con 
          sus canciones dolorosamente honradas y pol�ticas. En 1970, el �lbum 
          John Lennon/Plastic Ono Band fue un ejemplo. Adem�s del par de 
          canciones que tratan de la p�rdida de su madre y de Love, una 
          de las dos melod�as m�s hermosas que se puedan escuchar en cualquier 
          �lbum, sea o no sea de los Beatles (la otra es Oh My Love en 
          Imagine), empez� a explorar a lo grande temas humanistas y 
          pol�ticos. La convicci�n lennoniana de que viv�a en un universo ateo 
          se revela en diferentes lugares. Por ejemplo, en I Found Out, 
          declara: �No hay ning�n Jes�s venido del cielo� y en God va un 
          poco m�s lejos, pues la afirmaci�n de que �Dios es un concepto con el 
          que medimos nuestro dolor� hunde sus ra�ces en la psicolog�a humana y 
          en el materialismo de Feuerbach [4] y Marx. La canci�n 
          Working Class Hero es un cl�sico ejemplo de la humillaci�n de los 
          obreros en entornos tales como el hogar, la escuela y el trabajo. 
          Incluso si �l era multimillonario, en ella se identific� con la 
          situaci�n de las masas trabajadoras y tom� plenamente conciencia de 
          clase al cantar �Te dicen que puedes llegar a la cima / pero antes has 
          de aprender a matar sonriendo / si deseas triunfar como los de all� 
          arriba�.
          
          La canci�n 
          Imagine, seleccionada como himno oficial por Citizens of the 
          World, pertenece al �lbum Imagine (1971). Otras canciones 
          pol�ticas a se�alar son I Don�t Want To Be A Soldier (�no 
          quiero morir�) y Give Me Some Truth (�ya estoy harto de leer 
          chorradas de pol�ticos neur�ticos, psic�ticos y est�pidos, lo que 
          quiero es la verdad, ahora�). 
          
          El LP m�s abiertamente pol�tico de John Lennon 
          fue la cara A de Some Time in New York City (1972). La cara B 
          inclu�a extractos de un concierto con Frank Zappa). En este �lbum se 
          encuentra su famosa declaraci�n feminista �la mujer es el negro del 
          mundo� (�hacemos que tenga y eduque a nuestros hijos y luego la 
          dejamos porque se ha convertido en una clueca gorda y vieja. Le 
          decimos que su lugar est� en la casa y luego nos quejamos de que es 
          demasiado ignorante para ser nuestra amiga.�). Lennon nos pide que 
          �pensemos en eso y hagamos algo�. La siguiente canci�n, Sisters, O 
          Sisters, de Yoko Ono, es otra canci�n feminista que llama a sus 
          hermanas de sexo a construir un mundo nuevo porque �perdimos nuestra 
          verde tierra, perdimos nuestro aire limpio�. La tercera canci�n, 
          Attica State, contra el sistema carcelario y en favor de la 
          libertad, nos incita a �liberar a los presos, encarcelar a los jueces, 
          liberar a todos los presos de todas partes, [pues] lo �nico que 
          quieren es verdad y justicia, lo �nico que necesitan es amor y 
          cuidados�. Sunday Bloody Sunday y The Luck Of The Irish 
          ridiculiza al gobierno brit�nico (�deber�as tener la suerte del 
          irland�s y entonces desear�as ser ingl�s�).
          Por �ltimo, John y Yoko contribuyeron con 
          canciones sobre los presos John Sinclair (condenado a 10 a�os por 
          vender marihuana a un topo de la polic�a) y Angela Davis, activista 
          negra. No fue un LP musicalmente meritorio para ser de un hombre que 
          en otro tiempo hab�a sido capaz de escribir Strawberry Fields 
          Forever, pero hizo posible que Lennon le dedicase un �lbum a las 
          noticias de actualidad. 
          
