Cuba en el coraz�n
Cap�tulo 1. Che Guevara, donde nunca
jam�s se lo imaginan
Manuel Talens
Quiz�s esa fue la
primera vez que tuve planteado pr�cticamente ante m� el dilema de mi
dedicaci�n a la medicina o a mi deber de soldado revolucionario. Ten�a
delante de m� una mochila llena de medicamentos y una caja de balas, las
dos eran mucho peso para transportarlas juntas; tom� la caja de balas,
dejando la mochila para cruzar el claro que me separaba de las ca�as.
Ernesto Che
Guevara
El Instituto
Cubano de Arte e Industria Cinematogr�fica ha publicado en los �ltimos
meses una colecci�n de DVD, titulada gen�ricamente �Cuba: caminos de revoluci�n�, que narra la historia del proceso revolucionario cubano en
siete documentales de 55 minutos cada uno, m�s toda una serie de
interesant�simos films acompa�antes, de distinto metraje, desenterrados
del archivo hist�rico del ICAIC. El conjunto, coproducido por Juan Luis
Galiardo, Camilo Vives y Alberto Segura, ha contado con diversos
realizadores cubanos y utiliza im�genes conocidas y otras in�ditas hasta
ahora.
Con la presente
entrega dedicada al DVD sobre el Che Guevara, a la que seguir�n otras
seis a lo largo de las pr�ximas semanas,
Rebeli�n
inicia hoy el an�lisis del abundante material f�lmico que contienen. El
t�tulo que he elegido para el conjunto de mis rese�as, Cuba en el
coraz�n, es al mismo tiempo un homenaje al c�lebre libro de poemas
que Pablo Neruda le dedic� a nuestra guerra civil, Espa�a en el
coraz�n, y un recordatorio de que estas l�neas, incluso si en
algunos momentos se alejan del aplauso, est�n escritas desde ese lugar
intangible en donde vive el amor que desde ni�o he sentido por el pueblo
cubano y su gesta revolucionaria.
Che Guevara,
donde nunca jam�s se lo imaginan,
dirigido por Manuel P�rez Paredes, se inicia en mayo de 1968 con la
noticia de la publicaci�n del diario de campa�a del guerrillero en
Bolivia, tras lo cual hay un primer flashback de siete meses en
que el espectador asiste al episodio final de la vida del h�roe, al
�ltimo combate que libr� en la Quebrada del Yuro el 8 de octubre de
1967. All�, herido en una pierna y tras caer en manos del ej�rcito, fue
ultimado extrajudicialmente un d�a despu�s en la escuelita del lugar,
por orden directa de la CIA. Una vez conducido su cad�ver a Valle
Grande, en el departamento de Santa Cruz, los militares lo expusieron a
la prensa y a los campesinos como muestra altiva de que al fin hab�an
logrado derrotar al guerrillero m�s famoso del siglo. Sin embargo,
aquellas im�genes cr�sticas de un Guevara emaciado en posici�n yacente,
lejos de contribuir al olvido del personaje, lo catapultaron a la
categor�a de mito universal, en la que todav�a permanece.
A partir de ese
momento, el documental hace un flashback completo y nos lleva a
la ni�ez argentina del Che para de ah� en adelante seguir
cronol�gicamente los hechos. Vemos a Ernestito Guevara en im�genes
infantiles tomadas en Rosario, donde naci� en 1928, y acto seguido un
Guevara padre, ya anciano, relata ante las c�maras que a las dos semanas
de vida el futuro Che sufri� una pulmon�a que a punto estuvo de
llev�rselo. Quiz�, nos dice, fuese aquella la causa del asma que luego
padeci�. La familia, simpatizante de la causa republicana espa�ola
durante la guerra civil, sin duda influy� en las incipientes ideas
pol�ticas del ni�o. No es mucho el material f�lmico que existe de
aquellos a�os, de manera que r�pidamente pasamos a 1947, cuando los
Guevara se trasladan a Buenos Aires para que Ernesto inicie all� sus
estudios de medicina, que interrumpir� moment�neamente en 1951 con el
fin de emprender un viaje inici�tico por Am�rica Latina, ficcionalizado
en fechas recientes por Walter Selles en su pel�cula Diarios de
motocicleta y del que aqu� s�lo se nos ofrecen algunas instant�neas
y un inapreciable testimonio de Alberto Granado, su amigo acompa�ante.
