MEL GIBSON Y EL MITO JUDEOCRISTIANO
          
          
          
          
          Gilad Atzmon 
          
          *
        
        Traducido
        para Rebeli�n por Manuel Talens
        
        
        
        
        
          
          �Le ruego a 
          Dios que usted y yo podamos dar un ejemplo a todos nuestros hermanos, 
          pues el verdadero, el �nico camino a seguir es el del respeto y, m�s 
          a�n, el del amor mutuo, a pesar de nuestras diferencias�.
          
          (Respuesta de Mel 
          Gibson a una carta de Abraham Foxman, director nacional de la Liga 
          Antidifamaci�n Jud�a, en la que �ste le exige algunos cortes de 
          escenas supuestamente injuriosas de su pel�cula La Pasi�n)
          
          �Sus palabras 
          no calman nuestra preocupaci�n sobre las potenciales consecuencias de 
          su pel�cula para avivar y legitimar el antisemitismo�.
          
          (Respuesta de 
          Foxman a Gibson)
          
          
          Me 
          pregunto si es posible que Foxman est� realmente tan preocupado con el 
          aumento del antisemitismo. En la pr�ctica, mucho m�s que la pel�cula 
          en s� [1], es su reacci�n a �sta lo que aviva los sentimientos 
          antijud�os. Desde un punto de vista no jud�o, la intrusi�n de Foxman 
          en algunos aspectos de la narrativa hist�rica cristiana es bastante 
          extra�a. Foxman deber�a saberlo por experiencia personal, pues �l 
          mismo se opone a los �revisionistas del holocausto� que interfieren en 
          la narrativa sionista oficial. Pero desde el punto de vista jud�o su 
          reacci�n no mejora las cosas, ya que da lugar a una asociaci�n entre 
          el jud�o contempor�neo y la chusma b�blica que presion� a Poncio 
          Pilatos para que decretase la crucifixi�n. Se trata claramente de una 
          maniobra muy peligrosa e irresponsable.
          
          
          Las 
          preocupaciones de Foxman son confusas. Me gustar�a dejar claro que no 
          creo que la mayor�a de los jud�os se identifiquen con sus antepasados 
          b�blicos. Tampoco creo que los gentiles lo hagan. Ning�n jud�o que yo 
          conozca se siente en modo alguno responsable de la muerte de Cristo y 
          tampoco ninguno de mis amigos jud�os ha sido culpado nunca de aquella 
          crucifixi�n. La mayor parte de los jud�os no piensa aprovecharse de la 
          racista �ley del retorno� israel� que, a expensas de los palestinos, 
          acoge en Palestina a cualquier jud�o, venga de donde venga y sea quien 
          sea (incluso si se trata de presuntos criminales). Pero digamos la 
          verdad: hay algunos jud�os que aceptan muy contentos esta abierta 
          invitaci�n israel�, y se trata de esos mismos que se consideran 
          descendientes de sus antepasados b�blicos. Son los jud�os sionistas. A 
          finales del siglo XIX empezaron a emigrar a Palestina e incluso 
          hicieron renacer la lengua hebrea. Se consideran a s� mismos como 
          productos b�blicos redivivos. Hasta aqu� todo suena bastante rom�ntico 
          e incluso heroico, pero esta �nueva� identidad nacionalista conlleva 
          algunos problemas: es expansionista, racista y b�sicamente contraria 
          no s�lo a sus vecinos, sino a cualquier forma de existencia pac�fica. 
          La interpretaci�n sionista de la lecci�n b�blica es bastante sectaria, 
          pues hace caso omiso de las ense�anzas espirituales y �ticas de la 
          religi�n jud�a al adoptar a ciegas el sentido m�s brutal de la noci�n 
          b�blica de conquista. Preciso es mencionar que la tierra de Si�n nunca 
          estuvo desierta, ni en los tiempos b�blicos ni a finales del siglo XIX. 
          Pero esto no detuvo a los sionistas. Al contrario, enardecidos por un 
          celo de misioneros, imitaron a sus antepasados b�blicos en la 
          conquista de la tierra santa. De acuerdo con su terminolog�a de 
          hebreos b�blicos redivivos, denominaron su invasi�n violenta como 
          �rescate de la tierra� y adobaron su maldad con alg�n contenido 
          hist�rico. Como si una repetici�n hist�rica fuese una suerte de 
          justificaci�n moral.
          
          
          Y con 
          esto llegamos al n�cleo de las preocupaciones de Foxman. Quiz� la 
          tendencia sionista a relacionarse con sus antepasados pueda ayudarnos 
          a entender la opresi�n y las atrocidades contra el pueblo palestino, 
          si la consideramos como una repetici�n del v�a crucis de Cristo. Al 
          parecer, los palestinos son los Jesucristos de la actualidad.
          
