El escritorio de Manuel Talens

 

La cinta de Moebius

Rafael Ventura

por Rafael Ventura

  Portada de La cinta de Moebius

La cinta de Moebius
Alcal� Grupo Editorial (2007)
190 p�gs.

 

Manuel Talens es ese pensador ilustrado �tan dif�cil de encontrar en nuestros d�as- que se entrega a una causa justa, como S�crates, como Descartes o Chardin, sin esperar a cambio otra cosa que la verdad: renuncia a una existencia tranquila para sumergirse en una batalla en nombre de la raz�n perdida. Nuestro tiempo est� habitado por extra�as sombras, y Talens pone todo en manos de la raz�n, con la esperanza de que le sea devuelta esa verdad. La b�squeda de la naturaleza de la verdad es la justificaci�n de La cinta de Moebius (2007).

Alejado de las proezas narrativas de sus anteriores novelas, La par�bola de Carmen la Reina (1992) e Hijas de Eva (1997), en las que resolv�a universos propios con altas dosis de lirismo y un estilo circular con un marcado uso del tiempo y su rueda imparable, comienza su nueva obra con un lenguaje nada afectado, limpio, a ratos fr�o como el estilete de un cirujano (no en vano Talens practic� la medicina durante veinte a�os) y renuncia al barroquismo en beneficio de un discurso conciso, transparente, lleno de ideas revolucionarias y de imaginaci�n. �Imaginaci�n al poder!- dijeron los del 68.

Manuel Talens, el escritor fil�sofo, el pensador de nuestro tiempo, tiene el don de transmitirnos con su pluma el deplorable estado de la naci�n terrenal, usando para ello la base cient�fica unida a la teolog�a ficci�n: religi�n y ciencia. Se sirve de la alegor�a b�blica para contemplar el mundo en que vivimos.

�...todo arte constituye un intento de recuperar la inocencia perdida y la escritura es una forma sublime de arte para reconstituir el �xtasis del para�so [...] la grandeza del acto de escribir consiste precisamente en el fracaso indudable de la tarea�.

Como hizo Voltaire con su C�ndido, Talens emplea el personaje del arc�ngel Gabriel para recorrer los oscuros pasadizos del poder como un Dante que desciende a los Infiernos -la tierra- para dar cuenta en el Para�so �el Reino de los Cielos-, de que hay algo que no marcha. El arc�ngel, aterrado por la visi�n que ha recogido en los informes de sus emisarios en la tierra, y por ello sumido en una profunda desaz�n, solucionar� el desastre del mundo �ahora replicado en una base de datos binaria en el mundo digital-, elimin�ndolo. Borr�ndolo. No hay otra salida que recomenzar desde el principio, crear de nuevo el g�nesis.

La cinta de Moebius es tambi�n un juego, un invento matem�tico, una destreza de la ciencia que representa y ficciona el infinito y su multiplicidad. La cinta, propiamente dicha, es inacabable, como el libro, cuyo principio que se pliega en su mitad y regresa al origen, al g�nesis, y contiene en la superficie narrativa, en el discurso, un doble plano: el de la Historia de los hombres y el de la Historia de Dios.

Talens, transfigurado en Dios �nico y creador omnisciente, nos revela en el libro que todo es posible y todo est� permitido; rompe con dogmas decimon�nicos, con la elaboraci�n tediosa de personajes y voces, con la rutina de la trama, y lo hace arrancando con un personaje principal, el arc�ngel Gabriel �en esto es conservador, ya que ser� este personaje el que lleva todo el peso de la historia- que nos guiar� desde los or�genes del mundo conocido, desde el Antiguo hasta el Nuevo Testamento, recorriendo tambi�n la Historia de la Literatura con una alegre visi�n del Reino de los Cielos. All�, en el cielo, habitan Homero, Ovidio, Virgilio, Dante, Rabelais, Shakespeare, Garcilaso de la Vega, Miguel de Cervantes, Gutenberg, Plat�n, Safo, Arist�teles, Cicer�n, S�neca, Tito Livio, miembros todos del Club de Escritores Ser�ficos, en pugna intelectual y rebelde contra el papado y sus tretas en nombre de Dios.