Sin duda la miseria social que ambos conocieron entonces y su paso por
la leproser�a de San Pablo en Per�, narrados con celeridad, fueron el
punto de inflexi�n en su ideario pol�tico, pues al regresar a Buenos
Aires Ernesto Guevara ya sab�a que su destino estaba lejos de Argentina.
La preocupaci�n
de Guevara padre por el porvenir de su hijo se deja ver en dos momentos
diferentes del documental, y es quiz� �se uno de los puntos de mayor
inter�s que Manuel P�rez Paredes ha sabido destacar en su labor de
montaje: la ruptura fundamental que en alg�n momento impreciso se hab�a
producido entre el modo de pensar de un burgu�s de izquierdas como el
padre, que con un ojo admiraba el progreso social, pero con el otro no
dejaba de pensar en la seguridad del d�a a d�a, y la total
despreocupaci�n por las cosas materiales del revolucionario empedernido
que ya era el hijo. Vale la pena destacar aqu� unas palabras que resumen
todo esto a la perfecci�n, incluso si me adelanto en el hilo del relato:
ya en La Habana, cuando Guevara Lynch le pregunta a Guevara de la Serna
qu� piensa hacer de su futuro como m�dico, �ste le responde: �Mir�, como
vos te llamas Guevara como yo, pon� un letrerito en la puerta de tu
escritorio que diga Doctor Guevara y entonces ya ten�s derecho a empezar
a destripar gente�.
Una vez
terminados los estudios de medicina, al dejar definitivamente su pa�s,
la voz narradora cede la palabra a la lectura de una carta que el joven
Guevara le escribi� entonces a su madre y aprendemos que ya era
consciente de que en �l conviv�an dos yoes, entre los que a�n dudaba, el
�socialudo� y el �viajero�. En un principio, al igual que en su anterior
periplo con Granado, venci� el yo viajero y el futuro Che pas� por
Caracas para visitar a su amigo, pero el yo socialudo pod�a m�s en su
interior, de manera que Ernesto Guevara se implic� a fondo en la
Guatemala de Arbenz y, fracasado aquel proyecto esperanzador, pas� a
M�xico, donde el encuentro con Fidel Castro cambi� su vida. A partir de
aqu�, el documental se ensancha debido a la gran abundancia de im�genes
de archivo y asistimos al nacimiento del soldado revolucionario (y a su
olvido de la medicina, ejemplarizado en la cita del exergo, que
pertenece a un cap�tulo escalofriante de su c�lebre Pasajes de la
guerra revolucionaria), a las vicisitudes de la Sierra Maestra, a su
nombramiento en julio de 1957 como comandante de la segunda columna
guerrillera, a la toma de la ciudad de Santa Clara y a la victoria
final. Viene luego su breve periodo como alto cargo p�blico en la Cuba
socialista, su decepcionante implicaci�n en el Congo de Lumumba, que
tanta amargura le hizo sentir, y su pasi�n y muerte en Bolivia, tras lo
cual la historia acaba con las im�genes f�nebres de la Cuba que lo llora
y una voz en off que recita los versos de Eliseo Diego dedicados
a su memoria, justificando as� el t�tulo del documental,
Hoy nos dicen
Que est�s muerto
de veras, que te tienen
Al fin donde
quer�an
Se equivocan
M�s que nosotros
figur�ndose
Que eres un
torso de absoluto m�rmol
Quieto en la
historia, donde todos
Puedan hallarte.
Cuando t�
No fuiste nunca
sino el fuego,
Sino la luz, el
aire,
Sino la libertad
americana
Soplando donde
quiere, donde nunca
Jam�s se lo
imaginan, Che Guevara
y, en
sobreimpresi�n, una cita de Lezama Lima, �De �l se esperaban todas las
saetas de la posibilidad�, le recuerda al espectador hasta qu� punto el
pueblo cubano lo am� y lo sigue amando.
