Francisco Camps, que pocos meses antes
hab�a sido designado presidente de la Comunidad Valenciana, se
reuni� el �ltimo d�a de 2003 en el Palau de la Generalitat con
la flor y nata de los empresarios locales. La comilona fue
op�para, digna de tan importantes personajes. En la sobremesa,
desinhibido por el vino, Camps se puso en pie y, con aire
virtuoso, dijo:
�Hermanos m�os en Cristo, pedid y se os
dar�, buscad y hallar�is, llamad y se os abrir�, porque quien
pide recibe, quien busca halla y al que llama se le abre.
��As� me gusta! �exclam� Rafael de Moral,
presidente de la Autoridad Portuaria de Valencia.� Yo pido que
te endeudes con miles de millones para el megapuerto con la
excusa de la Copa del Am�rica, pero que sean los contribuyentes
quienes paguen los intereses, que para eso est�n.
�Concedido �dijo Camps, haciendo la se�al
de la cruz.
�Pues yo busco que contin�e la ganga de
los contratos basura, para que podamos seguir echando a la calle
a los machacas cuando nos d� la gana y sin prestaciones
sociales, porque ya sabes que esa gente come a diario, se
enferma y tiene hijos y eso cuesta caro �reclam� Rafael
Ferrando, presidente de la Confederaci�n de Organizaciones
Empresariales.
�Dalo por hecho, Rafa. Ten en cuenta que
esas cosas dependen de Madrid y all� mandamos nosotros, porque
los socialistas no pintan nada desde que los pillamos con las
manos en la caja cuando el Felipe. �Ya dec�a monse�or que en
asuntos de pasta hay que ser profesionales!�. Una salva de aplausos core� las �ltimas
palabras.
�Vale, vale �terci� entonces Arturo
Virosque, presidente de las C�maras de Comercio�, pues ya que
est�s en vena de concedernos regalos, que para eso te hemos
elegido los empresarios, yo quiero llamar a la puerta de la
Generalitat y exigir que les cierres la boca a los comunistas y
a toda esa gentuza que se opone a los campos de golf, a las
urbanizaciones en las playas y al trasvase del Ebro.
�No necesitas llamar �replic� Camps�,
porque tienes abiertas de par en par las puertas de la
Generalitat desde los tiempos de Zaplana, que comete pecadillos
como todo hijo de Dios, pero que de negocios sabe un rato.
�Luego, cauteloso, a�adi�: No obstante, hemos de ser cucos,
Arturito, porque ya sabes que en Bruselas empiezan a sospechar
que nuestros planes econ�micos son una ruina y podr�amos
quedarnos sin subvenciones p�blicas, de manera que habr� que
incrementar la propaganda en prensa y televisi�n para convencer
a esos infelices que nos votan de que est� en juego su porvenir,
de que sin nosotros no es posible la felicidad y, m�s que nada,
de que con la riqueza que vayamos obteniendo aumentaremos las
pol�ticas sociales. Son como ni�os, se creen cualquier bola.
Acto seguido, brindaron con champ�n
franc�s. Luego, el presidente auton�mico bendijo a sus socios,
cerr� los ojos, junt� las manos en actitud piadosa y, para sus
adentros, recit� una plegaria: "San Josemar�a, ruega por
nosotros, que vamos a misa todos los domingos, e intercede ante
la Virgen Sant�sima para que el Partido Popular gane las
pr�ximas elecciones generales y el mundo siga igual, am�n".
Al olor de santidad que desprend�a la piel
del presidente, una mosca se pos� en su calva. En el cielo, el
alma de monse�or Escriv� de Balaguer sonri�.