Duelo al sol
MANUEL TALENS
No hay espect�culo m�s placentero que el de la prepotencia derrotada. Algunas obras
maestras del cine lo utilizaron para enaltecer la revancha final de las causas
aparentemente perdidas. Me acuerdo ahora de Shane, ese viejo western de George Stevens que
aqu� se estren� como Ra�ces profundas, en el que un arrogante pistolero vestido de
negro, interpretado por Jack Palance, mord�a el polvo ante el pac�fico Alan
Ladd.
Me acuerdo tambi�n de chuler�as m�s recientes -esta vez reales- que
terminaron destrozadas por el equilibrio natural de la vida, como aquel "�somos los
mejores!" que lanz� Jose Mari Bakero en los tiempos del Dream Team, lo cual no
impidi� que un Bar�a en apariencia invencible terminara apeado de la Copa de Europa por
un rival inferior. Y c�mo no citar la ca�da a los infiernos del
felipismo, absurdamente
convencido de que el cr�dito de los votantes nunca se terminar�a.
Las causas perdidas son la sal de la tierra y la de la izquierda es una de ellas. Sigue
viva y coleando, por mucho que Antonio Lis -vicepresidente de la Diputaci�n de
Valencia por el Partido Popular- pretenda desde estas p�ginas (La izquierda
ensimismada, 24-2-2000) que "la identificaci�n con unas u otras opciones pol�ticas
no es globalizadora ni fija, sino relativa a las prioridades de los problemas que cada
presente depara", falaz argumento posmoderno que podr�a haber firmado Francis
Fukuyama, pues oculta sin verg�enza, tras cortinas de humo
economicistas, que Espa�a
sigue dividida entre los poseedores y la legi�n de ciudadanos que tienen aprietos a fin
de mes y que, �vaya casualidad!, los primeros est�n atrincherados en el engre�do
campo del PP. �Ser� necesario repetir de nuevo que quienes niegan la ideolog�a
("yo en pol�ticas no me meto"), quienes reducen la cosa p�blica a un simple
mercadillo y a los pol�ticos al papel de gestores -eso es lo que viene a significar
la frase de Lis- son siempre fatalmente de derechas?
Y volviendo al entorno peliculero, el s�bado pr�ximo se repetir� en el
O.K. Corral
celtib�rico un enfrentamiento que rememora al de otro western legendario:
My Darling
Clementine/Pasi�n de los fuertes. La verdad es que ninguno de los dos contendientes
principales tiene el empaque de Wyatt Earp (Henry Fonda) o del viejo Clanton (Walter
Brennan), porque Almunia no pasa de actor segund�n de telenovela y Aznar es un Charlot de
v�a estrecha, tanto m�s pat�tico cuanto m�s intenta ser gracioso. En el cine no
servir�an ni para un bodrio de Mariano Ozores, pero en la pol�tica lo que importa es
qu� representan.
Lector, tu voto es el arma incruenta de este duelo al sol: sal a la calle, apunta con �l
y dispara. No olvides que Gary Cooper llevaba las de perder en High Noon/Solo ante el
peligro, pero gan�. �Por qu� no podr�a tambi�n ganar Almunia a los Aznar
Boys, que al
fin y al cabo son los malos de esa pel�cula que se llama Espa�a?
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EL
PA�S-Comunidad Valenciana, martes 6 de marzo de 2000. |
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