Ni
chicha ni limon�
MANUEL TALENS
El entorno real maravilloso de principios de nuestra civilizaci�n judeocristiana no
admit�a transgresiones sexuales en el concepto de pareja. La terrible mortalidad infantil
que aquejaba al g�nero humano exig�a tener docenas de hijos con vistas a salvar a dos o
tres, y eso hizo que la improductiva homosexualidad fuese considerada tab�, ya que era
necesario consagrar todos los efectivos a la reproducci�n de la especie. Es obvio que el
primer libro de la Biblia fue escrito por un novelista avant la lettre sometido a las
certezas de su tiempo. "No es bueno que el hombre est� solo", parece ser que
dijo Dios antes de darle compa�era al padre Ad�n (G�nesis 2: 18), circunstancia que
constituye la primera decisi�n pol�ticamente correcta de nuestra historia escrita.
Las cosas han cambiado y hoy Ad�n a lo mejor hubiera sido gay. No obstante, la
correcci�n pol�tica sigue en pie y hace que a algunos les cueste admitir que no siempre
a toda llave le corresponde su cerradura. Tal es el caso del gobierno de Madrid, reacio a
agarrar al toro por los cuernos y a promover un texto legal que se deje de ambig�edades y
permita a cualquier ciudadano, del sexo que sea, casarse con otro ciudadano tambi�n del
sexo que sea y gozar de los mismos derechos y obligaciones que las familias de corte
tradicional.
Entre tanto, algunos gobiernos de menor entidad han dado t�midos pasos en Espa�a,
primero en Navarra y ahora en la Comunidad Valenciana, donde la Ley de Parejas de Hecho
del consejero de Bienestar Social, Rafael Blasco, "legaliza" a las parejas
estables ante la administraci�n auton�mica. Como siempre sucede a la hora de aprobar
leyes que alteran costumbres ancestrales, �sta no se ha visto libre de pol�mica, pero lo
curioso del caso es que los tiros le han venido a Blasco desde ambos lados del espectro
ideol�gico del Partido Popular.
Blasco es un neoliberal de libro de texto y con frecuencia se le notan demasiado las
contradicciones, como cuando pretende d�rselas de solidario promoviendo una Ley del
Voluntariado sin poner en entredicho al mismo tiempo la racista Ley de Extranjer�a de sus
correligionarios, pero en esta ocasi�n las cr�ticas que le han ca�do encima me parecen
un poco marcianas. El anatema de los obispos, desde la derecha rancia, era de esperar.
�Qu� otra cosa pod�an decir los curas ante un texto que banaliza el pecado mortal, que
es el pan con que ellos se ganan la vida? En cambio, la actitud del PSOE no es de recibo,
pues los socialistas han alegado que la Ley de Parejas de Hecho se queda corta y que por
eso votaron en contra, olvid�ndose sin rubor de que, cuando tuvieron la ocasi�n de
romper el nudo gordiano, se cruzaron de brazos y dejaron pasar el carro de la historia.
No es que yo piense que esta ley es el nec plus ultra, pero menos da una piedra y por eso
es c�nico negarle el pan y la sal. �Que existen fundamentos econ�micos ocultos tras
ella?, por supuesto, pero a mucha gente le va a solucionar un mont�n de problemas y eso
me basta.
Quiz� me est� equivocando al defenderla (en cuyo caso rectificar�), pero me parece
injusto que se tilde dicha ley de corta y descafeinada, ya que la izquierda oficial, en
su momento, no ofreci� precisamente caf� turco a la ciudadan�a, sino m�s bien el
equivalente al castizo "ni chicha ni limon�".
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