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ART�CULOS DE OPINI�N EN  El País

Las facendas del Para�so
MANUEL TALENS



Est� cient�ficamente demostrado que el valenciano es la lengua primigenia que Ad�n y Eva utilizaban en el huerto del Ed�n. La fil�loga Bernadette du Con, en su c�lebre ensayo La langue oubli�e de l’Ancien Testament (Les Presses universitaires de France, Par�s 1968), sit�a el jard�n del G�nesis en la Plana de Castell�n, muy cerca de donde hoy se encuentra Burriana, y refiere que Jehov�, al conocer que sus criaturas hab�an comido la naranja prohibida,* mont� en c�lera y exclam�:

-Mal asunt!

La monumental Historia verdadera de las conquistas del reino de Valencia de Bernat D�az del Castell (Titaguas, 1924) recoge que, siglos m�s tarde, los romanos incorporaron en su lenguaje muchos giros fon�ticos valencianos, enriqueciendo de este modo su jerga prostibularia, denominada lat�n. Entretanto, y a pesar de las sucesivas invasiones de la pen�nsula, el pueblo escogido permanec�a inasimilable y continuaba su marcha hacia la gloria, dejando huellas definitivas en la cultura universal. Una de �stas, por ejemplo, result� ser la invenci�n de la p�lvora por el genial Enric Favareta, embajador valenciano del papa Borgia ante el mandar�n de China.

Aunque no todo fueron mieles. Corriendo el tiempo y ya pasado el primer milenio, una c�fila b�rbara de allende Vinaroz, que hoy se apellida catalana, se propuso absorber a los descendientes de la tribu elegida y, para eso, entr� a saco en el venerable idioma divino, plagiando sin el menor escr�pulo la gran mayor�a de su l�xico. No contento con eso, ni con los sucesivos acosos que siguieron a lo largo de la Edad Media, del Renacimiento y de la Modernidad, hoy contin�a sembrando discordia y ha logrado infiltrar a sus agentes en el profesorado de la Universidad de Valencia, tratando de alterar la paz social con la perversa argumentaci�n de que las lenguas de Manresa y de Cullera son una misma cosa. Este asedio sistem�tico ha sido descrito minuciosamente por Umberto Eco en su libro Claves absolutistas (Lumen, 1986). Pero, como dijo Ortega y Gasset, “no pasar�n”.

Hace dos semanas, merced a un escrito del Molt Honorable President de les Corts, la clase pol�tica de estos lares se despert� con la sorpresa de que dos improductivas consellerias de la Generalitat Valenciana hab�an sido modificadas en su ser ontol�gico. La de Hisenda, que hasta ahora se ocupaba del despilfarro p�blico, se ve�a reemplazar por la de Facenda, y la de Medi Ambient que, como su nombre for�neo pretend�a indicar, era la p�sima guardiana de playas sin fauna y bosques carbonizados, se convert�a en Conselleria de Mig Ambient.

Los medios de comunicaci�n han desatado una falsa pol�mica -orquestada por los de siempre- a prop�sito de la supuesta inexistencia del t�rmino facenda.

Analicemos el tema con rigor: la �ltima edici�n del Pequeno dicion�rio brasileiro da l�ngua portuguesa de Aur�lio Buarque de Hollanda Ferreira (R�o de Janeiro, 1995), incluye la siguiente entrada:

Fazenda, (etim. facenda, da lingua valenciana), Grande propiedade rural de lavoura de caf�; orig. Para�so terreal: “A fazenda do �den”.

Como vemos, la palabra facenda no solamente existe en valenciano, sino que su acepci�n primitiva se refer�a al Para�so terrenal, al huerto del Ed�n. Sin embargo, erre que erre, los enemigos del President de les Corts se niegan a aceptar el deseo incorruptible de �ste por devolver a su pueblo, y a su lengua madre, el esplendor que posey� en el Antiguo Testamento.

El plan restablecedor est� en marcha. Hace unos d�as, el Canal 9 dio la noticia de que, con cargo a los presupuestos de las Corts, el buque de bandera paname�a White Star estaba descargando en el Grao cien toneladas de semillas del mejor caf� de Colombia. Pues bien, seg�n fuentes fidedignas de la conselleria de Agricultura i Pesca, el President de les Corts pretende revitalizar con tal remesa las zonas deprimidas del interior valenciano, instalando all� grandes cafetales -las facendas del Para�so postmoderno-, y para eso ha creado la conselleria del mismo nombre. Ahora que los c�tricos andan de capa ca�da en el mercado, esta diversificaci�n de la horticultura ser� cosa de gran provecho.

Con respecto a la otra nueva conselleria, su funci�n ser� encargarse del papeleo inherente a la pr�xima vocaci�n ecol�gico-cafetera de los latifundios que ser�n establecidos, y como la situaci�n geogr�fica de los terrenos al efecto corresponde al ambiente que est� “en el medio”, es decir, entre Cuenca y el litoral, se ha decidido denominarla, previa consulta con asesores ling�istas, del Mig Ambient.

Para terminar, y como remate, esta nueva etapa hist�rica de nuestro pueblo quedar� tambi�n reflejada en los s�mbolos regionales. La franja azul de la senyera va a ser adornada de inmediato con un grano de caf� torrefacto y, en cuanto al himno del maestro Serrano, los expertos gram�ticos de la Academia de Cultura Valenciana han recibido ya el encargo de traducir el verso m�s famoso del poeta Teodoro Llorente, para que despu�s del habitual Per ofrenar noves glories a Espanya, sea a�adida en estribillo la versi�n huertana de “Ojal� que llueva caf� en el campo”.

* Por eventualidades mediterr�neas que no vienen al caso, s�lo se conserv� inicialmente un manuscrito griego de la Biblia. El primer transcriptor a otras lenguas confundi� el t�rmino naracain, naranja, con el de neracein, manzana. Desde entonces, ha persistido el equ�voco.

 

EL PA�S-Comunidad Valenciana, martes 10 de octubre de 1995.

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