Citando la opini�n de Arist�teles, el Arcipreste de Hita opin� en el medievo (Libro de buen amor) que el hombre trabaja por dos cosas en el mundo, comer y holgar con hembra placentera. Yo, desde esta columna en el siglo XXI actual, opino que la mujer tambi�n trabaja por comer y holgar con macho placentero, si bien dichas opiniones se enfrentan con la del Papa, que come pero no huelga ni deja holgar a los curas y monjas de la cristiandad.
Es posible que la privaci�n de holgorio beneficie el cuerpo y tranquilice el alma, porque de obispo para arriba, los cl�rigos tienen un aspecto saludable de abuelos entrados en carnes. Como nunca voy a misa, me encanta verlos en los medios de comunicaci�n, bendiciendo quioscos u opinando animadamente de arriba con sus amigos de abajo. Cuando sea viejo -si es que llego, pues holgar desgasta-, me gustar�a ser gordo tambi�n, qu� mejor prueba de una existencia feliz.
Sin �nimo de ofender, opino que la Iglesia se ha excedido en las opiniones reglamentarias de la holganza: ni en solitario le permite a uno acordarse de Marilyn. Adem�s, el clero opin� siempre que holgar por el mero gusto de holgar era digno del infierno. Sin embargo, hay nuevas opiniones en el horizonte: Juan Antonio Reig, obispo de Segorbe-Castell�n, acaba de opinar que la Iglesia cat�lica permite a la monjas misioneras que ejercen su apostolado en pa�ses en guerra el uso de la p�ldora como m�todo de defensa ante posibles violaciones, pero no con fines contraceptivos.
Yo opino que ese extra�o significado de las palabras "defensa" y "fin" parece una boutade surrealista, pues, en mi humilde opini�n, ni la p�ldora es rev�lver, cintur�n de castidad ni tap�n de corcho, ni el fin ontol�gico de su existencia es otro que contraceptivo: evitar el embarazo. Opinado lo cual, por mucho que la opini�n del obispo me parezca metida con calzador, la aplaudo y no la critico, porque los donde dije digo digo diego suelen ser cambios de opini�n dif�ciles de justificar (y si no, que le pregunten a Javier Solana por sus diversas opiniones sobre la OTAN).
La opini�n de Reig vale su peso en oro y da fe de un extraordinario progreso opinador por parte de Roma, que hasta ahora hab�a opinado en contra de esta parcela de libertad que nuestras compa�eras de vida conquistaron hace unos cincuenta a�os. Por algo se empieza y, de la misma manera que ayer la Iglesia opinaba contra Galileo y hoy opina a favor, qui�n sabe si ma�ana opinar� que la p�ldora es buena y pedir� perd�n al sexo femenino. Resumiendo: puesto que estamos de acuerdo en la opini�n de que una monja no tiene por qu� desear embarazos contra su voluntad y es �tico que los prevenga tomando la p�ldora, la mujer seglar y cat�lica que tampoco los desee deber�a de gozar del mismo privilegio sin que nadie la se�ale con el anatema de la moral. Negar tal evidencia se llama discriminaci�n.
�Discriminaci�n? El Cielo me libre de opinar que los obispos pretenden cometer tama�o pecado mortal, ya que conocen bien los evangelios y tienen muy en mente que se les podr�a aplicar la opini�n del narrador San Lucas: "Hip�crita, echa primero fuera de tu ojo la viga y entonces ver�s bien para sacar la paja que est� en el ojo de tu hermano"(6:42). Palabra de Dios, que tambi�n opina.

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EL PA�S-Comunidad Valenciana, martes 13 de febrero de 2001.