El escritorio de Manuel Talens

ART�CULOS DE OPINI�N EN  El País

Atando cabos
MANUEL TALENS



En la Espa�a derechizada de aznaritas, zapl�nidos, gonzalezcos y zapateruelos (�ser� que la z confiere car�cter?), el hecho de ser alguien que no aspira a prebendas de la Administraci�n tiene sus ventajas. Una de ellas, quiz� la mayor, es el no verse obligado a adular a los se�ores que gobiernan o gobernar�n. Otra, imprescindible a la hora de escribir columnas como �sta, es que desde la oposici�n se puede ejercer el viejo refr�n del "piensa mal y acertar�s", refr�n que no resulta un m�todo provechoso de andar por la vida, es cierto, pero que aplicado a nuestros pol�ticos profesionales ofrece la garant�a de dar en el blanco.

No, no me los creo, quiz� porque aprend� a leerlos en tiempos del general�simo y ninguna gesta posterior, por muy democr�tica que pareciese, me ha hecho cambiar de opini�n. �C�mo no desconfiar de Zaplana, por citar al m�s pr�ximo, si todo el mundo sabe que vino a esta plaza para hacerse rico, pues �l mismo, pensando que nadie escuchaba, lo afirm� con esos labios mortales que se comer� la tierra?

Basta con no fiarse de algunos pol�ticos para que resulte f�cil descifrar sus intenciones. Por ejemplo, acabo de leer en la prensa que la conselleria de Bienestar Social de la Generalitat Valenciana ha decidido privatizar la gesti�n de los j�venes menores de edad internados en r�gimen cerrado por orden judicial. Veamos d�nde est� el truco, me digo de inmediato, ya que el conseller es un tipo listo, pero turbio: Rafael Blasco suele cambiar de afinidades como de camisa (estuvo ayer en el PSOE, est� hoy en el PP y qui�n sabe si estar� ma�ana en el Partido del Ni�o Jes�s).

Al estudiar este asunto uno se da cuenta de que algo no cuadra. Desde que Reagan, a la saz�n gobernador de California, decidi� que el Estado ha de ceder terreno a la empresa privada, los ni�os pobres de aquel para�so ya no reciben un vaso de leche al llegar a la escuela, vaso que para muchos de ellos era el �nico del d�a. Se ve que Blasco -un neoliberal de libro de texto- ha bebido en las fuentes reaganitas, por mucho que hoy insista en que la felicidad de los j�venes desprotegidos de Valencia pasar� a trav�s de una compa��a privada sin �nimo de lucro. �Conoces t�, lector amigo, a alg�n empresario que ponga su fortuna a trabajar por amor a la humanidad? Yo, desde luego, no.

Pero sigamos atando cabos: para empezar, Blasco no renuncia a las ventajas del dinero p�blico -que es gratis y est� a su alcance-, ya que los gastos de mantenimiento de los j�venes y del complejo que crear� en Burjassot correr�n a cargo del Consell, mientras que los samaritanos caritativos que obtengan el contrato de marras se ocupar�n de dirigir el quiosco y del personal. Alg�n dinerito ganar�n a cambio, digo yo, porque en Alicante ya funciona este negocio privado y, �oh, casualidad!, la empresa Diagrama, que gestiona all� el centro de reeducaci�n de menores, se encuentra entre los candidatos con m�s posibilidades de ganar el nuevo concurso, al que s�lo se puede acceder por invitaci�n expresa de la Generalitat. �A qu� zapl�nido pertenecer� Diagrama?

Si yo fuera un joven valenciano en dificultades empezar�a a preocuparme seriamente por el futuro de mi tortilla de patatas, ya que esta gente es peor que el caballo de Atila.

 

EL PA�S-Comunidad Valenciana, martes 5 de diciembre de 2000.

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