No es �ste el
lugar para describir en detalle escenas tan intensas como las que aqu�
se ven, buena parte de ellas ya conocidas. Che Guevara, donde nunca
jam�s se lo imaginan es un fluido ensamblaje de archivos dispersos,
engrandecidos por el sobrio gui�n de ese magn�fico narrador
cinematogr�fico que es Manuel P�rez Paredes. El documental constituye de
por s� un resumen definitivo y perfecto del hombre de acci�n y de su
obra revolucionaria, pero es preciso aclarar que no aporta una visi�n
distinta a la ya sobradamente conocida del Che Guevara que todos
ten�amos. Puesto que no soy de los que creen que las decisiones en
cualquier vida humana surgen de la nada o que las grandes figuras
hist�ricas aparecen gracias al fuego sagrado de los dioses ��se es el
territorio m�gico del mito, tan consolador a posteriori�, he
echado aqu� de menos una indagaci�n en los aspectos psicol�gicos del
hombre, en la nebulosa �ntima o familiar de su infancia argentina, en la
cara oscura del inconsciente guevariano, en cu�les pudieron ser las
razones freudianas, nunca estudiadas, que lo impulsaron a romper
de manera tan radical �y tan maravillosa� con su pasado, con su pa�s y
con su clase social para abrazar sin matices la causa de los proletarios
de la tierra. Por otra parte, tambi�n es verdad que quiz� no sea esta
serie el lugar adecuado para proceder a tal an�lisis. Baste entonces con
recordar aquellas palabras suyas, seg�n las cuales �el revolucionario
verdadero est� guiado por grandes sentimientos de amor�.
Pero el DVD no
termina ah�. De los cuatro documentales extras que contiene, el titulado
Hasta la victoria siempre, de Santiago �lvarez, tiene el
atractivo de mostrarnos la oratoria de Guevara �un tanto enf�tica y
sobreactuada para los gustos actuales, hay que ver c�mo cambian las
modas� en un discurso contra el imperialismo; y Una foto recorre el
mundo, de Pedro Chaskel, abunda en im�genes provenientes de multitud
de pa�ses que muestran el alcance inusitado que la foto que le hiciera
Alberto Korda ha tenido como s�mbolo revolucionario en todo el mundo.
Por �ltimo, Octubre del 67 y Entre leyendas, ambos
realizados por Rebeca Ch�vez, poseen el gran inter�s de que en ellos los
tres �nicos supervivientes de la guerrilla en Bolivia �Pombo, Urbano y
Benigno� nos ofrecen en primera persona el relato espeluznante de la
�ltima escaramuza contra el ej�rcito boliviano, as� como sus recuerdos
personales y admirativos del Che en calidad de buen camarada, siempre
amigo de sus amigos, pero duro e inflexible consigo mismo y con los
dem�s, rasgo de car�cter que tambi�n R�gis Debray ha se�alado en su
reciente libro Lou�s soient nos seigneurs. De nuevo, tambi�n aqu�
el objetivo buscado consiste en atenerse a los hechos y comentarlos
desde la posici�n de verdad que otorga el haberlos vivido, pero sin
traspasar la piel de aquel ser excepcional que fue Guevara para
encontrar una explicaci�n psicol�gica racional a ese aspecto �ntimo
inflexible que el propio Che resumi� de s� mismo en su famosa frase �hay
que endurecerte pero sin perder la ternura�.
�Cu�les ser�an
las cuentas personales, me pregunto, que el inconsciente de Ernesto
Guevara de la Serna estuvo tratando de arreglar mediante sus actos
revolucionarios durante su corta pero extraordinaria vida? �Qu� papel
represent� el asma en todo aquello, puesto que cualquier neum�logo sabe
que se trata de una enfermedad psicosom�tica con fuerte componente
emocional, de tendencia familiar? �Podr�a ser, acaso, que su padre
estuviese en un error al achacar el calvario del asma a aquella pulmon�a
de reci�n nacido y que hubiese sido m�s bien una reacci�n de origen
ps�quico a su entorno, como sucede en tantos otros pacientes asm�ticos?
Este DVD no se adentra por ese camino. Por eso, quienes deseen conocer
al Che Guevara hijo, marido o padre de familia en la intimidad, sin la
boina de comandante, y las razones personales que lo impulsaron a tanta
grandeza �ancladas en la primera infancia, puesto que a los tres a�os de
la vida ya �todo� ha sucedido� deber�n esperar otra ocasi�n.
Che Guevara,
donde nunca jam�s se lo imaginan
es, en conclusi�n, un documento f�lmico imprescindible y fundamental
para el acercamiento a la figura hist�rica de uno de los personajes m�s
emblem�ticos del pasado siglo como figura revolucionaria, no como
individuo privado. El mito contin�a.
Siguientes rese�as:
Cap�tulo 2.- Antes del 59
Cap�tulo 3.- Los 4 a�os que estremecieron al mundo
Cap�tulo 4.- Una isla en
la corriente
Cap�tulo 5.- Entre
el arte y la cultura
Cap�tulo 6. La
solidaridad internacional
Cap�tulo 7.- Momentos con Fidel
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