          Abundan las 
          conjeturas sobre el porqu� del asesinato de John Lennon. En febrero de 
          2002, Klint Finlay afirm� en el sitio web www.technocult.net que Sean, 
          el hijo de Lennon, hab�a declarado que �quien se crea que Mark Chapman 
          era s�lo un loco que mat� a mi padre debido a sus problemas personales 
          es un idiota. O un ingenuo. O no se ha parado a pensar. A Estados 
          Unidos le interesaba sobremanera que asesinasen a mi padre. Sin la 
          menor duda.�
          
          Existen diversas 
          teor�as, que van desde la conspiraci�n al loco solitario. Las de la 
          conspiraci�n se�alan la hip�tesis de que John Lennon hab�a sido 
          considerado varias veces como una amenaza para la seguridad nacional, 
          primero con Nixon y m�s tarde con el nuevo presidente Reagan. Varios 
          casos documentados de vigilancia por parte del FBI y de arrestos bajo 
          acusaciones falsas en los a�os setenta sirven para sostener dicha 
          teor�a. Desde luego, es verdad que John Lennon fue una figura nacional 
          de importancia que en diferentes momentos de su vida se implic� 
          p�blicamente en diversas causas pol�ticas radicales, incluido su apoyo 
          al IRA, un grupo trotskista, y en la defensa de varios presos.
          
          Otros muchos 
          tambi�n apoyan la teor�a del loco solitario, pues desde ni�o Mark 
          Chapman hab�a estado recibiendo tratamiento para su esquizofrenia 
          paranoide y sufr�a asimismo de numerosas ideas delirantes sobre John 
          Lennon y Todd Rundgren. Cabe preguntarse lo siguiente: �Y si en 
          realidad Mark Chapman no hubiera sido un �candidato manchurio� para un 
          grupo secreto de funcionarios gubernamentales? [5]
          
          La explicaci�n 
          m�s probable es otra: Lennon y los Beatles aparecieron en el momento 
          en que acababa de interrumpirse la ceremonia de la posguerra y de la 
          guerra fr�a dirigida por Kennedy de Camelot, en la cual los 
          estadounidenses se hab�an unido como una pi�a tras un presidente 
          m�stica y m�ticamente considerado como uno de los suyos, a la espera 
          del futuro glorioso lleno de programas sociales que les hab�a 
          prometido. Y, justo cuando la naci�n estaba de luto por la p�rdida no 
          s�lo de un hombre, sino tambi�n de sus sue�os, los Beatles sirvieron 
          de b�lsamo para calmar el dolor de aquella sociedad y ayudarla a 
          olvidar, como s�lo puede hacerlo el poder del espect�culo. 
          
          
          Durante los a�os 
          que siguieron al asesinato de Kennedy, el oponente m�s visible y 
          escuchado en aquella tierra hasta entonces unida fue John Lennon. �l 
          hab�a sido el arc�ngel de la nueva sociedad y ahora se hab�a 
          convertido en el archienemigo, cuyos discos ard�an en la hoguera de 
          los cristianos en castigo por sus declaraciones sobre Jesucristo y que 
          m�s tarde apoy� a las diversas fuerzas de oposici�n y de aparente 
          destrucci�n. Para un joven esquizofr�nico que ya sufr�a de ideas 
          delirantes paranoides, John Lennon pudo haber representado el s�mbolo 
          obvio de la ruptura hist�rica dentro de su mundo y, desde luego, es 
          posible que todas las ideas delirantes paranoides no sean m�s que la 
          proyecci�n contra los dem�s �malvados� del rencor que quien las padece 
          experimenta contra s� mismo ante la vulnerabilidad de su propia 
          ruptura mental. La proyecci�n hacia el exterior de dicho rencor 
          evitar�a as� asumir responsabilidades personales. Todas las ideas 
          delirantes paranoides se basan en algo de verdad. Por ejemplo, John 
          Lennon era, de hecho, tanto el principal creador de la m�sica pop como 
          su mayor cr�tico. �l la elev� a dimensiones que incluso 
          empeque�ecieron a Elvis y luego ayud� a destruirla. �l se convirti� en 
          una figura p�blica con quien se identificaban millones de seres, pero 
          tambi�n enajen� a otros muchos millones. �l convirti� a la estrella 
          del rock en una figura que expresaba las palabras y los sentimientos 
          de toda una generaci�n y lleg� a ser su rostro y su objetivo, su 
          liberador y su maldici�n. Una vez que entr� en los hogares de cien 
          millones de j�venes como el s�mbolo del espect�culo de los nuevos 
          medios de comunicaci�n, tambi�n introdujo en el recinto de los padres 
          �hasta entonces sacrosanto� la ruptura generacional, el movimiento 
          pacifista y la amenaza comunista. Encarn� m�s que nadie la dial�ctica 
          de los a�os sesenta �por un lado la tensi�n entre el liberalismo y la 
          libertad para explotar y por el otro el anticapitalismo y la libertad 
          frente a la explotaci�n, entre el principio del placer de Estados 
          Unidos (ejemplificado en los Beatles) y su principio de la realidad 
          (el mundo de la desinformaci�n, de la riqueza imposible y del todav�a 
          m�s imposible poder), entre la m�sica como entretenimiento y la m�sica 
          como el coro para la revoluci�n.
          
