El escritorio de Manuel Talens

ART�CULOS DE OPINI�N / DIARIO EL PA�S  

Logotipos
MANUEL TALENS


En una novela de F�lix de Az�a, Historia de un hombre humillado, el narrador a�ora su infancia, cuando un helado era un helado y no un Camy. Es posible que aquella breve reflexi�n novelesca, que data de tiempos en que los pol�ticos a�n no repet�an como papagayos los m�ritos del mercado libre, sit�e al escritor barcelon�s como precursor directo de otro libro que en los �ltimos meses se ha convertido en una especie de biblia antiglobalizadora. Me refiero al ensayo No Logo -�abajo los logotipos!-, de la canadiense Naomi Klein, un alegato contra la tiran�a que las marcas comerciales han llegado a ejercer sobre nosotros, as� como una llamada de atenci�n para que nos fijemos en el fen�meno embrutecedor de la publicidad.
En una �poca de total desmemoria, que rompe artificialmente con el pasado para mejor controlar a las personas, Klein se dedica a reconstruir con exactitud la historia econ�mica que cualquier logotipo lleva consigo y deja claro que la estrategia de la venta global de una marca, no de un bien gen�rico de consumo, se inici� con el final de la guerra fr�a. La ca�da del mal llamado bloque comunista, al dejar v�a libre a un solo competidor, permiti� que las multinacionales bombardeasen a los adolescentes de todo el mundo -un bill�n de compradores potenciales- con una publicidad feroz. Ahora, los j�venes ya no calzan zapatillas, como se llamaban antes por aqu�, sino su marca; los deportes de masas, f�tbol, ciclismo, motos, f�rmula 1... anuncian coches o lavadoras y los ayuntamientos, encargados del primer pelda�o de la democracia, ceden como est�pidos espacio publicitario a cambio de financiaci�n, sin darse cuenta de que caen en la trampa de hundir todav�a m�s a los ciudadanos en el consumo, pues una cosa es cierta: los logotipos son la vanguardia de la ideolog�a neoliberal.
Es evidente que ante un complot tan bien orquestado har�a falta decapitar el sistema de la publicidad, pero el obst�culo es fenomenal, pues los partidos pol�ticos oficiales -sean de la tendencia que sean- ya no disponen de herramientas para enfrentarse al enemigo, de quien son puras correas de transmisi�n. Es este vac�o de poder lo que ha dado lugar al crecimiento de organizaciones paraestatales de lucha contra el liberalismo salvaje -Attac, ONG o, por ejemplo, la militante Recuperemos las Calles-, que son, hoy por hoy, la �nica esperanza de futuro, una vez destruido el espejismo de la democracia parlamentaria. Por eso las cifras de abstenci�n son cada vez mayores. �Para qu� votar, se dice la gente, si salga quien salga elegido no cambia el fondo de las cosas?
�Y qu� tiene esto que ver con la Comunidad Valenciana? Muy sencillo: hace poco hemos sabido que un colegio privado de monjas de Alicante, Nuestra Se�ora del Remedio, alquila al mejor postor en su patio de recreo grandes paneles publicitarios, desde donde se incita a los escolares a comprar whisky o tabaco rubio mientras juegan a la rayuela. Me extra�a mucho que las monjitas pongan en pr�ctica entre nosotros esta medida de financiaci�n escolar capitalista, tan extendida en Estados Unidos, pero los caminos del Se�or son harto imprevisibles y qui�n sabe si el cielo se ganar� en el tercer milenio con dinero fresco en el bolsillo, aunque provenga de las arcas del diablo.

 


 

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EL PA�S-Comunidad Valenciana, martes 3 de julio de 2001.

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