El escritorio de Manuel Talens

 

Para leer a Manuel Talens

por Viviana Campos

Buenos Aires (Argentina)

  

La cinta de Moebius
Alcal� Grupo Editorial (2007)
190 p�gs.

 

El presente nos encuentra sumergidos en un gigantesco mundo de libros impresos en papel, digitales, fotocopiados, etc., etc. y etc.Portada de La cinta de Moebius Acorde a esta masividad y en relaci�n inversa a ella encontramos la calidad. Nunca ha existido desde que el hombre escribe tal cantidad de basura editada en m�ltiples formas. Y a la vez, encontramos una merma en los h�bitos de lectura.

Por lo menos en Buenos Aires. Donde acaba de cerrar la 34 �Feria Del Libro�, que no es m�s que la celebraci�n del consumo y no, justamente, de la lectura. Aqu�, por ejemplo, tenemos tanta gente que quiere �trabajar de escritor� que se tiene la fantas�a de que las letras y la fortuna son una y la misma. Los tiene sin cuidado que la literatura sea un arte. Por cierto, a sus editores, tambi�n. Esta sub especie argentinae, parece convencida de que escribir un libro es algo as� como un deber. Siempre dispuestos al circo editorial, es f�cil encontrarlos en ferias, presentaciones y reality shows. Son m�s conocidos por sus caras que por sus obras. En general escriben (sic) una novela por a�o de dudosa originalidad, y con ella ganan un concurso de cabotaje. M�s parecidos a Versace que a Cervantes, invaden con sus opiniones sobre todo a cualquier desprevenido lector. No importa d�nde, pero opinan.

Mas hace unos a�os conocimos a Manuel Talens y, mientras el neoliberalismo destru�a un pa�s, el buen escritor curaba las heridas�

Como corresponde, Manuel Talens no est� dando vueltas por el mundo, se dedica a estar en el mundo, y por ello justamente puede escribir. No sab�amos nada de �l, y nos sumergimos en su escritura. Despu�s supimos que era de Granada, que hab�a nacido en 1948 y que adem�s era traductor y periodista. Tan idealista que parec�a descender directamente del Caballero de la Mancha y tan racional como un cient�fico. Y as� nos enteramos que era m�dico. Pero, por sobre todo, de una calidad humana que nos produce burbujas en el alma. No todo esta perdido.

Su �ltima novela, �La Cinta de Moebius�, f�bula, como �l mismo la llama, es un experimento brillante. Con iron�a y buen gusto, el autor nos conduce, por medio de la mitolog�a judeo cristiana, a trav�s de la triste historia del mundo; por dichos mitos propiciada, dicho sea de paso. El lenguaje din�mico y sencillo le dan a la obra agilidad, transparencia�, �luz ang�lica� ser�a lo correcto. Y es as� como de pronto nos encontramos en el cielo, asistiendo al Alzheimer de Dios y a las nuevas tareas del arc�ngel Gabriel, por muchos siglos desocupado.

No se puede delimitar en una rese�a la profundidad de una novela corta e intensa como la presente. Porque en pocas p�ginas Manuel Talens logra informar al distra�do, alegrar al amargado, producir gozo est�tico ante el don de la palabra, y como si todo esto fuera poco, tambi�n entretener al lector.

Entre otros efectos maravillosos que van a descubrir los lectores, hay uno que no quiero dejar de mencionar: con �La cinta de Moebius� Manuel Talens nos presenta un libro ideal para aquellos que no se regodean con el h�bito de la lectura, en general, los m�s j�venes espantados ante tanto desperdicio editorial, o aquellos que por la misma raz�n perdieron el h�bito.

P�rrafo aparte merece el dise�o, una peque�a joya editorial, desde la portada a los interiores, el buen gusto necesario para soportar las buenas palabras. Como buena novela corta, cuando est�n bien escrita, produce en el lector ganas de m�s, y sobre todo de leer m�s a Manuel Talens. Es recomendable entonces que se den una vuelta por su novela anterior, �La par�bola de Carmen la Reina�. Para m�, una explosi�n de literatura. Aqu� Talens es m�s barroco; centrado en un pueblo, en un grupo de familias campesinas, nos cuenta los avatares de su �ltimo siglo (XIX) a trav�s de mil y una historias. Risue�as, a veces no tanto, pero sin abandonar el tono coloquial, con �participaciones especiales� que van a asombrar a m�s de de un lector. Pero nada m�s, el desaf�o de esta novela es leerla. Es uno de esos casos en los cuales todo lo que se diga est� de m�s y la experiencia personal ante esta obra puede llegar a producir cambios inesperados en el lector, desde emocionarse hasta dar con las l�grimas, o llorar abiertamente� por el mundo.

Si quieren algo m�s: �Hijas de Eva� (novela), �Venganzas� (relatos), entre otros libros.

Es dif�cil prescindir de Manuel Talens cuando se lo conoce. Por estas tierras hay unos versos de uno de los grandes poetas argentino, Don Manuel J. Castilla, que dice:

�Arenosa, arenosita
Mi tierra Cafayete�a
El que bebe de su vino
Gana sue�o y pierde pena�

As�, esa es la experiencia al leer a Talens.
 

Fuente:  http://la2revelacion.com/?p=226, 23 de mayo de 2008

 

La2Revelaci�n, 23 de mayo de 2008

 

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Manuel Talens 2008