Apenas encontramos en la obra personajes inventados, pues todos pertenecen al orden de la Historia (el arc�ngel Gabriel, Lucas el ap�stol, los escritores y los papas), con la excepci�n de dos, en los que se apoya para el desarrollo de la trama:

- el hacker John Carmichael Barlow, alter ego de
John Perry Barlow (1947 -), poeta y ensayista estadounidense, graduado en religi�n comparada y promotor del Ciberespacio Independiente firmado en Davos en 1996 (fecha y lugar que resuenan con vehemencia en los anales de la contrarrevoluci�n globalizadora del liberalismo actual);

- la doctora Veronika Isenring (recordemos que fue la Ver�nica b�blica quien tendi� un velo a Jesucristo para enjugarle el rostro);

Estos dos personajes junto con Ernesto Cardenal (poeta y activista, que fue amonestado por Juan Pablo II en 1983 frente a las c�maras de TV que en ese momento transmit�an a todo el mundo por propagar doctrinas ap�statas), permitir�n a Talens cruzar su historia celestial con el conocido mundo terrestre y el nov�simo mundo cibern�tico.

Adem�s del argumento en pos de la salvaci�n de un Dios convaleciente y anciano (perfectamente diagnosticado con mecanismos cient�ficos y f�sicos), en la obra nos cruzamos con constantes referencias al mundo de las artes, con pensamientos y confesiones que son sin ninguna duda la propia declaraci�n de intenciones del autor �el arte por el arte no le convenc�a demasiado� (p. 29); �Y fue as�, por pura conveniencia �tica y est�tica, como Gabriel abraz� el activismo� (p. 30); adem�s de esgrimir por todo el libro conceptos como la intertextualidad, el plagio, la revisi�n hist�rica con base marxista, la semi�tica y el metalenguaje.

No solo aparecen por sus p�ginas ese elenco de escritores que forman el Club de Escritores Ser�ficos, sino que tambi�n se asoma Bach �referencia obligada por la circularidad de su obra-, el propio matem�tico Moebius, y el gui�o a sus obras anteriores (el m�dico Lucas Evangelista �no es el Lucas Toledano de La par�bola de Carmen la Reina?, la propia Carmen la Reina, p. 167, las Hijas de Eva, la rueda del tiempo y, por supuesto, la venganza que se va construyendo a lo largo de todo el libro contra el sistema, contra el capitalismo neoliberal que busca el dominio del mundo con su m�scara falsaria). Hasta nos encontramos con algo as� como un autorretrato del propio Talens en la p�gina 51.

No es de extra�ar que Dios malviva en un estado de coma permanente. Talens reformula el �Dios ha muerto� de Nietzsche dentro de un nuevo contexto, el del s. XXI, en donde los muertos vivir�n eternamente conectados a goteros y respiradores.

Escribe Talens en la p�gina 31: �Una cosa es el discurso y otra muy distinta la realidad�, lo cual me hace pensar si no estaremos entonces atados de pies y manos... �Para qu� combatir? Acaso la �nica respuesta v�lida la encontremos tambi�n en otro escritor que ambos �Talens y yo mismo-, admiramos:

TUZENBACH:
Vamos a ver. Despu�s que hayamos muerto nosotros, las gentes volar�n en globos, cambiar�n el estilo de las chaquetas, descubrir�n quiz� un sexto sentido y har�n que se desarrolle... Pero la vida seguir� igual que antes: una vida trabajosa, llena de misterio y de felicidad. Y al cabo de mil a�os, la gente seguir� diciendo entre suspiros: ��Ay, qu� duro es vivir!�. Y, sin embargo, temer� a la muerte y no querr� morir, exactamente igual que ahora.