          Seguramente no 
          es ninguna coincidencia que con el advenimiento de la era de Reagan, 
          que quiz� m�s que cualquier otra sirvi� para ocultar las matanzas en 
          el exterior y los excesos est�ticos y pol�ticos en el interior, las 
          libertades fuesen amputadas al mismo tiempo que la mano que hab�a 
          ayudado a derribar el castillo de naipes. A menudo hacen falta locos 
          para ver con extrema agudeza la locura que los rodea. S�, Mark Chapman 
          estaba probablemente loco, pero el asesinato de John Lennon expres� de 
          manera inconsciente el deseo social de asesinar a otros como �l (en el 
          mundo real o s�lo en la fantas�a). Por eso, en la actualidad es tan 
          f�cil caer en la (a menudo falsa) teor�a de la conspiraci�n, pues la 
          clase dirigente conspira a diario para proteger sus dominios y la 
          clase obrera todav�a no conspira para subvertirlos con m�s de unos 
          pocos miles de activistas por aqu� y otros pocos miles por all�. Por 
          muchas razones, John Lennon era el objetivo perfecto, incluso si su 
          asesinato no fue un esfuerzo concertado por el poder para quit�rselo 
          de en medio. 
          
          Lo que dej� tras 
          de s� fue la imaginaci�n ut�pica que todos compartimos, que todav�a 
          existe en un mill�n de cerebros y que se niega a que nadie la 
          silencie. La canci�n Imagine fue incuestionablemente el momento 
          m�s elevado de Lennon. Su claridad l�rica y conceptual arroj� luz 
          sobre nuestro mundo oscuro y violento. Nos impuls� a imaginar un mundo 
          sin propiedad, sin religi�n, sin naciones, que viva en paz. Postul� un 
          orden econ�mico en el que tanto la avaricia como el hambre ser�an algo 
          imposible. 
          
          Los socialistas 
          tambi�n comparten dicha visi�n. Apoyan todas las causas que acercan a 
          la humanidad hacia el objetivo de un orden econ�mico sin clases en 
          donde el trabajo asalariado, el dinero y la compraventa sean 
          substituidos por personas libres que trabajan juntas para subvenir a 
          sus necesidades, sin las coacciones impuestas por el sistema de 
          mercado, en pocos palabras, un mundo de paz, de igualdad, de 
          abundancia y de ecolog�a sostenible: �Podr�s pensar que somos unos 
          so�adores, pero no somos los �nicos. Ojal� un d�a te unas a nosotros. 
          Y el mundo ser� de todos.�
           
          
          Notas del 
          traductor
          
          [1]
          A Tribute to John Lennon, Working Class Hero (http://irelandsown.net/lennon.html).
          El autor, 
          John Tomson, es miembro de http://www.worldsocialism.org
          
          [2] Skiffle, 
          amalgama del folk estadounidense, el jazz y el rock. 
          
          
          [3] En el 
          original ingl�s, a spanner in the works, juego de palabras 
          intraducible. Es de se�alar que la expresi�n popular brit�nica to 
          throw a spanner in the Works, literalmente �tirar una llave 
          inglesa en el curro� �o �en el laburo�, para que me entiendan en 
          Am�rica Latina�, significa en realidad �joderlo todo�. Lennon utiliz� 
          las similitudes fon�ticas entre spanner y Spaniard para 
          alterar la expresi�n en el t�tulo de este libro que public� en 1965.
          
          [4] 
          Ludwig 
          Feuerbach (1804-1872), fil�sofo alem�n situado entre 
          Hegel y Marx. Te�rico del ate�smo y cr�tico de la religi�n.
          
          [5] Se refiere a 
          la pel�cula The 
          Manchurian Candidate (1962), de John Frankenheimer, con Frank 
          Sinatra y Lawrence Harvey, rodada en plena guerra fr�a y basada en la 
          novela hom�nima de Richard Condon, que estuvo retenida y sin estrenar 
          durante casi veinticinco a�os tras el asesinato del presidente Kennedy.
          