          
          En la 
          pel�cula de Gibson, Pilatos, el gobernador romano de Palestina, le 
          muestra a la muchedumbre a un Jes�s exhausto y ensangrentado, y dice: 
          �Mirad a este hombre�. Pero el sumo sacerdote, en arameo, insiste: 
          �Crucif�calo�. Pilatos le responde: ��No ha tenido ya bastante?�, y la 
          muchedumbre grita: �No�. Tras lo cual, el dirigente romano otorga la 
          crucifixi�n.
          
          
          En la 
          realidad de hoy, el mundo muestra a la multitud a palestinos exhaustos 
          y ensangrentados, y dice: �Mirad a estos hombres, �no han tenido ya 
          bastante?�. Los palestinos, los moradores nativos de la tierra de 
          leche y miel, padecen ahora un grado de hambre y desnutrici�n 
          similar al de las poblaciones africanas m�s pobres. Pero eso no le 
          preocupa a la muchedumbre israel�, que grita �No� a las peticiones de 
          piedad. Y, si algo exige, es m�s persecuci�n y miseria. Por supuesto, 
          la popularidad del sumo sacerdote Sharon aumenta despu�s de cada 
          matanza de palestinos. Al igual que sus antepasados b�blicos, la 
          visi�n de la sangre exalta al sionista.
          
          
          Las masas 
          israel�es gritan con frecuencia �muerte a los �rabes�. Los sacerdotes 
          israel�es �democr�ticamente� elegidos, ya se trate de Sharon, Peres, 
          Rabin o Ben Gurion, han logrado perfeccionar el v�a crucis palestino. 
          Todo sirve: matanzas, persecuci�n legal, presi�n econ�mica, 
          humillaci�n continua, asesinatos y, ahora, el muro de la separaci�n. 
          De vez en cuando, como Pilatos, la comunidad europea o incluso la 
          administraci�n estadounidense les pregunta: ��No han tenido ya 
          bastante?�, pero siempre terminan por desistir y permiten que los 
          sionistas prosigan la vergonzosa destrucci�n del pueblo palestino.
          
          
          Foxman se 
          ha dado cuenta de que tal interpretaci�n de la pel�cula de Gibson 
          conducir� al p�blico occidental a replantearse las cosas. Una punzada 
          en la conciencia por la miseria que padecen los palestinos es 
          inevitable. Yo dir�a que Foxman y sus aliados sionistas temen que el 
          mito artificial de la camarader�a judeocristiana est� a punto de 
          derrumbarse, lo cual no es nada sorprendente. Una breve ojeada a los 
          anales de estas dos religiones antag�nicas revela un historial rico en 
          amargos conflictos. Se trata de dos visiones distintas del mundo. Las 
          diferencias surgen a la luz en las dos citas que encabezan este 
          art�culo. Mientras que la reacci�n de Foxman es bastante precisa y se 
          centra en el tema favorito jud�o de evitar el odio, el cristianismo 
          est� reflejado en la respuesta de Gibson y trata del amor fraterno.
          
          
          Es m�s 
          que probable que la pel�cula de Gibson pueda conducir a un amplio 
          acuerdo sobre el papel que representa el pueblo palestino �el nuevo 
          Cristo� en la redenci�n de los males actuales del mundo, ya sean el 
          Estado israel�, la identidad sionista, Bush o Blair. Cuando 
          reconozcamos el crimen que se est� cometiendo contra los palestinos 
          estaremos listos para eliminar las diferencias impuestas entre 
          Occidente y los dem�s, entre nosotros y ellos, entre los 
          Estados Unidos y el mundo �rabe. Est� claro que Foxman y sus socios 
          sionistas no lo desean. Se sienten mucho m�s seguros en la senda del 
          mal, en el reino de la guerra infinita y del derramamiento de sangre.
          
          [1]
          The Passion of the 
          Christ
          (http://www.passion-movie.com).
          
                  
                   
          
          
          
          
          
          
           
          
          
                  
                  
                  
                  * 
                   
                  Jazzman, 
                  escritor y activista de izquierda, el polifac�tico Gilad 
                  Atzmon es una estrella ascendente de la escena cultural 
                  brit�nica. Nacido en Israel y criado dentro del juda�smo, se 
                  exil� a Londres en los a�os noventa. Apoya sin matices la 
                  liberaci�n del pueblo palestino, se opone de manera rotunda al 
                  principio racial del Estado de Israel y milita a favor de la 
                  creaci�n de un �nico estado democr�tico, que acoger�a en su 
                  seno tanto a palestinos como a israel�es. Su �ltimo CD, 
                  grabado con el multicultural The Orient House Ensemble, se 
                  titula Exile. Gilad Atzmon ha publicado una novela, 
                  Guide to the Perplexed, que con el t�tulo de 
                  Gu�a 
                  de 
                  perplejos acaba de aparecer en castellano bajo el 
                  sello de Ediciones del Bronce (Grupo Editorial Planeta, 
                  Barcelona 2003).  
                  
                   El lector puede visitar su 
                  sitio web en el siguiente URL: 
                  
                  
                  www.gilad.co.uk
                  
                    
 
                  
          
                  
                  