VERSHININ (Pensativo):
�Qu� dir�a yo? A M� me parece que todo lo de este mundo tiene que cambiar poco a poco y que ya est� cambiando ante nuestros propios ojos. Dentro de doscientos, o trescientos, o hasta de mil a�os �el n�mero no importa- aparecer� una vida nueva y feliz. Nosotros no participaremos de ella, por supuesto, pero vivimos ahora para ella, s�, y sufrimos con el fin de crearla. �se es el �nico objetivo de nuestra existencia y, si quiere usted, �sa ser� nuestra �nica felicidad.
 
Las tres hermanas
A. Ch�jov

�El referente no ha cambiado, pero s� el contexto� (p�g. 72). Tal vez sea esta afirmaci�n el quid de toda la novela. Con el cambio de contexto (la actualidad cibern�tico-cient�fica y el revisionismo hist�rico), la Biblia adquiere matices que debemos analizar, y Talens desarrolla a lo largo de todo el libro una aguda puntualizaci�n de los referentes del G�nesis: si Dios hubiera creado la tierra imponiendo a los hombres el mandamiento de compartirla y gozarla por igual, no estar�amos habitando un mundo plagado de guerras y desolaci�n.

No debemos olvidar que Talens es tambi�n traductor, es miembro y creador del grupo de traductores
Tlaxcala, y claro defensor de esta tarea del escritor en la sombra. Como tal, brinda un clar�simo homenaje a sus compa�eros de pluma en la p�gina 77: Karen Shashok, Fernando Navarro, Luis Manuel Pestana, Fausto Giudice y el dibujante Kalvellido.

En el segundo cap�tulo, �El diagn�stico de Dios�, Talens emplea una serie de informes m�dicos (con lenguaje y estructura absolutamente cient�ficos), con los que concluye los siguientes diagn�sticos: Dios padece Alzheimer y es hermafrodita con autonom�a reproductora, San Jos� no fue m�s que el padre putativo de Jesucristo sin relaci�n de consanguinidad, y el sexo de los �ngeles es aplumado (ya que en el corp�sculo de Barr se encuentra una pluma microsc�pica).

Con estos informes m�dicos, la novela comienza a transformarse en otra cosa. Comienza a perder su narratividad, su expresi�n �art�stica� o literaria, y muta en un juego intelectual en el que los informes cient�ficos y los correos electr�nicos (revisi�n de la novela epistolar), acercar�n la narraci�n hacia el siguiente estadio, a una cota m�s de la vocaci�n humanista de Talens, al cap�tulo siguiente: �Soluci�n cibern�tica de la omnisciencia imposible�.

Pero, �d�nde se encuentra el pliegue de la cinta? �D�nde comienza a perderse exactamente la narraci�n para transformarse en ensayo, en profusi�n de ideas? Como en la propia cinta de Moebius, el punto de cambio, el giro o la inflexi�n, es imposible de determinar. El discurso narrativo est� gravitando sobre la historia y poco a poco se puebla de informes, de correos electr�nicos, la narraci�n aparece y desaparece, y queda completamente mutada pocas p�ginas despu�s del comienzo del cap�tulo �Soluci�n cibern�tica...�, para aparecer de nuevo, como introducci�n a los �Informes sobre el estado de la naci�n terrenal�, el cap�tulo cuarto.

Tras la muerte de John Carmichael Barlow, su alma queda encargada de mantener el Servidor Divino,
www.yosoyelquesoy.com. M�s tarde, en noviembre de 1992, el arc�ngel Gabriel se encuentra con su propia biograf�a (que comienza en una fecha todav�a por llegar, 2009) colgada de ese mismo servidor. El cap�tulo �Soluci�n cibern�tica de la omnisciencia imposible� se estructura como un cruce epistolar y cibern�tico del an�lisis del propio texto que estamos leyendo, es decir, de la propia novela que tenemos entre las manos. Este punto de inflexi�n es otro meandro de la historia, otro de sus muchos pliegues narrativos, una curva en el universo de Talens.