          _________________________________
           
          
          Addendum 
          del traductor
          
          Sobre personajes 
          y discursos
           
          
          Cuando inici� la 
          traducci�n de este art�culo, cuya lectura me hab�a parecido de inter�s 
          por el sesgo poco habitual con que estudia al personaje, estuve 
          tentado por el deseo de cambiarle el t�tulo en castellano, y ello para 
          no herir la susceptibilidad de algunos lectores de Rebeli�n, 
          pues no cabe duda de que vestir la imagen p�blica de John Lennon con 
          el traje de h�roe de la clase obrera puede parecer no s�lo excesivo, 
          sino incluso una provocaci�n. Al final, se impuso el respeto por el 
          autor y traduje literalmente el t�tulo original 
          A Tribute to 
          John Lennon, Working Class Hero, 
          pero deseo a�adir ahora un breve comentario.
          
          Durante los d�as 
          que siguieron al asesinato de John Lennon (acaecido el 8 de diciembre 
          de 1980, hoy hace veinticuatro a�os), la prensa aire� los aspectos m�s 
          diversos de la vida privada del m�sico, entre ellos la aparente 
          contradicci�n de que un activista como �l, que hab�a puesto su carrera 
          al servicio de causas consideradas radicales en EEUU, hubiese elegido 
          domicilio en el Dakota, uno de los edificios m�s caros y emblem�ticos 
          de Nueva York, junto al Central Park. Se supo tambi�n que no s�lo 
          pose�a all� un apartamento, sino dos, y que el segundo estaba 
          refrigerado y serv�a para guardar los abrigos de pieles del 
          matrimonio. En cuanto a la fortuna personal de los Lennon, fue 
          estimada en unos trescientos millones de d�lares.
          
          Con tales datos 
          en la mano, es verdad que resulta embarazoso calificar de h�roe de la 
          clase obrera a un artista que, desde su acceso al estrellato a 
          principios de los a�os sesenta, no padeci� nunca las vicisitudes de 
          dicha clase social, pues no es lo mismo ser pobre que rico, y Lennon 
          era muy, muy rico. Sin embargo, dicho razonamiento, de tufo �tico, 
          moral, humanista o religioso, poco o nada tiene que ver con el 
          an�lisis materialista que a mi entender busca el autor en su texto. El 
          mundo en que vivimos nos ha acostumbrado subliminalmente a meter en un 
          mismo saco la vida y la obra de los personajes p�blicos 
          �una prueba de ello es el equ�voco t�tulo de este art�culo�, como si 
          ambas coincidiesen siempre, tuvieran igual importancia ante la 
          historia y se pudiesen juzgar seg�n id�ntico rasero, lo cual es un 
          rasgo t�pico del pensamiento burgu�s. El materialismo hist�rico est� 
          en las ant�podas de dicha tendencia, pues se interesa �nica y 
          exclusivamente por las consecuencias sociales de cada acto humano y 
          deja a un lado las consideraciones personales, que s�lo incumben al 
          individuo� y a nadie m�s. Por eso, a ning�n marxista deber�a 
          importarle si Marx dej� embarazada a su sirvienta, si Althusser 
          asesin� a su mujer, si Picasso era un hombre insufrible o si los hijos 
          del Che sufrieron psicol�gicamente a causa de la ausencia de un padre 
          que los abandon� por la revoluci�n, pues todo eso pertenece a la 
          esfera de la vida privada, que cada cual gestiona como quiere� o como 
          puede.
          
          El caso de John 
          Lennon no escapa a dicha l�gica. Por eso, me atrevo a pedir a los 
          lectores que se hayan sentido inc�modos ante el t�tulo que por un 
          momento olviden al personaje y se centren en Working Class Hero, 
          esa maravillosa canci�n de aire dylaniano cuya letra es a mi entender 
          mucho m�s valiosa desde el punto de vista pol�tico que el ut�pico 
          canto a la bondad de Imagine, musicalmente hermos�sima pero de 
          un angelismo ineficaz. En Working Class Hero, muy al contrario,
          el cantante de Liverpool plasm� a la perfecci�n los males del 
          mundo y ofreci� el �nico remedio que parece posible, la lucha. Por 
          eso, aunque �l no fuese de ning�n modo un h�roe de la clase obrera �a 
          lo sumo se lo podr�a etiquetar de rebelde �til, en el estilo de 
          Michael Moore�, el �discurso� de su canci�n s� que es, sin duda 
          alguna, una peque�a obra maestra de arte revolucionario y, como tal, 
          perdurar� junto a otros himnos destinados a unir a las masas contra la 
          opresi�n, a la misma altura que La internacional, Bella ciao,
          Le temps des cerises o Nicarag�ita.
           
          
          
          