Sainete
del remordimiento
MANUEL TALENS
(Se alza el tel�n. Penumbra. C�spito duerme sobre una cama)
C�SPITO (so�ando en voz alta, le habla a su conciencia con voz monocorde): �Qu� cosas
m�s interesantes se pueden encontrar rebuscando papelorios en la Feria del Libro Antiguo
de la Gran V�a! Sin ir m�s lejos, a�n estoy sobrecogido a causa de un diminuto
facs�mil de esos que edita el Servicio de reproducci�n de las Librer�as
Par�s-Valencia. Tengo el t�tulo y el autor grabados en la memoria: Ep�tome del Origen y
Grandezas del Idioma Valenciano, escrito por Carlos Ros, notario apost�lico,
natural de esta muy Noble, Ilustre, Antigua, la Leal, Insigne y Coronada Ciudad de
Valencia, a la que se dedica, impresso en Valencia por Cosme Granja, en la plaza de la
Seo. A�o 1734. (Pausa; mira con ojos son�mbulos hacia el p�blico) La dedicatoria
de Ros, redactada en el valenciano de la �poca, va dirigida a una serie de
egregis,
nobles, y magnifichs Senyors y contiene t�rminos como ocells y servei: �por qu� ser�
que al mencionarlos me duelen como un pecado?; el Ep�tome, en cambio, est� escrito en el
castellano a�n vacilante del siglo XVIII. (Sacude la blanca cabellera con pesadumbre)
�Hay que ver la cantidad de bibliograf�a que utiliza Ros! (Nueva pausa; recita
profesoralmente) Todo empieza despu�s de la confusi�n de Babel: seg�n Villegas (Cf.
Flos Sanctorum, de Patriarchas, y Prophetas, cap. 14), de aquel galimat�as sobrevivieron
72 lenguas, las cuales fueron repartidas entre los tres hijos de No�:
Sem, Cam y Jafet. A
Jafet le tocaron 14, una de las cuales era el vascuence, que se convertir�a en la primera
lengua de Espa�a, tra�da aqu� por su hijo Tubal. Nos invadieron luego los romanos,
imponi�ndonos el lat�n, que fue la segunda. Y la tercera, seg�n Escolano (Cf. Decada
I,
lib. I, cap. 14), es la valenciana. (Nueva pausa; tono rememorativo) �Pero de d�nde
procede la lengua valenciana? �M�s bibliograf�a del maldito Ros!: seg�n Beuter (Cf.
Chronica General de Espa�a, lib. I cap. 12, p�g. 52), hacia el 1250 hubo aqu� una gran
sequ�a de 26 a�os y nuestros antepasados hubieron de emigrar, unos a Mauritania y otros
a Francia. All�, con la segunda lengua de Espa�a m�s la francesa, bien mezcladas,
engendraron la lengua limosina, (recita como un ni�o) que era graciosa, agradable,
cortesana, sentenciosa, significativa, breve, dulce y suave, y que fue la que trajo, de
vuelta a Espa�a, el rey Jaime I el Conquistador. De la lengua limosina -�el escorpi�n
de la conciencia me corroe otra vez!- proceden el catal�n, el valenciano y el
mallorqu�n. Sin embargo, con tener las tres un origen com�n (le chorrean sudores fr�os
por la frente), dice Ros que los valencianos se dieron ma�a para perfeccionar la lengua
limosina y ponerla en mayores realces, algo que no supieron hacer ni catalanes ni
mallorquines, qued�ndose ellos con su habla bastarda, malsonante, grosera, isle�a y
montaraz. (Rompe en sollozos en medio del sue�o; expresi�n de gran sufrimiento
espiritual) �He pecado, Se�or, he pecado, y me voy a condenar sin remedio!
(Por el centro del escenario, que en realidad est� situado a la derecha, entra Chimuza y
despierta a C�spito de su pesadilla)
CHIMUZA (rega��ndole): �Esas cosas te pasan por leer a los traidores,
C�spito, qu�
man�a la tuya! (Lo mira tiernamente; su tono se vuelve paternal y prof�tico) Anda,
v�monos al b�nquer, que esta noche toca hacer guardia para que la conspiraci�n
limosinista-judeo-mas�nica siga derrotada y la verdadera lengua valenciana, la que ya se
hablaba aqu� cuando lleg� don Jaime (tal como nos ha demostrado en su obra magna el gran
sabio Mourellis), contin�e imperando en el Generalifato. (Lo acaricia como a un ni�o) Y
no temas, que nuestro diccionario ya se ha encargado de extirpar inconveniencias como
ocell, servei, aquest, aleshores, hisenda y otras limosinadas por el estilo... Adem�s,
para mayor consuelo, nuestra jefa vela por nosotros desde lo alto de su columna y Lermex
sigue atado y bien atado a su sill�n... (moh�n beat�fico) �Qu� m�s se puede pedir,
querido C�spito? �Alabado sea Dios!
(Se oye una ventosidad desde ultratumba. C�spito sonr�e. Cae el tel�n)
FIN
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EL
PA�S-Comunidad Valenciana, mi�rcoles 9 de abril de 1997. |
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