El an�lisis de la propia obra, dentro de la misma obra, es una clara referencia a la p�rdida de inocencia de los lectores. Es natural que as� sea. Hoy en d�a, abrumados por la vastedad de las bibliotecas, por las mil lecturas de cl�sicos y modernos, con manuales de historia de la literatura le�dos y subrayados por doquier, no somos lectores inocentes. Hemos perdido la capacidad de ser sorprendidos con tretas narrativas. Estamos m�s que acostumbrados al manejo del lenguaje, de los verbos y del tiempo (esa absurda naturaleza et�rea que nos condena con su avance persistente). Talens no solo conoce bien al lector actual, sino que con este recurso semi�tico, formula una nueva hip�tesis de su propia narraci�n: la historia que estamos viviendo, nuestro hoy gobernado por los medios de informaci�n, la prensa, la televisi�n, y el neoliberalismo, debe ser revisado desde otras perspectivas. El cap�tulo no es simplemente un juego narrativo, no es un ardid m�s de novelista, pretende evidenciar que la lectura de la Historia debe contenerse a s� misma y analizarse igual que se analiza la Historia.

Dice el personaje Barlow: �los textos reflexionan sobre su propia escritura y son capaces de hablar no s�lo consigo mismos, sino con otros textos�; y esto es en la obra de Talens un firme prop�sito que se desgrana desde la primera l�nea. Todo el libro est� plagado de hiperenlaces o enlaces o llamadas a otros textos (en Internet, en las bibliotecas, en el mundo), hasta el punto de enlazar su propia obra consigo misma. Es la �Biblioteca de Babel� de Borges. Todos los textos est�n condicionados por las obras que los anteceden, y por el contexto hist�rico al que pertenecen. Pero a�n hay m�s: el texto permanecer� con el tiempo, y ser� le�do por las futuras generaciones como una soluci�n a los problemas de nuestro hoy, sin saber c�mo vendr� el ma�ana. Nuestros descendientes habitar�n un contexto distinto, y el texto de Talens �todos los textos- ser�n revisados dentro de ese nuevo contexto hist�rico, aportando valor a nuestro hoy y a nuestro ma�ana, de igual forma que el Lazarillo, el Quijote, o el Tristam Shandy, son le�dos hoy de manera muy distinta a como se le�an en sus �pocas.

Por esto Borges escribi� su �Pierre Menard, autor del Quijote�; la tesis que planteaba el escritor bonaerense era esa: el mismo texto, palabra por palabra, tiene un significante diferente en 1605 o en 1939. Pierre Menard dedic� su vida entera a escribir el Quijote de Cervantes exactamente igual, palabra por palabra, a como Cervantes lo escribi�. Al hacerlo, Menard obtiene una obra completamente distinta. Como expone el propio Borges: Cervantes empleaba un estilo corriente en su �poca, mientras que Menard es afectado y arcaizante.

Sin embargo, no creo yo que para justificar la omnisciencia absoluta del relato sea necesario que veamos como autor de La cinta de Moebius al propio Dios convaleciente �como apunta Talens, la obra est� escrita por Dios-. Usar el narrador omnisciente en una �poca (hoy) en que est� denostado el hacerlo, tiene m�s de desconfianza en las reglas, del todo vale si sirve a nuestros prop�sitos; y esto ya otorga validez al recurso de omnisciencia.

Tras el rizo semi�tico del cap�tulo tres, nos adentramos en los �Informes sobre el estado de la naci�n terrenal� donde, por medio de seis relatos period�sticos de breve extensi�n (entre dos y cinco p�ginas cada uno), Talens se�ala los principales problemas humanos del s. XXI, a saber:

1. La Iglesia cat�lica, y sus intereses por renovar el poder que ha ido perdiendo con los a�os, a cualquier precio.
2. El continente africano, y las pol�ticas opresoras de los poderes t�cticos del mundo, con la �nica finalidad de ir devastando este inmenso territorio para procurarse nuevas materias primas para la evoluci�n del primer mundo.
3. El conflicto israelo-palestino, una guerra de hombres en beneficio, de nuevo, del imperialismo estadounidense, y en nombre de la religi�n.
4. La globalizaci�n neoliberal, el nuevo orden mundial, organizado por las potencias multinacionales y pol�ticas a lo largo de las naciones del primer mundo para gobernarlo con un pie sobre el tercer mundo.
5. Los medios de comunicaci�n, y su silencio. Dependen de grupos econ�micos que controlan la informaci�n. Controlando la informaci�n, se controla el pensamiento, las preocupaciones y por lo tanto se erige ese Pensamiento �nico que solo nos esclaviza.
6. La energ�a terrenal, su escasez, y el tiempo de vida de la tierra tal y como la conocemos.

Con la lectura de estos seis informes no nos queda otra que temblar. La perspectiva es apabullante y ca�tica, sin que parezca posible que las cosas puedan cambiar. Habitamos un mundo que es gobernado por el capitalismo y las ideolog�as neoliberales, mantenido por ciertos grupos de poder pol�tico y auspiciado por los medios de comunicaci�n de masas. El hombre se ha convertido en un ser c�modo, que vive sus d�as ciego a los verdaderos problemas de la humanidad y que le basta estar confortablemente vestido, nutrido y atiborrado de productos in�tiles que ma�ana querr� cambiar por otros nuevos, mientras, con una lata de cerveza en una mano, cambia con el mando que sostiene en la otra los canales de su televisor de plasma. Eso somos.

No es de extra�ar que el arc�ngel Gabriel acabe pulsando con el bot�n derecho del rat�n sobre la funci�n �Eliminar� para que todo acabe y regrese, de nuevo, el negro abismo lleno de tinieblas.

Talens, sin embargo, no conforme con el final absurdo de la historia del hombre, trata de subvertir el orden pronosticando un milagro. Con el fin del mundo, tras el Big Crunch, como un pulsar que se apaga y vuelve despu�s a encenderse, el mundo recomenzar� y Dios, m�s sabio, reconvertida su inteligencia y omnisciente sabidur�a, modificar� las primeras palabras del g�nesis, de la creaci�n del mundo: �Y los bendijo Dios; y les dijo: Creced y multiplicaos, y poblad la tierra, y respetadla y compartidla entre todos vosotros; ay de quien pretenda ser su �nico propietario, el rayo de mi c�lera caer� sobre su cabeza�. Y con esto, Talens, el verdadero Dios creador de La cinta de Moebius, ha logrado lo que antes nadie hab�a osado hacer: unir fe e historia, religi�n y mundo, introduciendo las premisas del materialismo hist�rico en la creaci�n del universo a manos de Dios.

Mientras llega o no llega su pron�stico, yo propongo que los dem�s recemos una oraci�n reconvertida al lenguaje cibern�tico de nuestros d�as:

Servidor Divino que habitas en Internet
Santificado sea tu dominio.com
Venga a nosotros tu web
Ejec�tense tus subrutinas tanto en tus p�ginas como en nuestros blogs
Danos hoy la password de acceso de cada d�a
Perdona nuestros errores de sistema, as� como nosotros perdonamos los de Windows
No nos dejes caer en la hibernaci�n
Y l�branos de la papelera de reciclaje

FATAL_ERROR_The_System_is_going_to_reboot

Obras del autor:
-La par�bola de Carmen la Reina (1992) (Novela)
-Venganzas (1995) (Relatos)
-Hijas de Eva (1997) (Novela)
-Rueda del tiempo (2001, Premio Andaluc�a de la Cr�tica 2002) (Relatos)
-La sonrisa de Saskia y otras historias m�nimas (2003) (Relatos)
-La cinta de Moebius (2007) (Novela)
 

Fuente: http://circulodetiza.blogspot.com/

 

El c�rculo de tiza, 15 de diciembre de 2007

 

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Manuel Talens 2007